El Arte de Elegir Bien: Una Guía Práctica para Decisiones Importantes

Sin duda alguna, hay unas decisiones que son más importantes que otras. Con quien te casas, en que decides trabajar y en que proyectos te involucras parecieran ser más importantes que qué vas a almorzar.

Es vital contar con una metodología clara y concisa que permita tomar mejores decisiones importantes. Aunque la toma de decisiones se puede poner muy compleja muy rápido, hoy abordaré el principio básico en dónde la buena toma de decisiones inicia: tener claro que es lo que se quiere optimizar con la decisión.

Cada decisión que se tome se considerará “la correcta” si los resultados de la decisión se alinean con aquello que desde un inicio se quería lograr. Es por esto que para decidir bien lo más importante es tener claro que resultados se quieren obtener o como me gusta decirlo a mi, que es lo que quiero optimizar con esta decisión.
Por ejemplo, tomemos la decisión de escoger a que trabajo / proyecto le quieres dedicar la mayoría de tu tiempo. Lo primero que debes hacer es un listado de todo aquello que se podría optimizar (que es lo que realmente te importa obtener) de el trabajo / proyecto:

Listado de todos los posibles factores a optimizar
Ingresos financieros, ¿cuanto?
Libertad
Escala de proyecto, tamaño del impacto
Relaciones personales
Velocidad de crecimiento
Seguridad / Estabilidad
Transformación personal
Plenitud
Disponibilidad de tiempo
Prestigio

Con la lista hecha de todos los posibles factores que se pueden optimizar, piensa muy bien cuales son los 3–4 factores más importantes para ti. Reflexiona bastante al respecto y encuentra los 3–4 que más resuenan con tus valores. Por ejemplo, mi tabla personal pudiera verse algo así:

Factores que más resuenan con mis valores
Disponibilidad de tiempo
Seguridad / Estabilidad
Libertad
Transformación personal

Y voila! Después del arduo proceso de encontrar que es lo que quieres optimizar en tu vida ya tienes un punto de partida sólido para decidir bien. Ya sabes contra que debes evaluar cada opción disponible. Ahora ya puedes ver cada opción y encontrar cual es la que más posibilidad tiene de alinearse con lo que realmente quieres en tu vida.

Con tus listas hechas es momento de ir y tomar las decisiones que forjarán el camino hacia la vida que siempre has querido tener.

Lo que hacen los demás, inspiración

Hace un par de semanas empecé a leer la biografía de Elon Musk escrita por Walter Isaacson. Ambas son personas que admiro mucho, Musk por las empresas que ha construido e Isaacson por las biografías que ha escrito.

Conforme he ido avanzando y conociendo un poco más las interioridades de la vida de Musk me he sentido muy inspirado. No tanto por la manera en que ha tratado a tantas personas con las que ha trabajado sino por la claridad de visión que logra construir.

Y no solo es la claridad de visión que me inspira, también es la casi infinita capacidad de resiliencia que ha desarrollado ante tanta adversidad que ha tenido que afrontar.

Me queda claro que ver a alguien lograr cosas maravillosas (Tesla, SpaceX, Solar City, etc.) inspira pero realmente es el entender de donde viene alguien y que ha tenido que hacer para lograr sus metas lo que es aún más inspirador.

Hay ciertas cosas en las que no estoy de acuerdo con Musk, en particular su manejo de X (anteriormente conocido como Twitter). Y he de este desacuerdo otra gran realización que he tenido al leer este libro: Que uno tengo que estar 100% de acuerdo con todo lo que hace alguien para poderlo admirar!

Comunicar claramente tu propuesta de valor es esencial (consejos de “Building a Story Brand” de Donald Miller)

Todas las empresas se comunican constantemente. Algunos de los mensajes que transmiten son explícitos y muchos otros se generan sin premeditación, a través del comportamiento diario de la empresa. Todo lo que se hace o no se hace está diciendo algo.

De todos los mensajes que una empresa genera, aquellos alrededor de su propuesta de valor son los más importantes. Es a través de esta narrativa que la empresa atrae nuevos clientes. Son los mensajes de los cuales depende la subsistencia de la empresa. Si la comunicación no es efectiva, los nuevos cliente nunca llegarán. La empresa eventualmente morirá.

Con la importancia de lo que una empresa dice establecida solo queda una cosa qué hacer. Estudiar cómo es que una empresa puede comunicar su propuesta de valor de la manera más efectiva.

De todas las fuentes de información que he estudiado, “Building a Story Brand” de Donald Miller es de lo mejorcito que he encontrado.

Este es un libro que brinda una guía práctica para ayudar a las empresas a contar una historia más clara y efectiva para acercarse a sus clientes y aumentar así su éxito en el negocio. El libro sugiere enfatizar el beneficio que el cliente obtiene al utilizar el producto o servicio ofrecido.

“Story Brand” también se enfoca en utilizar un llamado a la acción claro y medir y mejorar continuamente la estrategia de storytelling. Además, el libro ofrece una guía para ayudar a las empresas a simplificar sus mensajes de marketing y a conectarse de manera más efectiva con su audiencia.

Aunque el libro entra en muchísimo detalle y la cantidad de sugerencias es prácticamente infinita acá les comparto los pasos que considero primordiales tener presentes para comunicar claramente la propuesta de valor de su empresa:

  1. Identificar el problema del cliente: Realizar una investigación de mercado para comprender los desafíos y preocupaciones de tu público objetivo. Esto podría incluir encuestas, entrevistas y análisis de datos para conocer las necesidades y problemas de tu s potenciales clientes.
  2. Establecer un personaje principal: Utilizar la data de la investigación de mercado para definir qué personaje representa a tu público objetivo y cómo tu empresa o producto puede ayudarlo a resolver su problema. Es importante establecer un vínculo emocional con tu público objetivo para que puedas conectarte con ellos de manera efectiva. Recuerda, tener un problema siempre es una situación emocional.
  3. Crear una trama: Utilizar una estructura de narrativa clásica para contar una historia que conecte el problema del cliente con la solución que ofreces. Esta trama debe ser coherente, fácil de seguir y debe aportar un valor real a tu público objetivo. Más sobre esto más adelante.
  4. Enfatizar el beneficio, a tu cliente: En lugar de centrarte en las características de tu producto o empresa, enfatiza cómo tu solución ayudará al cliente a alcanzar sus objetivos. Esto hará que tu público objetivo se sienta atraído por tu solución y se sienta más dispuesto a comprar.
  5. Utilizar un llamado a la acción claro: Asegúrate de que los clientes sepan exactamente cómo pueden obtener tu solución, ya sea a través de una compra, una suscripción, una cita, etc. Es importante que tu llamado a la acción sea claro y fácil de seguir para asegurarte de que los prospectos tomen acción.
  6. Medir y mejorar continuamente: Utilizar las métricas para evaluar el éxito de tu estrategia de storytelling y ajustarla en consecuencia. Esto podría incluir medir el rendimiento de tus campañas publicitarias, el tráfico de tu sitio web y el rendimiento de tus canales de redes sociales. Utilizando esta información, podrás identificar los puntos fuertes y débiles de tu estrategia y ajustarla para mejorar tus resultados.

Ahora un poco más respecto el punto 3, crear una trama. Esta es la etapa más importante.

Crear una trama efectiva es esencial para construir una historia de marca sólida. Aquí hay algunas sugerencias sobre cómo crear una trama que conecte el problema del cliente con la solución que ofreces:

  1. Utiliza una estructura de narrativa clásica: Utilizar una estructura de narrativa clásica como la estructura de “Héroe” de Joseph Campbell puede ayudarte a crear una trama coherente y fácil de seguir para tu audiencia. Esta estructura incluye un personaje principal que se enfrenta a un desafío o problema, se embarca en un viaje para superarlo y regresa con una solución o aprendizaje. ¿Luke SyWalker alguien?
  2. Haz que el problema del cliente sea el protagonista: Asegúrate de que el problema del cliente sea el protagonista de tu historia. De esta manera, tu público objetivo podrá identificarse con el problema y sentirá una conexión emocional con tu historia y consecuentemente tu marca.
  3. Haz que el personaje principal (tu cliente) sea el héroe: Haz que tu personaje principal sea el héroe de la historia, y muestra cómo tu solución es la clave para ayudarlo a superar su desafío o problema.
  4. Utiliza un lenguaje sencillo y fácil de entender: Asegúrate de que tu trama sea fácil de seguir y de entender. Utiliza un lenguaje sencillo y evita utilizar términos técnicos o jergas que puedan confundir a tu público objetivo.
  5. Utiliza la metáfora y los ejemplos: Utilizar metáforas y ejemplos puede ayudar a ilustrar tus puntos de manera sencilla y fácil de entender. Esto hará que tus clientes se sientan más cómodos al seguir tu trama.
  6. Asegúrate de que la trama sea coherente: Por último, asegúrate de que tu trama sea coherente y que cada elemento se conecte de manera lógica. Esto ayudará a mantener la atención de tu público objetivo y asegurará que tu historia comunique el mensaje correcto.

Con esto pueden empezar. Sin embargo, si alguien se sintió entusiasmado por lo que leyó acá, puede comprar el libro en el link de abajo para leerlo e implementar la metodología completa.

Química, por qué la capacidad de convivir en harmonía es tan importante

Un grupo de personas que interactúan de manera armoniosa logrará mejores resultados que un grupo que está en discordia. La cantidad de entornos en los que encontramos ejemplos que respaldan este argumento es grande:

  • Familiar
  • Deportivo
  • Político
  • Empresarial
  • Religioso
  • Educativo
  • Recreacional
  • etc.

No es casualidad que los equipos deportivos muchas veces atribuyen sus campeonatos a la buena “química” entre sus jugadores. Y justamente ocurre lo opuesto cuando pierden —“es que tenemos problemas en el camerino”.

Realmente no importa cuál sea la finalidad de un grupo de personas, la capacidad de colaborar y mantener un ambiente agradable entre sus miembros es una habilidad importante que se debe desarrollar si se quiere llegar lejos.

Desde que nacemos estamos expuestos a la realidad de que los seres humanos no podemos subsistir solos. A mí me gusta llamarle interdependencia a esta ley natural. La cosa es que a pesar de que la capacidad de convivir en harmonía es necesaria para subsistir, nadie nos enseña cómo desarrollarla. Muy pocos de nosotros hemos construido la habilidad de convivir y colaborar con los demás conscientemente.

Pareciera ser un chiste pero la gran mayoría de personas aprendemos a convivir en harmonía (o en falta de) por imitación. Simplemente copiamos los comportamientos que vemos a nuestro alrededor. Lastimosamente los comportamientos que la gran mayoría de nosotros tenemos a nuestro alrededor no son muy harmoniosos que digamos.

Creo que vale la pena detenernos un momento y pensar cómo queremos que sean nuestras interacciones en cada una de las áreas más importantes de nuestras vidas. Con esta visión clara, podemos empezar a dar los primeros pasos hacia vivir vidas un poco más harmoniosas, productivas y felices.

Creo que…

Hay días en que me pregunto si estaré solo o si habrán millones de personas allá afuera que comparten mi sentir. Pareciera ser que a pesar de estar en medio de tanta gente estoy rodeado por paredes invisibles que me alejan de los demás. La sensación de exilio es bastante real.

Ya no sé si aún habrá algo de todo lo que pienso que tenga sentido alguno. No sé si es mi manera de ver el mundo la que está torcida o es el mundo en sí el que está perdiendo la cordura. ¿Seré yo él loco o estarán locos todos los demás?

Creo que ser feliz es una decisión y que no hay nada en este mundo que pueda quitarnos esa decisión.

Creo que enseñar es la mejor manera de aprender.

Creo que la vida no es fácil pero que tampoco es difícil. La vida es un experimento que se debe disfrutar, eso es lo que no podemos olvidar.

Creo que la libertad y la confianza pueden lograr más que la fuerza y la cohersión.

Creo que la responsabilidad es el camino más directo a la felicidad.

Creo que mientras menos necesitamos de los demás, más los podemos apreciar. Nadie puede apreciar a aquel del qué se siente dependiente.

Creo que los sueños que nos evaden se nos escapan por el miedo que tenemos de llegarlos a alcanzar.

Creo que hablar es más fácil que hacer —pero hacer no es es tan difícil cuando se tiene un poco de convicción.

Creo que la gran, gran mayoría de personas son buenas.

Creo que todas las personas usualmente tienen buenas intenciones.

Creo que los caminos de la persistencia y la perseverancia nos llevan a un reino lleno de libertad.

Creo que el mundo es maravilloso y que todo lo que nos hace falta para poderlo disfrutar es quitarnos las vendas que alguien más nos puso sobre los ojos cuando éramos muy pequeños.

Y finalmente, creo que voy a estar escribiendo más seguido.

¡Qué bien se siente escribir!

Estamos dormidos y el abecedario nos lo puede demostrar

A,b,c,d,e,f…. Todos nos lo sabemos de memoria. La N va después de la M y la Z lo termina todo. Antes de la Q va la P. El abecedario es cómo es y así funciona bastante bien. Pero…

Quiero que se tomen un par de minutos y que se imaginen que por alguna razón tuviéramos que cambiar el orden de las letras del abecedario. Quédense conmigo, solo es un experimento mental.

¿Qué tanto esfuerzo tendríamos que hacer como sociedad para institucionalizar un nuevo abecedario con las mismas letras solo que en diferente orden? Creo que nos llevaría al menos unas cuantas generaciones lograr el cambio. Mi impresión es que sería un esfuerzo titánico.

Ahora, visualicen la R después de la G. Véanla en su mente. Si son como la mayoría de personas, tan solo pensarlo les genera una fuerte reacción. “La R no vea después de la G. La R va después de la Q y después de la G va la H”, se están diciendo muchos de ustedes. “La R simplemente NO va después de la G”.

Pero la realidad es que las letras del alfabeto no están en el orden que las aprendimos por una razón práctica en particular. El orden es mayormente aleatorio. Una casualidad. Algo que a alguien se le ocurrió. Después todos nos pusimos de acuerdo en que eso estaba bien y empezamos a cantar al unísono:

Y así, durante miles de años el proceso se repitió. Una persona le enseñó el orden a otra. Y el a,b,c se fue propagando por todo el mundo. El a,b,c se volvió en una forma de vida. Se volvió nuestra incuestionable realidad.

Tener este orden (pero en realidad cualquier otro orden hubiera funcionado) es una de las cosas más maravillosas que el ser humano ha descubierto porque nos ha permitido comunicarnos de manera escrita. No estoy discutiendo eso.

Lo que quiero decirles es qué tenemos que pensar. Estamos dormidos. Aceptamos todo tal y como nos lo dicen. No cuestionamos. Nuestros padres, maestros, amigos, guías espirituales y la sociedad nos dicen cómo “son” las cosas. Pero muchas veces las cosas no son como nos dicen que son y eso nos causa mucho sufrimiento en nuestras vidas. Les digo esto porque quiero que haya menos sufrimiento en el mundo.

Al igual que resulta casi imposible ver la R después de la G, hay tantas otras cosas que no podemos ver de manera distinta porque siempre hemos creído que así son. Así nos las enseñaron.

Pero, ¿Y qué tal si hay cosas en nuestras vidas que realmente pudieran funcionar mejor si tan solo las ordenáramos de otra manera?

Cuestionalo todo. TODO.

730 posts en 730 días: lecciones aprendidas, misión cumplida

Hace exactamente dos años empecé un experimento. Como sucede con todo experimento, no sabía qué iba a pasar. Ni siquiera sabía si lo iba a poder terminar. El camino se veía largo y para ser totalmente honesto, algo tenebroso.

Pues bien, acá estoy hoy aún de pie, un 7 de Mayo 2022, para compartir los resultados de mi experimento y todo lo que aprendí escribiendo 730 posts en 730 días.

La verdad es que hay muchas cosas que aprendí. Algunas son acerca de mí. Otras son cerca del proceso de cumplir una meta grande y ambiciosa. También aprendí acerca del arte y disciplina de escribir. Finalmente, también aprendí qué en el Internet hay mucha gente buena que está buscando mejorar sus vidas. Es un gusto poder interactuar con cada uno de ustedes.

Sí, este experimento dejó muchísimos aprendizajes, valió mucho la pena haberlo hecho.

Saben, cuando una está parado ante una meta grande, que incluso puede llegar a verse cómo inalcanzable, hay cierto temor que surge en lo más profundo del corazón. Aprendí qué es este miedo, y no la dificultad de lo que estamos por empezar a hacer, lo que muchas veces nos detiene y mata nuestros sueños.

Estas metas ambiciosas son las que transforman nuestras vidas. Creanme, estoy tan lejos de ser la misma persona que era hace dos años cuando empecé esto que hay aspectos de quién era que hoy ya ni siquiera puedo reconocer.

Perseguir proyectos grandes nos transforma. Para poderlos lograr tenemos que cambiar. Nos tenemos que convertir en el tipo de persona que los puede hacer. Proponernos este tipo de retos es transformacional. No es lo más cómodo del mundo pero siempre es un esfuerzo que paga los mejores dividendos. Al final, no importa si logramos el objetivo, el proceso siempre nos transforma. Eso es lo importante.

Todos los proyectos, sin importar qué tan grandes, largos o complejos sean, se pueden segmentar en pequeños pasos que son realizables. La única manera de talar un bosque es cortando un árbol a la vez. No te intimides por el bosque, siempre manten tu vista en el árbol que tienes enfrente. Como a menudo me dice una muy buena amiga, la meta se tiene que sentir incómoda e inalcanzable, tu siguiente paso siempre se debe sentir cómodo y fácil de lograr.

Lo más difícil es el principio. Romper la inercia es lo más duro. Después de unos cuantos meses uno empieza a cambiar. Las habilidades se empiezan a desarrollar. El momentum empieza a jugar favor y lo que una vez era difícil se empieza a sentir, con cada día que pasa, un poco más fácil. Con cada 24 horas que pasan, la fortaleza interna crece. Los obstáculos empiezan a desaparecer.

No hay nada más poderoso que la convicción. Cuando una persona está convencida de que quiere lograr algo, no importa cuántos fracasos encuentre en el camino, eventualmente logrará su cometido. Durante estos 730 días tuve días en que “la vida”, e incluso “la muerte”, quisieron jugar en mi contra. La convicción de querer lograr completar el experimento fue lo único que me permitió llegar hasta el final.

Escribir es algo que realmente me apasiona. Esta fue una de las principales hipótesis que quería probar cuando empecé este experimento. Desde los días que me sentaba a lamentar acerca de mi vida por medio de escribir obscuros poemas o las letras para las canciones de Kalhua, siempre me he sentido muy inspirado al momento de escribir. Hoy puedo decir que me considero un escritor, que lo hago bastante bien y que el siguiente paso es empezarlo a hacer de manera profesional.

730 días, 2 años, es una larga cantidad de tiempo. Se pueden aprender muchísimas cosas en un período de tiempo tan largo. Me llevo muchísimos aprendizajes más de los que les he compartido hoy. Creo que este post no es el lugar para compartirlos todos. Este es un día para festejar.

Hoy me llevo un Manolo cambiado, un Manolo mucho mejor. Un Manolo que sin duda alguna va a seguir escribiendo todos los días aunque de una manera diferente. Lo más probable es que no siga publicando todos los días.

Tengo la idea de trabajar sobre el material que ya he generado para hacer un libro. Esto requiere de un tipo de trabajo diferente que no involucra publicar todos los días. También quiero trabajar en mejorar el blog y hacer que los más de 1,000 posts que ya he escrito estén organizados de mejor manera y que el contenido sea más fácil de encontrar.

Finalmente quiero trabajar en hacer que mis ideas le lleguen a mucho más personas y eso implica aprender a utilizar mejor las redes sociales y la publicidad en linea. Así es que no se preocupen si mañana no ven un nuevo post. Todo está bien, solo estoy probando algo nuevo. Algo diferente. Algo un poco más ambicioso.

A todos ustedes que han estado leyendo todos los días, un millón de gracias por haberme acompañado en este proceso. Sé que todo crecimos mucho juntos.

Gracias.

Para algunos, el dinero no lo es todo

Hace unos momentos estaba leyendo un poco de noticias. Como es de esperarse, dentro de mi feed de noticias hay bastante contenido deportivo (baseball).

Entre todos los resultados del día, comentarios sobre el rendimiento de ls jugadores y mucha especulación, hubo un encabezado que me llamó mucho la atención: “José Ramírez deja millones sobre la mesa para quedarse en Cleveland”.

Aunque no es común, muy de vez en nunca hay jugadores que firman contratos “amigables” para el equipo porque les gusta el equipo en el que juegan. Hay veces que la relación con los fans es muy buena. Otras veces los jugadores se sienten muy bien con los entrenadores y la organización. Hay veces que la decisión de dónde firmar no se toma principalmente por el dinero.

El caso de Ramírez es especial. Él es uno de los mejores bateadores de toda la liga y es esperaba que manejaría un contrato por arriba de los 200 millones de dólares. Cómo se puede ver en la imagen del post, firmó por $150 millones con Cleveland.

Hay un par de cosas que hacen que el intercambio entre Ramírez y los Guardians sea tan especial:

  1. Los Guardians fueron transparentes con Ramírez y le dijeron que aunque les gustaría que se quedara a jugar con ellos no tienen el presupuesto para pagarle lo que saben qué él vale.
  2. Ramírez les respondió que que su vida sería básicamente igual si gana $150 millones ó $200 millones y que prefiere tener $150 millones en Cleveland que $200 millones en otro lado

Es cierto que los montos que manejan estos atletas elite son monstruosos y que son cantidades de dinero absurdas. A mí ni se me ocurre que haría si tuviera tanto dinero. Es más que suficiente para que cualquier persona y sus siguientes x generaciones puedan vivir muy bien.

Pero también es cierto que $50 millones o más también es muchísimo dinero. Dejarlo sobre la mesa no ha de ser fácil.

Es refrescante ver que todavía, en el mundo de hoy, hay personas para las que que dinero no lo es todo. Me resulta fácil identificarme con ellos.

“Cambiar de Cassette” es bastante caro

“Cambiar de Cassette” es una expresión que sin duda alguna revela mi edad. Aunque la expresión ya casi no se usa, lo que significa sigue igual de relevante hoy que en los 80’s.

“Cambiar de Cassette” se utilizaba para hacer referencia a aquellas situaciones en las que el cambio de contexto requiere de un cambio fuerte en la manera de pensar. Un ejemplo puede terminar de clarificar la expresión:

Si por ejemplo, yo estoy concentrado escribiendo sobre el manejo de emociones y de repente entra mi hijo y me pide que lo ayude con su tarea de algebra, entonces tengo que "Cambiar de Cassette".

Como queda claro para cualquiera que haya pasado por una experiencia como la que acabo de describir, “Cambiar de Cassette” es muy caro. Por caro me refiero a que tiene un alto costo mental. El tipo de enfoque y estado mental que funciona para un tipo de tarea no es el mismo que funciona para otra. Cambiar el estado mental y el tipo de enfoque es una tarea compleja que requiere de mucho tiempo y energía.

Estar realizando estos cambios de contexto y adecuando la mente a distintos tipos de tareas cansa el cerebro. También reduce la productividad ya que un cambio de contexto de este tipo puede requerir de hasta 20 minutos para poderse completar. Cambiar de contexto es cansado y quita tiempo.

Es por esto que muchos expertos en productividad recomiendan alocar bloques largos de tiempo ininterrumpidos (de por lo menos una hora) para hacer tareas que al menos sean similares en el tipo de contexto cerebral que requieren para poderse hacer. También, evitar interrupciones, que al final del día son “Cambios de Cassette”, es otra recomendación muy común ya que cada interrupción probablemente requiera de dos cambios de contexto (uno cuando sucede la interrupción y otro para regresar a la tarea que se estaba haciendo).

“Cambiar de Cassette” es caro. Es algo que hay que tratar de evitar.

Bloques continuos de tiempo y menos interrupciones = más productividad. Una formula simple que realmente funciona.

Un día completo

Conforme voy avanzando en mi camino de crecimiento personal, estoy empezando a medir los días más en términos de la calidad de mis experiencias que de mis resultados. Un paso a la vez estoy empezando a disfrutar lo que hago por la oportunidad de hacerlo y no por cómo me fue.

Hoy para mí, fue un día completo. Puede hacer 4 actividades que disfruté mucho:

  • Puede investigar acerca de hacía dónde va la industria del comercio conversacional y destilar lo que aprendí en una presentación. Generé varias buenas ideas para robustecer aún más nuestra propuesta de valor.
  • Pude presentarle Reach a 22 potenciales clientes. Me gusta ver como lo que hemos construido está por simplificar la vida de miles de comercios.
  • Pude ayudar a una persona que estoy “coacheando” a ver que su vida puede ser mucho más de lo que cree posible.
  • Pude jugar Softball!

Ahí lo tienen, un día completo. ¿Qué si estoy cansado? Claro que sí. Pero no todos los cansancios son iguales. El cansancio que viene de un día bien vivido siempre debe ser bienvenido.

Cuando lo que importan son las experiencias que vivimos y que tan intensamente las experimentamos, podemos garantizar que todos los días serán “buenos”.

Si podemos hacer esto día tras día, realmente viviremos una vida digna de admirar.