El arte de pasarla bien a la Mark Rober

Todavía no he conocido a alguien que no la quiera pasar bien en lo que sea que está haciendo. Ya sea en el trabajo, con la familia, con los amigos, estudiando o de descanso, todos la queremos pasar bien.

Un claro ejemplo de esto es el YouTuber Mark Rober. Ex ingeniero y científico de la NASA, Mark ahora se dedica a pasársela muy, muy bien enseñándole ciencia e ingeniería a millones de personas haciendo vídeos en los cuales muchas veces involucra a sus pequeños sobrinos.

Los dos vídeos de Mark que acabo de ver con mi hijo definen el estándar de lo que es el arte de pasarla bien. Definitivamente Mark hizo bien en dejar la NASA y dedicarse a producir estos vídeos. Es obvio que su personalidad y carisma van más con los vídeos que con estar sentado en un cubículo en la NASA. Simplemente no me lo puedo imaginar trabajando allá.

Una imagen habla más fuerte que mil palabras, dicen por ahí. Mejor les comparto los dos vídeos abajo para que se inspiren a practicar el arte de pasarla bien en lo que sea que están haciendo. ¡A disfrutar haciendo lo que hacemos se ha dicho!

¿Para qué esperar a ser felices?

Esperamos y esperamos hasta que todo sale tal y cómo queremos para darnos permiso de ser felices por unos cuantos minutos.

Nos abstenemos durante años hasta que terminamos exitosamente un desgastante proyecto para poder sentirnos bien acerca de nosotros mismos durante unos cuantos días.

Pero la vida es mucho más que estos breves momentos en los que llegamos a algún destino justo y como lo imanginamos. La vida realmente es un proceso que se está desenvolviendo todo el tiempo. Es como decidimos vivir este proceso lo que determina la calidad de nuestras vidas.

No tiene mucho sentido asignar solo los breves momentos en donde “todo está como queremos” para sentirnos bien. La verdad es que todo el tiempo hay algo que no está bien y siempre nos estamos enfrentando a más de algún problema. Así que, ¿por qué no aprender a disfrutar todo el camino? Después de todo, pasamos mucho más tiempo caminando que descansando en nuestros laureles.

Si en realidad queremos disfrutar nuestras vidas, ¿Para qué seguir esperando a ser felices?

El deseo es…

“… Un contrato que haces contigo mismo de no ser feliz hasta que obtengas lo que quieras.” — Naval Ravikant.

El privilegio más grande que tiene el ser humano es ser libre. Y esta libertad incluye la libertad de decidir. Y tener libertad de poder decidir incluye poder decidir bajo qué circunstancias se quiere ser feliz.

Cada instante que una persona no es feliz es por decisión propia. Nunca es por las circunstancias que está viviendo. Es por qué ha agregado su toque personal a la realidad y este toque personal no encaja con la realidad.

Supongamos que el Real Madrid le gana un partido de Champions al Barcelona. Los aficionados del Madrid están felices con el mismísimo resultado por el cual los aficionados del Barcelona están tristes. Lo único que ha cambiado es la decisión que cada uno ha tomado sobre qué quiere que ocurra para ser feliz —en este caso, que gane su equipo.

No creo que haya programación alguna en el ADN humano que dicte que el equipo al que se le va debe ganar para que la persona pueda ser feliz. Me rehuso a creerlo. Mas creo que esto es un comportamiento aprendido. Y todo lo que se aprende se puede desaprender. La misma situación ocurre con todo lo demás que nos “previene” ser felices.

Otro ejemplo. Digamos ahora que tu pareja te deja. Ya no puedes ser feliz. ¡Jamás lo podrás volver a ser! ¿Pero qué ocurre con el paso del tiempo? El deseo por recuperar esa relación se desvanece y decides que ya no necesitas a esa persona para ser feliz. Dejas tu apego. La capacidad de poder ser feliz sin la relación regresa a tu ser. Incluso a lo mejor hasta encuentras otra pareja. Nunca necesitaste la relación para ser feliz. Tan sólo te convenciste que la necesitabas para ser feliz.

Así que ser feliz es una decisión. Es cuestión de decidir qué “necesitas” para ser feliz. Mientras más corta sea la lista de cosas que crees que debes tener para ser feliz, más probabilidades tendrás de tener una vida feliz. Es hora de empezar quitar ítems de tu lista.

El truco más formidable de la mente

La mente es realmente impresionante. Prácticamente no hay nada que no pueda hacer. Si vemos a nuestro alrededor, todo lo que la humanidad ha construido es producto de la mente humana.

Empezando con el lenguaje, pasando por la matemática y finalizando con la expresión artística, no hay nada creado por el hombre que no tenga su origen en el poder de la mente. La mente tiene muchos trucos como poder hacer que sintamos un olor con tan solo recordar un lugar, nos puede ayudar a motivarnos al recordar un resultado positivo y nos permite imaginarnos cosas que aún no existen para que las podamos construir. La mente realmente es maravillosa.

Pero, ¿saben cuál es el truco más formidable de la mente? Nuestra mente nos puede convencer de que necesitamos de algo, cualquier cosa, para poder ser felices. Me parece increíble que la mente puede llegar a hacer esto y así causar tanto dolor y sufrimiento.

¿Alguna vez has perdido algo y te dijiste que nunca podrías ser feliz sin ello (una relación, un trabajo, una posesión, etc.)? Y luego pasó algo de tiempo y zas, volviste a ser feliz sin tenerlo. Tal vez ni te diste cuenta del cambio pero sí, pudiste volver a ser feliz sin aquello que considerabas esencial para tu felicidad. Esto nunca lo podrías haber creído así en el momento en que lo perdiste.

Puede ser que lo olvidaste, lo lograste sustituir, ¿o que se yo?, el punto es que nunca realmente lo necesitaste para ser feliz. Todo el tiempo estuviste engañado por tu propia mente y tu programación para creer que necesitabas de eso para ser feliz.

Este tipo de creencias se llaman apegos. Un apego es justo eso, una falsa creencia de que necesitamos de algo o de alguien para ser felices. Los apegos nunca son reales y no son más que historias muy enraizadas en la programación de nuestra mente que nos hacen creer que nuestra felicidad depende de que las cosas en el mundo exterior ocurran de cierta manera.

Así que ahí lo tienen. El truco más formidable de la mente no es ni el cálculo matemático ni el álgebra lineal ni la capacidad de escribir la divina comedia o de construir un rascacielos. El truco más formidable de la mente es hacernos creer que nuestra felicidad depende de algo más que nuestras propias ganas de ser felices. ¡Increíble!

Lo que todos queremos

Nadie quiere una vida llena de dolor y miseria. Nadie quiere cometer un error tras otro. Nadie quiere destruir las relaciones que le dan sentido a su ser. Nadie quiere cargar las cruz del enojo y la ansiedad. Nadie quiere sentir temor y temblar en su interior.

Todos queremos ser felices. Queremos sentirnos bien y pertenecer. Queremos relaciones significativas y experimentar paz interior. Queremos saber qué lo que hacemos es importante y que estamos utilizando bien el tiempo que se nos dá. Queremos estar cerca de las personas que nos importan y dejar de sentir miedo en el corazón.

Lo único que todos queremos es estar bien.

Un momento para sanar

Un pasatiempo que sabe aliviar el corazón. Un grupo de amigos y el sonido de la risa de los niños bañándose bajo el sol. La mañana hoy empieza muy temprano y la ilusión de volver a jugar beisbol se despierta en el corazón.

Pareciera ser que no ha sido tanto tiempo. Todo vuelve a sentirse tan normal. Los meses que hemos pasado esperando este momento desaparecen en un instante al escuchar el añorado “Playball!”. Al igual que la plática con un viejo amigo con el que no te has visto en años, todo se siente tan natural. Acá es donde debemos estar.

Hoy tuvimos un momento para reponer. Fue un momento para sanar. Cada uno de nosotros ha hecho lo que le ha tocado hacer. Nos ha tocado vivir tiempos difíciles que sin duda alguna no están por terminar. Pero si algo pudimos recordar hoy es que el beisbol no se ha olvidado ni de nosotros ni de nuestros hijos. Hoy recordamos lo que es salir al aire libre y respirar felicidad. Hoy recordamos lo que es jugar beisbol!

Las condiciones para ser feliz

Hoy voy a escribir un poco acerca de la felicidad. Quiero que hablemos de manera muy honesta del por qué la mayoría de personas no son felices.

Al preguntarle a alguien si quiere ser feliz, podemos tener por seguro que prácticamente todos nos responderán que sí. Creo que las respuesta es sincera. Casi todas las personas —al menos aquellas sin algún problema mental— quieren ser felices. Sin embargo, hay algo que no pueden ver.

¿Y entonces? Si casi todos quieren ser felices, ¿por qué tan pocos lo logran? ¿Por qué estamos rodeados de tanta tristeza?

Les aseguro que muchos de ustedes van a rechazar la respuesta. Pero es la verdad y aceptarla es el único camino hacia la verdadera felicidad.

No somos más felices porque le ponemos condiciones a nuestra propia felicidad. Por ejemplo, si me dices que lo que más quieres es ser feliz, te voy a creer. Luego te voy a preguntar por qué no eres feliz. “Por qué mi novio me dejó”, me podrías responder. Ok. Osea que lo más importante para ti es estar con tu novio, no es ser feliz. Quieres ser feliz pero solo si tu novio está contigo. No crees que puedes ser feliz sin tu novio. Crees que la felicidad viene de estar con él. Mentira.

Condicionamos la felicidad a tantas cosas. Esta es la verdadera razón por la que hay tan poca felicidad en el mundo de hoy. Sí, quiero ser feliz pero solo si mi novio está conmigo. Quiero ser feliz pero solo si me dan el nuevo puesto de trabajo. Quiero ser feliz pero solo si me dan el aumento. Quiero ser feliz pero solo si tengo el auto nuevo. Quiero ser feliz pero solo si gana mi equipo. Quiero ser feliz pero solo si termina la cuarentena. Quiero ser feliz pero solo si los demás me ven como hábil y capaz. Etc.

La verdad es que nosotros mismos creamos una gran lista de condiciones que se debe cumplir para poder ser felices. Estas condiciones se llaman apegos. Un apego es cualquier cosa que crees que necesitas tener o que debe ocurrir para poder ser feliz. El camino a la verdadera felicidad es dejar ir los apegos.

Cada apego que dejas ir es una condición menos que se tiene que cumplir para que puedas ser feliz. Cuando dejas ir todos tus apegos, no hay nada en este mundo que te pueda impedir ser totalmente feliz. Este será el momento en que habrás llegado.

Historias de mi niñez. Locura en Big Wheel!

 

He de haber tenido entre 5 y 6 años. Era el ansiado día de Navidad. Había un ambiente de emoción y anticipación en el aire. Como así todos los niños de esa edad, la Navidad prácticamente se reducía para mi a “que me ira a traer Santa”. Lo recuerdo como si hubiera sido ayer.

Finalmente, llegó el momento. Sentía que ya no podía esperar más. Ahí estaba bajo el árbol. Un triciclo Big Wheel. Hecho del plástico mas brillante que jamás hubiera visto.  Los tonos de azul, amarillo  y rojo llenaron de ilusión mi corazón. Por fin tenía esta máquina, este veloz amigo que algún día me llevaría de los confines de “la cuadra”.

Pasaron un par de días y cada vez usaba mas mi Big Wheel. Me lo estaba disfrutando como nunca. Y con cada hora que pasaba la casa parecía un poco mas chica. Las paredes no me permitían ir tan rápido como yo lo hubiera querido. Los pasillos de la casa de mis papás, mis pistas de carrera, ya no eran suficientes.

Y entonces un día sucedió. Mis papás se habían ido a trabajar. Realmente no recuerdo quien se quedó a mi cargo. Lo único que puedo recordar es que decidir montarme a mi Big Wheel y decidir irme hasta el trabajo de mis papás. Solo así, sin avisar a nadie y a duras penas entendiendo como iba a llegar vivo hasta allá. Definitivamente me fui sin la mas remota idea de lo peligrosa que mi aventura era realmente. Imagínense: un niño de 6 años, en la calle con tráfico en su Big Wheel. Que estaba pensando!

En fin,  agarré camino y salí de mi casa. Empecé a pedalear y 1.2 kilómetros después aparecí, milagrosamente ileso, en el Super Centro Vista Hermosa en la tienda de mis papás. Con una cara de orgullo les dije ”hola! me viene en el Big Wheel!”. Recuerdo vivamente la sensación de logro y satisfacción que sentía. Aún recuerdo lo rápido que pensaba que iba por las calles!

Ahora bien, les dejo a la imaginación de cada uno de ustedes como respondieron mis papás!

El recorrido!

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Google Map Interactivo

Como es que imaginar la muerte de un hijo puede devolverle la magía a la vida

“Recordar que voy a morir pronto es la herramienta mas importante que he encontrado para tomar las mas grandes decisiones en mi vida”
–Steve Jobs

“En el acto de besar a tu hijo cada noche, reflexiona en silencio sobre la posibilidad de que el o ella pudiese morir mañana.”
— Epicteto (Filósofo Estoico)

Las estaciones cambian una y otra vez. Ya son bastantes vueltas al sol. Cada nueva vuelta trae consigo nuevas experiencias, y, si estamos dispuestos a escuchar, aprendizajes. Conforme he acumulado mas aprendizajes mi capacidad de estar presente poco a poco a ido despertando. Algunas de las cosas que he podido percibir son:

  • Realmente no he sido tan agradecido por lo que he podido tener en este mundo.
  • Muy en el fondo no creo que vaya a morir y siento que tengo tiempo para todo. Lo calificaría como una leve indiferencia a la vida.
  • Tengo un potencial infinito. Estoy empezando a ver lo mucho que puedo aportar al mundo, algo que durante años sistemáticamente he querido seguir negando.
  • Mi visión del mundo por momentos puede ser de escasez y me cuesta pensar a lo largo de las líneas de la abundancia y la oportunidad.

No se si alguno de ustedes ha tenido pensamientos similares y a la vez creo que es muy humano experimentar este tipo de  reflexiones.

Bien, resulta que no podemos llegar a un lugar que no podemos ver. Ver algo significa que podemos hacer algo para cambiarlo. Es hora de cambiar. Entren los estoicos.

Visualización Negativa

Esta es una práctica milenaria que fue desarrollada y practicada por los estoicos con el fin de lograr acercarse mas a la plenitud de vida. Los estoicos se dieron cuenta que todos perseguimos metas en la vida. Y una vez logramos las metas, queremos más. Pareciese ser que el ser humano es insaciable en este aspecto. Esto nos pone en un circulo vicioso de lograr para sentirnos bien y no sentirnos bien al llegar a la meta para empezar de nuevo y tratar de lograr mas. ¿Les ha pasado? La plenitud no está en los logros externos. El proceso de visualización negativa está diseñado para romper este circulo y acercarnos a la plenitud.

La Receta

La técnica en si es sumamente simple. Consiste en pasar varios minutos cada día imaginando y conectando con el escenario en donde has perdido las cosas que mas valoras. Es imaginar de una manera muy realista y detallada que has perdido tu trabajo, que tu casa y todas tus pertenencias se quemaron, que tu pareja y familia te han dejado o que has perdido la vista, la audición, tu movilidad o alguna de tus extremidades.

Se que esto puede sonar algo macabro. Aguantemos y sigamos adelante. Tiene sentido, creanme.

Los estoicos entendían que todo lo que tenemos en esta vida está en “prestamo” y la realidad lo puede tomar de vuelta cuando quiera. No tenemos derecho a mucho. Epicteto sabía que nuestros hijos son prestados en “este preciso momento” no de manera inseparable o para siempre. He de ahí la recomendación:

“En el acto de besar a tu hijo cada noche, reflexiona en silencio sobre la posibilidad de que el o ella pudiese morir mañana.”

Han escuchado la expresión: “vive tu vida como si hoy fuera tu último día”. Viene de Seneca, otro gran filosofo estoico. Seneca no nos está recomendando que dejemos nuestras responsabilidades y que nos dejemos ir en búsqueda de placeres inmediatos. No. Nos está invitando a que cambios nuestra manera de ver nuestras vidas. La manera en que pensamos.

Puede ser que ya estemos viviendo el sueño que una vez tuvimos. Sin embargo, en algún momento del camino nos adormecimos a las bendiciones que hemos recibido y todo lo que hemos logrado. La visualización negativa le devuelve el sabor nuestros sueños. Nos devuelve la apreciación que tanto ansiamos sentir por todo lo que tenemos. El objetivo de esto es que cada día que despiertes puedas realmente apreciar todo lo que ya tienes en tu vida. Por poco que esto sea.

Recuerda, no necesitamos pasar por una catástrofe para apreciar nuestra vida. Un terremoto no tiene que destruir tu casa para que cada vez que llegues estés sumamente agradecido de que ahí está. Tu hijo no tiene que morir para que quieras sobrepasar el cansancio del trabajo y pasar tiempo de calidad con el o ella. Practicar un poco de visualización negativa es un muy buen primer paso para recuperar esas conexiones profundas a las personas y objetos que nos rodean y conforman nuestras vidas.

Pruébenlo.

  • La próxima vez que su hijo/a esté haciendo un berrinche recuerden que puede ser la última vez que lo vean hacer un berrinche por qué nada garantiza que siga con vida mañana.
  • La próxima vez que tengan una reunión tensa con alguien en el trabajo o algo recuerden que puede ser que la empresa quiebre hoy y mañana no tengas trabajo.
  • La próxima vez que estén en tráfico, imaginen lo que sería no tener carro e ir en ese bus al lado del cual las personas van colgando y tardará otras 3 horas (con suerte) en llegar a su destino.
  • La próxima vez que te quejes porque el elevador va lleno está parando en cada piso, imagina que el elevador cayera y mañana ya no estarías aquí.

Yo en particular he trabajado bastante con mi familia y la relación que tengo con ellos. Realmente he sentido una diferencia muy grande al recordar cada día que me despido de ellos que pudiese muy bien ser la última vez que los veo con vida.

Mi dependencia al café y como tener una vida mas feliz

Estoy con un fuerte dolor de cabeza. Es un dolor de cabeza que usualmente experimento cuando viajo por largo tiempo. La verdad, hasta hace poco me pude dar cuenta de que es lo que realmente lo causa: mi dependencia a la cafeína.

Ayer tuve un horario fuera de lo normal, solo tomé café temprano por la mañana. Luego, a las 10:00pm que volví a tener acceso a café me vi con el siguiente dilema: o tomo café ahora y no podré dormir o me duermo ahora y manejo el dolor de cabeza mañana. Opté por el dolor de cabeza. Verme en esta situación tan fuera de control para estar bien me llevó a las realizaciones que comparto a continuación.

Durante años me conté muchas historias de por qué el dolor. Cambio de zona horaria, dormir mucho, dormir poco, etc. Todo esto simplemente no es cierto. Me hacia falta detenerme y ver las  cosas como son. Sino tomo al menos 3 – 4 tazas de café o espresso en 24 horas me duele la cabeza. Dependo de la cafeína.

He estado pensando mucho al respecto de como esta dependencia al café se relaciona a la felicidad que podemos llegar a experimentar en la vida. También he estado leyendo mucho de la filosofía estoíca de vida. Y he llegado a la conclusión que mientras nuestro bienestar (físico: dolor de cabeza o emocional: que tan feliz estoy) dependa de algún factor externo (físico: café emocional: como me tratan los demás por ejemplo) la calidad de vida que tendremos siempre se verá limitada por estos factores externos.

Entonces la analogía se vuelve en , ¿que tal si poco a poco me quito la dependencia al café?  Pues ya me puedo sentir bien y no tener dolor de cabeza independientemente de si tengo acceso a cafe o no. Soy mas libre. Elimino la dependencia y tengo mas control de como estar bien. es lo mismo con otras áreas de la vida, si no necesito que las demás personas me traten de x o y manera, podré estar bien independiente de como otras personas me traten.

Creo que lo mismo aplica a todo e la vida. Necesito del nuevo carro para sentirme exitoso. Necesito esto o aquello para sentirme completo. Que tal si todo esto simplemente no es cierto.

¿Que tal si lo que realmente necesitamos para tener vidas mas felices es eliminar todas esas dependencias que nosotros mismos hemos creado a cosas externas, ajustar nuestras expectativas y aprender a vivir disfrutando nuestro mundo interior?