Dónde conseguir el tiempo

Todo lo que quieres que vale la pena necesita tiempo. Si tú no estás dispuesto a dedicarle el tiempo que necesita, puedes estar seguro que alguien mas si lo hará.

¿Cuántas veces has visto a alguien más lograr algo que tú querías hacer? La reacción es siempre la misma. “Yo debí haberlo hecho, yo lo iba a hacer.” Pero la realidad es que tu no lo hiciste. La otra persona sí. Ella si le dedico el tiempo, tú no.

Si quieres hacer ese proyecto que puede cambiar el mundo —o al menos cambiar tu vida— necesitas encontrar el tiempo necesario para hacerlo. Las horas no solo aparecen de la nada. Las tienes que crear tú. ¿De dónde vas a sacar el tiempo?

El tiempo que necesitas lo debes robar. “Las horas que necesitas se las debes robar a la comodidad”, escribe Derek Sivers en el artículo que inspiró este post. Qué cierto es! Cosas como eliminar distracciones, apagar Netflix y perder menos tiempo con el teléfono pueden ser las primeras cosas que puedes considerar.

También le puedes robar tiempo al miedo. Hay muchas horas disponibles escondiéndose detrás del miedo que no te deja empezar el proyecto, que no te permite tomar la decisión. Hay mucho tiempo perdido por la parálisis que el miedo a fracasar te está causando.

Suficiente tiempo perdido, ha llegado el momento de actuar.

No querer perder

No querer perder es muy diferente a querer ganar. El primero se alimenta con miedo, el segundo se fortalece con la motivación. No querer perder es buscar evitar el fracaso. Querer ganar es luchar por alcanzar el éxito.

Es cierto, la cultura en la que crecemos y muchas de las enseñanzas que recibimos desde pequeños nos condicionan actuar por miedo —si no sacas buenas notas estás castigado— y pronto olvidamos lo que se siente motivarnos con grandes retos y buscar nuestro propio éxito. Nos acostumbramos a no querer perder.

Pero no querer perder nos vende cortos. Aunque actuar por miedo es efectivo también desgasta, frustra y de cierta manera busca tan solo hacer el mínimo esfuerzo para “sentirnos seguros”. Esta no es forma de vivir.

Y es por eso que hoy escribo esto. Guatemala necesita que dejemos de jugar a la defensiva. Necesita que nos dejemos de limitar a tan solo no querer perder. Guatemala necesita que empecemos a querer ganar. Ganar con nuestras familias y ganar con nuestras empresas. Qué busquemos el éxito y un mejor país. Que no pongamos nuestras miras en simplemente llevar las cosas a cómo eran antes sino que trabajemos de manera creativa e incansable para construir un futuro 10 veces mejor que lo que cualquier de nosotros pudiera imaginar.

Al ataque!!!!

Obligación o Compromiso

Todos nos hemos sentido “obligados” a hacer algo. Al mismo tiempo, todos nos hemos sentido “comprometidos” a hacer algo. Incluso pudiésemos estar hablando de la misma cosa. Por ejemplo, un día me puedo sentir “obligado” de ir al trabajo y otro día me puedo sentir “comprometido” con ir al trabajo.
He estado pensando mucho en cuál es la diferencia entre compromiso y obligación y que enfoque nos puede ayudar generar mejores resultados en nuestras vidas.

La voluntad humana, alimentada por un compromiso real hacia un objetivo es lo que ha movido a la especie humana hacia sus más grandes logros a lo largo de la historia.

La obligación siempre es hacia afuera

Esta idea de que la obligación viene de afuera es un punto que pareciese ser obvio pero rara vez lo vemos así.
Si tomamos como cierta la idea de que la obligación siempre es hacia algo externo, entonces la preguntas obvia que nos debemos hacer respecto al sentido de obligación es:
Sí me estoy sintiendo obligado, ¿es esto algo que realmente yo quiero hacer por mi propia convicción?
Naturalmente esta pregunta desencadena una serie de reflexiones que son muy importantes de tener al momento de experimentar un sentido de obligación.
El primer paso siempre va a estar en poder estar consientes de que nos estamos sintiendo obligados a hacer algo. Si ni siquiera nos podemos dar cuenta de que nos estamos sintiendo obligados, no hay mucho acerca de lo que podamos reflexionar.
Así que una vez que estamos conscientes de esta sensación de obligación, podemos empezar a reflexionar sobre las siguientes preguntas:

  • Esto que estoy por hacer, ¿está alineado con mis valores?

Este pregunta es extremadamente importante ya que el sentido de obligación nos puede llevar, en muchos casos, a hacer cosas que normalmente no haríamos en otras circunstancias. En algunos casos incluso podemos llegar a bailar con la ilegalidad con tal de satisfacer nuestro sentido de obligación.

  • ¿Hacia quién o que me estoy sintiendo obligado?

Como ya lo mencionamos, la obligación siempre es hacia afuera. Es muy importante poder identificar hacia qué estamos generando el sentido de obligación. Esto usualmente es hacia una persona u organización que identificamos como teniendo autoridad sobre nosotros. Otras veces puede ser una regla impuesta con la que no estamos de acuerdo o simplemente seguimos por conformar con alguien más.

El Compromiso siempre es Interno

Personalmente yo experimento el compromiso como algo mucho más potente e inspirador que la obligación. Creo que esto se debe a que el compromiso nace de una convicción interna de que lo que se está haciendo está alineado con nuestras más profundas creencias de lo que consideramos que es bueno. Esto genera un sentido de propósito muy poderoso.
El compromiso también es algo más poderoso ya que necesariamente está acompañado de un sentido muy fuerte de autonomía. ¿A qué me refiero con esto? Simplemente a que al momento de comprometernos cada uno de nosotros toma la decisión íntimamente personal sostener algo que es importante para nosotros.
Para que un compromiso sea real, el motivador principal que nos lleva a querer hacer todo lo que haga falta para cumplir el cometido no puede ser miedo u obligación.
Este tipo de compromiso es inquebrantable y la fuerza más poderosa en este mundo. La voluntad humana, alimentada por un compromiso real hacia un objetivo es lo que ha movido a la especie humana hacia sus más grandes logros a lo largo de la historia.
Así que, ¿cuales son algunas preguntas clave que nos podemos hacer para evaluar si realmente estamos comprometidos con algo?

  • ¿Pasa mi comodidad personal a segundo plano respecto a el compromiso?
  • ¿Estoy dispuesto a hacer esto independientemente de que piensan otros de mí?
  • ¿Puedo dormir tranquilo en las noches si esto que quiero lograr nunca sucede?
  • ¿Me siento obligado hacia alguien o algo?

Que te está deteniendo: la falta de habilidad o el miedo?

Veo a mi alrededor y cada vez veo mas cursos especializados enfocados en cómo aprender a hacer esto y como mejorar las habilidades que se tienen para hacer aquello. Todos centrados en mejorar la capacidad técnica de las personas.

Mi experiencia ha sido que, aunque las habilidades técnicas (skills) son muy importantes, incluso necesarias, rara vez son lo que están deteniendo el desarrollo / avance de una persona. Esto aplica para cualquier área de su vida. Lo que yo mismo he experimentado, y lo he visto ya en cientos de personas, es que las limitaciones casi siempre son emocionales y muy relacionadas al miedo.

Ejemplifico con una historia de una persona que conozco.

Ella es una persona que la gusta mucho nadar. De hecho, tiene mas de 4 años de entrenar formalmente varias veces por semana en una piscina que está por acá cerca. Un entreno promedio puede estar entre 1,600 – 2,000 metros. Es bastante.

Esta persona decidió inscribirse en un mini-triatlón como parte de un equipo y hacer el tramo de la natación. Tan solo 400 metros. Pan comido, ¿no? Pues la realidad es que no. Aunque ella tenía toda la habilidad técnica para nadar esta corta distancia se retiró a los 25 metros. ¿Por qué? La competencia era en un lago, agua abierta. No había corriente ni olas. Simplemente era agua abierta y el agua estaba tan transparente que se podía ver el fondo. Sintió miedo e incapacidad de seguir adelante.

¿Que tal si no necesitamos como aprender a hacer MAS cosas? ¿Que tal si todo lo que necesitamos para potenciarnos es entender nuestras emociones y miedos para hacer lo que ya sabemos que debemos hacer?

Si quieres saber mas de como lograrlo, deja un comentario con tu correo.

Como resolver las crisis o problemas sin usar el miedo

Por momentos me impresiona lo mucho que los seres humanos utilizamos el miedo para lograr las cosas que queremos. En especial, lo hacemos mucho cuando nos vemos ante un problema o lo que muchas personas describirían como una “crisis”.

Estando al tanto de lo mucho que yo mismo utilizo el miedo como motivador y, al mismo tiempo reconociendo lo desgastante y poco sostenible que es esta estrategia, estoy haciendo un empuje bastante fuerte en Interactúa para cambiar este patrón de conducta.

Lo primero que se debe hacer cuando se quiere cambiar un comportamiento es entender de donde viene. Creo que el caso de utilizar el miedo como motivador es bastante simple. No hace falta mas que ver como estamos criando a los niños y dar un vistazo a como funciona el sistema educativo. Prácticamente la motivación con que muchos de nosotros crecimos y muchos niños actualmente están creciendo es: “evitar el dolor”.

i.e. Voy a sacar buenas notas para que mis papás no me regañen / castiguen, voy a colaborar en clase para que la profesora no se enoje conmigo, voy a ordenar mi cuarto para que mi mamá no se oponga a que salga el fin de semana, etc.

Siempre hay dos maneras de ver las cosas. De una manera positiva o una manera negativa. Muchos de nosotros hemos crecido viendo las cosas de una manera en la cual lo primero que nos preguntamos es  ¿que pasa si no hago o logro esto? Si la respuesta es algo que no nos gusta, pues entonces nos movemos.

Ahora bien, que pasaría si todo viéramos el mundo de una manera distinta. Que tal si lo primero que nos preguntáramos al tener una decisión enfrente fuera, ¿como sería mi vida si logro esto? ¿en que tipo de persona me convertiré si sobrepaso este obstáculo? ¿que clase de ser humano quiero ser? ¿cómo se impactará al mundo si hago lo correcto en lugar de lo cómodo, no por qué tengo miedo sino por que esto es algo importante para mi?

Día tras día veo que los problemas se resuelven y las cosas medio marchan hacia adelante. Pero todo esto se da a cambio de un precio muy alto: la tranquilidad de las personas que viven en constante miedo de que pueden perder si algo sale “mal”.

Me pregunto hoy, ¿que hará falta en mi y en todos nosotros para que podamos cambiar todas aquellas cosas que no están bien por qué queremos un mundo mejor y no por qué nos cagamos del miedo? ¿Quizás empezar por entender que es lo importante para nosotros sea un buen punto de partida?

La conexión mente – cuerpo y por qué no aplicamos todo lo que aprendemos

Durante años me ha dado vueltas en la cabeza la pregunta, si leo tanto y se tanto, ¿pr qué no tengo los resultados que quiero? Entiendo el material, lo puedo racionalizar y sin embargo, no lo aplico, lo aplico mal o simplemente evado hacer lo que tengo que hacer.

Este es un tema complicado en el cual seguro se puede profundizar mucho. Pero también se pueden lograr rescatar 3 ideas principales de por qué nos sucede esto.

  1. La mente no opera en el vació. Está conectada al  cuerpo. Puede ser que la mente logre comprender un texto, idea o concepto. También puede ser que aplicar lo aprendido requiera de vencer algún temor o reacción emocional que se manifiesta en el cuerpo. Si la emoción no le permite a la mente actuar, de nada sirve el conocimiento.
  2. No queremos pagar el precio que cuesta lograr algo. Tenemos el conocimiento y tenemos muy presente la ilusión de lograr el resultado y obtener lo que queremos. Luego llega la el momento de ejecutar y encontramos dificultades. El precio de dejar la comodidad para hacer lo que sabemos que tenemos que hacer es mayor que los deseos de cumplir el objetivo. De nada sirve el conocimiento.
  3. Miedo a fracasar. Esta idea es un subset de lo que mencioné en el punto 1. Desde pequeños se burlan de nosotros por equivocarnos, nos regañan si fallamos y hasta “perdemos un año” de colegio si los fallos son suficientes. Esto crea una reacción emocional muy fuerte en contra de intentar cosas nuevas. Podemos aprender mucho pero si tenemos miedo de aplicarlo en síntesis para descubrir cosas nuevas, de nada sirve el conocimiento.

Valora lo que has creado, siempre

Creo que todos los seres humanos, en un nivel muy profundo queremos crear. Construir de nuestras ideas mejores herramientas que mejoren nuestra calidad de vida. Que mejoren nuestra experiencia en este mundo.

Crear algo nuevo, algo diferente da miedo. En especial por qué muchas veces cuando estamos creando algo, nos es muy difícil separar nuestra identidad de aquello que hemos creado. ¿Que pasa si nuestra creación no es valorada o aceptada? Es muy fácil caer en la trampa de vincular esto a que somos nosotros lo que no tenemos valor o no somos aceptados. La buena noticia es que eso no es mas que un mito.

La mejor manera de llevar la vida es no perder esa ilusión de niños que nos motiva ha estar descubriendo, aprendiendo y creando nuevas maneras de resolver los problemas del mundo. Para poder lograr este estado de entendimiento es muy importante que valores todo lo que creas bajo el precepto de que vale por que tú lo creaste. Que entiendas que tiene un valor intrínseco, un valor obtenido del hecho de que te decidiste arriesgar y presentar esta nueva idea al mundo.

Seguro, esto no quiere decir que cualquier nueva idea será aceptada en el mercado y que cualquier producto será tan exitoso como los iPhones y Kindles. Este no es el caso. La realidad es que la mayoría de cosas que creemos no serán aceptadas en el mercado. Sin embargo, esto no quiere decir que no valgan como creaciones que nos ayudan a aprender y crecer.

Valora todo lo que creas, siempre!

El miedo al compromiso y como lograr tus sueños

Las cosas mas preciadas que queremos en este mundo requieren compromiso. Esta es la razón por la que creo que muy pocas personas logran alcanzar sus tan preciados sueños. En alguna parte del camino olvidamos el poco tiempo que tenemos en este mundo y decidimos olvida la grandeza de esa vida que nos espera por qué tenemos miedo de hacer lo que se requiere para obtenerlo.

Lo primero que debemos reconocer es que el mundo no conspira contra nosotros cuando queremos algo maravilloso pero que es difícil de alcanzar. Lo único que está ocurriendo es que lo que queremos alcanzar requiere de un grado de compromiso.

El compromiso no es malo pero si embargo nos genera miedo. El miedo que sentimos al comprometernos con algo viene de la incertidumbre que generamos al no saber como será nuestro mundo si dedicamos  la energía y el tiempo a lograr esto que queremos. Es miedo a no saber con claridad que deberemos sacrificar ahora que iremos tras nuestros sueños. En realidad es miedo a no saber si obtendremos el retorno de inversión que queremos a cambio del compromiso que estamos haciendo.

La única manera de poder eliminar esta incertidumbre y el miedo le sigue es estar 100% convencido de que lo que estás persiguiendo lograr  vale mas la pena para ti que lo que estarás entregando con el compromiso que estás haciendo para lograrlo.

Como mejorar tu relación con el miedo

Como primer punto hoy debemos aclarar algo. Es clave hacer notar que la noción de que una determinada persona no siente miedo no puede existir. Yendo un poco mas a profundidad, muchas veces pensamos que los guerreros, heroes, policías, figuras públicas, etc. tienen dones que van un poco mas allá que los de las personas “normales”. Muchas veces pensamos que las personas que logran cosas que a nosotros nos dan miedo simplemente no lo sienten. Falso!

La parte mas importante de todo esto es entender que todos los seres humanos sentimos el miedo, y muy probablemente de una manera muy similar.  Lo que nos hace diferentes es el tipo de relación que escogemos tener con el miedo.

Mientras que algunas personas siguen el camino de evitar sentirlo, otras entienden que sentirlo e incluso abrasarlo muy cerca les abre grandes oportunidades. Hay algunas personas que piensan que los momentos en que sienten miedo  son los peores de su vida, otras reconocen que es en esto momentos cruciales cuando se presentan las mas grandes oportunidades.

Así que para mejorar tu relación con el miedo el primer paso es reconocer que existe y que está presente en todos. No hay nadie que no sienta miedo. Como siguiente paso acepta que eres tú quien escoge que tipo de relación quieres tener con el miedo. Eres tu quien tiene el control. Y finalmente convéncete de que en los momentos en que mas miedo sientes es cuando mas cerca tienes las grandes oportunidades de tu vida. Es en estos momentos cuando debes dar lo mejor de ti.

¿Por qué es mejor hacer lo difícil al principio?

Nos gusta postponer lo difícil para el final. Lo evitamos a costa de todo. No nos gusta hacer lo difícil. Nos da miedo. Está claro que esto lo hacemos por qué tomamos las decisiones a un nivel emocional. Pero, ¿es racional dejar lo más difícil para el final? ¿Nos trae beneficios? En realidad no.

Hacer lo difícil al principio de un proyecto, negocio, etc. da una ventaja muy importante. Al fracasar al principio tenemos menos que perder. Muy al principio en realidad no hay nada que perder. Lo que sucede cuando dejamos lo difícil para el final es que en ese momento ya hemos construido bastante y ya tenemos mucho que perder. Si tenemos bastante que perder nos es mas difícil tomar los riesgos que se requiere tomar para poder lograr hacer lo que realmente es difícil.

Usualmente al principio de un emprendimiento empezamos haciendo el logo, consiguiendo el dominio, incorporando la sociedad, etc. En realidad esto no es lo que es difícil para el proyecto. Lo difícil es definir ese producto que hará que tengamos una cola de clientes allá afuera, lo complicado es saber reclutar y construir ese equipo que es indispensable para alcanzar el éxito que visualizamos para nuestra organización, etc.

Así, que paremos. Démonos cuenta que ahora al principio no tenemos nada que perder y tomemos los riesgos para poder construir la empresa con que estamos soñando!