Momentum

Puede ser que el momentum que se experimenta en el mundo intelectual no esté atado a las mismas leyes físicas que rigen el mundo físico pero su comportamiento es muy similar.

Ir de 0 a 1 es lo más difícil. Dejar de estar en reposo para empezar a hacer algo es lo que más energía requiere. Esto no solo es cierto en la física. También es cierto, como ya mencioné, en el mundo del trabajo intelectual —especialmente en el mundo del trabajo intelectual.

Después de arrancar cualquier actividad creativa o intelectual, la cantidad de resistencia que se experimenta para seguir avanzando disminuye con cada paso que se da. Una vez más, al igual que en el mundo físico, el momentum también existe en el mundo intelectual.

Así que en esos momentos en que estás sentado en tu escritorio y te pareciera imposible empezar ese nuevo proyecto, tan solo piensa en tratar de empujar una gran roca que quieres mover. Sí, puede ser casi imposible moverla en un inicio, pero una vez que la logres empezar a mover el momentum crecerá con cada vuelta y en muy poco tiempo la roca prácticamente estará girando sola. No tengas miedo de empezar.

No habrá un mejor momento

El inicio de grandes proyectos en la vida nos paralizan. Una de las razones por las que postergamos estos proyectos es por qué dudamos si es este el momento correcto para actuar.

Nunca estamos seguros si este es el momento adecuado para empezar una familia o fundar una nueva empresa. No sabemos si mudarnos a otro país ahora o si será mejor esperar hasta el otro.

Y así empezamos a racionalizar miles de historias de por qué este no es el momento adecuado. La realidad es que para estos cambios trascendentales nunca hay un momento perfecto para empezar. Siempre encontramos una excusa de por qué esperar.

Pero estos proyectos que son los que hacen que nuestras vidas sean maravillosas no necesitan de un momento adecuado para nacer. Requieren de un salto de fe. No habrá un mejor momento que hoy para empezar.

Valentía

La valentía necesita de un ideal. Lo que unos perciben como valentía, para otros es tan solo el siguiente paso en el camino a concretar su visión.

La valentía viene del deseo de luchar por algo más grande que uno mismo. De saber que la única manera de llegar a la cima es venciendo al miedo. La valentía no es la ausencia de miedo, es la presencia de motivación.

Mientras más ideales tenga una persona por qué luchar, más fuerte será su incentivo para vencer el miedo —será más valiente. La valentía no es más que cambiar el miedo por el deseo de triunfar.

El momento perfecto

Este momento es perfecto. Todos lo son. Son nuestras expectativas y deseos los que no están en sintonía con la magnificencia del momento. Si aprendes a ver el mundo desde SU punto de vista, verás que todo siempre está bien.

Si algo sucede que no está de acuerdo a tus planes te molestas. Pero, ¿quien te dijo que el universo debe obedecer a tu voluntad? ¿Son tus planes la mejor manera de mover al mundo hacia el futuro? Con todo respeto te digo, sinceramente lo dudo mucho.

Los pensamientos acerca del futuro y los dolores que has experimentado te alejan del lo que ya tienes hoy. No te dejan apreciarlo e incluso hay momentos que con toda la rabia de tu ser lo empiezas a despreciar. No seas ingrato! Cada momento de tu vida es una maravilla que no debes dejar escapar.

Como todos los demás, quieres un futuro mejor. Y es importante trabajar por él. Pero no desde el punto de vista de que este momento que estás viviendo no es “perfecto”. Trabaja por tu futuro como si fuera un tipo de evolución, como la progresión natural de tu vida. Esto te ayudará a encontrar el camino, a apreciar el momento y nunca más volverás a vivir otro momento que no sea un momento perfecto.

Sueños y tensión

Todas las personas tienen grandes sueños que quieren cumplir. Contrario a creencia popular, las personas siguen soñando durante toda su vida, no solo sueñan cuando son niños. Lo que sí es cierto es que los adultos tienden a abandonar sus sueños más rápido que los niños.

Mi frase favorita que explica de manera clara y concisa por qué los seres humanos abandonan sus sueños tan seguido viene de Seth Godin. La frase es:

“Nunca dejes algo con gran potencial a largo plazo solo porque no puedes manejar el estrés del momento.”

Esta idea es extremadamente poderosa. Los sueños no existen en el presente. Son algo que se debe empezar a construir hoy para que puedan existir algún día en el futuro. En otras palabras, los sueños hoy solo tienen el potencial de existir —son intangibles.

Estos sueños intangibles tienen el potencial real de cambiar nuestras vidas para siempre. En el futuro. En el presente los sueños nos generan estrés. Y es acá en donde entra a batear la segunda parte de la frase de Seth.

Si todo está bien en el momento no hay estrés. Si no hay nada que cambiar y lo único que se busca es mantener las cosas como están no hay estrés. Cuando no hay crecimiento, tampoco hay estrés.

Soñar un sueño con gran potencial necesariamente generará estrés porque la situación actual es radicalmente diferente al mundo que se visualiza en el sueño. La brecha existente entre la situación actual y el mundo en donde el sueño ya se cumplió crea una tensión que se genera por la diferencia que se percibe entre ambos escenarios. Mientras más grande el sueño, más grande la brecha, más grande la tensión y más grande la energía necesaria para cerrarla.

Cualquier sueño que valga la pena lograr, requiere de energía para poderse cumplir. Esta energía generará estrés y el estrés es la razón por la que los sueños se posponen o se llegan a olvidar por completo. El estrés se vive hoy, el sueño se concreta en el futuro. No dejes que el estrés y la tensión de hoy te impidan lograr tus sueños de mañana.

Cuando mas se necesita

Hay hábitos que definitivamente nos ayudan a estar mejor. Podemos poner el ejercicio y comer saludable hasta arriba de la lista. Otros que vienen a la mente son leer, meditar y dormir bien.

Mantener cualquiera de estos hábitos “positivos” requiere de energía y compromiso. No vienen de gratis. Pero el beneficio que traen es grande. Sostener un hábito positivo, sea cual sea, mejora considerablemente la calidad de vida.

Se sabe que toda persona va a atravesar momentos difíciles en su vida. Es en estos momentos cuando más se necesitan los hábitos positivos. Irónicamente es en estos momentos cuando la mayoría de nosotros los abandonamos por completo.

Cuando las personas están estresadas por situaciones de trabajo, la tensión les drena la energía, dejan sus rutinas de ejercicio y empiezan a beber. Cuando un persona está en un estado emocional “depresivo” descuida su dieta y come muchos azucares. Cuando las cosas se ponen difíciles tendemos a darnos permiso de bajar la guardia y cambiamos los buenos hábitos por otros no tan beneficiosos. Creo que tiene que ver con querernos consentir por la lástima que sentimos hacia nosotros mismos por las dificultades que estamos experimentando. Qué gran error!

Es en estos momentos difíciles cuando mayor impacto tienen los hábitos positivos en la vida de una persona. Es cuando más estresado se está que el esfuerzo de hacer ejercicio oxigena la mente y relaja el cuerpo. Es cuando más deprimida está una persona que una dieta saludable ayuda a subir el ánimo.

La tentación en los momentos difíciles es grande. Y es estos momentos cuando más se necesita no caer. Es en estos momentos cuando más se necesita aferrarse a los buenos hábitos que tanto ha costado construir. Después de todo, es para usarlos en estos momentos que se decidieron construir.

Dejar de hacer

Un mejor futuro. El sueño que algún día llegará. La vida que siempre todos han querido. Todos estos anhelos están compuestos por nuevos proyectos, tareas que hacer y retos que cumplir. El problema es que nunca hay tiempo para hacer estos proyectos.

Digamos que estás en el trabajo. Entonces no estás en casa con tu familia. Digamos que estás en una llamada con tu jefe. Entonces tu atención no está con tu hijo que está a tu lado. Digamos que estás en una cita con tu esposa. Entonces —idealmente— en ese momento no estás pensando en el trabajo.

¿Qué tienen en común todos estos escenarios que acabo de listar? Correcto. En cada caso no puedes hacer las dos cosas al mismo tiempo. Para hacer uno, necesariamente debes de dejar de hacer el otro.

Preguntarte que vas a dejar de hacer a veces es más importante que definir el siguiente gran proyecto de tu vida. Después de todo, si estás tan ocupado como dices estarlo, debes dejar de hacer algo que ya estás haciendo para poder hacer algo mas.

Si tuviera un dólar por cada vez que he visto sugerencias de cómo hacer un mejor “To do List” sería millonario. Rara vez me he encontrado con cómo crear un buen “Not to do List”. Una lista de las cosas que no deberías estar haciendo. Recuerda, lo más importante de todo, es tener una lista de las cosas que quieres dejar de hacer. Sin esto nunca empezaras tu siguiente gran proyecto.

Todo en este mundo requiere de un intercambio. Intercambiamos nuestro tiempo por dinero. Intercambiamos nuestros sueños por nuestros miedos. Intercambiamos nuestras prioridades por las de alguien mas. Intercambiamos nuestra comodidad por nuestro crecimiento. Intercambiamos riesgos pr recompensas.

Para tener un mejor futuro tenemos que dejar de hacer algo ya. ¿Qué va a ser?

Consecuencias no deseadas

Toda acción que se toma tendrá consecuencias no deseadas. Algunas positivas, otras negativas. Pero todas ellas no deseadas. ¿Por qué no deseadas? Porque al momento de decidir actuar no se previeron estas consecuencias. Simplemente nunca se tomaron en cuenta.

Hay que aprender a vivir con estas consecuencias no deseadas. Son parte de estar vivos y nos enseñan responsabilidad ya que ser responsable es adueñarte de todos los efectos de tu acciones, hayan sido premeditadas o no.

Por ejemplo, digamos que estás manejando y empieza a llover. No ha llovido en mucho tiempo y el asfalto se pone resbaloso. Ves el semáforo en rojo y gentilmente aplicas los frenos. A tu carro no le importa y sigue avanzando. Sigues patinando hasta que le pegas al carro de adelante. Ser responsable es adueñarte de los efectos del choque aunque no haya sido intencional. En este caso el choque es una consecuencia no deseada de haber salido a manejar ese día.

Lo mismo ocurre cuando sales a un bar con unos amigos a celebrar un cumpleaños y un par de horas después paras conociendo a la persona con la que pasaras el resto de tu vida. Otra consecuencia no deseada —positiva.

Es importante estar al tanto de la mayor cantidad de consecuencias no deseadas que ocurren a tu alrededor. Son muchas. Mientras más atento estés tendrás la oportunidad de ser más responsable con tu vida.

Claro está, que lo mismo ocurre con las consecuencias deseadas positivas. Mientras más crezca tú capacidad de reconocer los efectos deseados y no deseados de tus acciones, mas podrás celebrar tus logros al sentirte directamente responsable ellos.

Durante la vida sucederán millones de cosas a tu alrededor. Algunas te gustarán, otras no tanto. Algunas la habrás causado tú y otras serán obra del destino. El secreto para tener la mejor experiencia de vida posible es aprender a aceptar y agradecer por la ocurrencia de cada una de ellas.

No querer perder

No querer perder es muy diferente a querer ganar. El primero se alimenta con miedo, el segundo se fortalece con la motivación. No querer perder es buscar evitar el fracaso. Querer ganar es luchar por alcanzar el éxito.

Es cierto, la cultura en la que crecemos y muchas de las enseñanzas que recibimos desde pequeños nos condicionan actuar por miedo —si no sacas buenas notas estás castigado— y pronto olvidamos lo que se siente motivarnos con grandes retos y buscar nuestro propio éxito. Nos acostumbramos a no querer perder.

Pero no querer perder nos vende cortos. Aunque actuar por miedo es efectivo también desgasta, frustra y de cierta manera busca tan solo hacer el mínimo esfuerzo para “sentirnos seguros”. Esta no es forma de vivir.

Y es por eso que hoy escribo esto. Guatemala necesita que dejemos de jugar a la defensiva. Necesita que nos dejemos de limitar a tan solo no querer perder. Guatemala necesita que empecemos a querer ganar. Ganar con nuestras familias y ganar con nuestras empresas. Qué busquemos el éxito y un mejor país. Que no pongamos nuestras miras en simplemente llevar las cosas a cómo eran antes sino que trabajemos de manera creativa e incansable para construir un futuro 10 veces mejor que lo que cualquier de nosotros pudiera imaginar.

Al ataque!!!!

Emprender después de los dinosaurios

Hace 65 millones de años un asteroide le pegó a la tierra y con su impacto extinguió los dinosaurios. Era el período cretáceo y el emprendimiento aún no existía. Pero sabemos que la naturaleza es sabia y que no volvió a evolucionar dinosaurios una vez más. En su lugar evolucionó otro tipo de criaturas más resilientes que eran muy parecidas a los mamíferos y reptiles que conocemos hoy en día.

Aunque aúno tengo total claridad de cómo se va a ver el mundo del emprendimiento en uno año, si sé que va a ser muy diferente —imagino algo mucho más eficiente, flexible y próspero. No creo que después de un “evento de extinción masiva” económico como el que estamos viviendo, el ecosistema de emprendedores vaya a regresar a construir algo parecido a lo que existía antes. Al igual que la naturaleza, los emprendedores encontraremos algo mucho mejor que crear.

Lo tenemos que hacer para poder seguir ayudando al mundo a moverse hacia adelante. El mercado ya no es el mismo. Las personas ya no somos las mismas y nuestro comportamiento como consumidores ha cambiado para siempre. Al igual que la naturaleza hace 65 millones de años, tenemos que desarrollar la siguiente especie de empresas que dominará el mundo.

El reto no es fácil y claro que da miedo aceptarlo. Pero si no nosotros, ¿quién? La vida sigue y queramos o no seguiremos participando de ella. La única decisión que tenemos que tomar es cómo queremos participar: como espectadores o como protagonistas.

¿Qué vamos a emprender después de los dinosaurios?