La Navidad es una época especial del año. Las familias tradicionalmente se reúnen y pasan tiempo juntos. Como todos sabemos, cuando muchas personas comparten tanto tiempo juntos no todo es color de rosas pero la alegría que se vive es algo muy especial.
Para mi, pasar la Navidad rodeado de familia y amigos es algo relativamente nuevo. De pequeño la gran mayoría de Navidades las pasé en compañía de un solo amigo, usualmente en su casa y un poco después ya en algún bar que estuviera abierto por ahí.
Con cada año que pasa estoy aprendiendo a disfrutar más este ambiente familiar. Debo reconocer que por momentos la incesable actividad me drena y me dan ganas de retraerme un poco. Me gusta pasar tiempo solo. Pero la gran mayoría del tiempo me pierdo entre las risas y la compañía de todos los que nos rodean. Constantemente estoy descubriendo algo nuevo en mi.
La casa de mis suegros estaba a reventar. Tuvimos la oportunidad de compartir con muchísimas personas, incluso algunas que vinieron desde fuera del país. Y así fue como las últimas dos noches paré durmiendo en el sofá. Fue muy cansado y por ratos incómodo pero vaya que nos la pasamos muy bien.
En este momento estoy cansado, muy cansado. Pero ya estoy en mi casa, descansando en mi cama. Se hace obvio que los años me están empezando a pesar pero las ganas de compartir y estar jugando hasta altas horas de la noche con los jóvenes de la familia están más presentes que nunca. ¡Así que acá vamos por muchos días más durmiendo en el sofá!