Sombra y luz

¿Qué es una sombra? No es nada más que la ausencia de luz. ¿Cómo puede ser que algo sea la ausencia de algo más? Es imposible para la sombra existir sin que primero nazca una luz. Y aún así, es la sombra la que le permite a la luz relucir sobre el contraste de colores que solo ella puede generar.

Es una danza hermosa, esta entre la sombra y la luz. Por momentos pareciera ser que son uno mismo. Por momentos son tan distantes que no resulta difícil pensar que uno de ellos viene de un mundo lejano y remoto. Sin importar cómo se perciba en un momento dado, lo que es innegable, es que uno no puede existir sin el otro.

Este tema de la sombra y la luz es algo así como el resto del mundo natural que nos rodea. Estamos inmersos en un mundo lleno dude fenómenos totalmente distintos que juegan entre sí para crear experiencias verdaderamente únicas. Nos movemos entre un océano de personas totalmente diferentes que con sus distintos puntos de vista y contrastantes convenciones culturales nos enseñan lo que es ser un ser humano. La montaña no puede existir sin el valle al igual que la luz no puede existir sin la sombra al igual que yo no puedo definirme sin tenerte a ti.

La diferencia entre valor y virtud

Un valor es apenas una creencia. Una virtud es algo que activamente se vive o se busca alcanzar. Una de las razones por las que la mayoría de esfuerzos de establecer “valores corporativos” fracasan es por qué se enfocan en creencias y no en acciones.

Para lograr un cambio cultural real en una empresa el enfoque se debe dirigir a los comportamientos de las personas que conforman el equipo, no hacia sus creencias.

Por ejemplo, un CEO puede creer que la puntualidad es una buena idea. Él puede transmitirle la creencia del valor de la puntualidad a la organización y reforzar el mensaje todos los días. Sin embargo, el enfoque está centrado en el valor de la puntualidad. Es intangible y difícil de implementar. Es muy probable que las acciones que se vevirán en la empresa estén fuera de alineación con el valor.

¿Pero qué pasa si el CEO decide vivir la virtud de la puntualidad? Esto implica acción y un compromiso tangible con comportamientos relacionados a la puntualidad. Las métricas y retroalimentación que reciban todos dentro de la empresa, incluyendo al mismo CEO, estarán diseñados para reforzar que se viva la puntualidad. Habrán premios por ser puntual y reprimendas por no serlo.

Existe la posibilidad que la empresa no sea la más puntual del mundo, pero todos los días se buscará mejorar y existirá una búsqueda constante en mejorar la puntualidad dentro de la empresa. Es un proceso activo.

La distinción en realidad es simple. Establecer un valor en una empresa es un anhelo. Es agua tibia y no implica un compromiso más allá de decir que “así es como nos quisiéramos comportar”. Por el otro lado, implementar una virtud es hacer un compromiso para modificar comportamientos en las personas y luchar para que esa virtud se viva todos los días en todas las áreas de la empresa.

Libro recomendado para profundizar en el concepto:

El regalo de exigir

Ser exigente y pedir lo mejor que alguien más puede dar es más fácil para algunas personas que para otras. Pareciera ser que para la gran mayoría es algo bastante incómodo y difícil de hacer. Espero con las siguientes palabras facilitarles el proceso.

En la cultura occidental hay una creencia muy arraigada que ser exigente de alguna manera equivale a ser una persona mala o ser intransigente. En el caso particular de Guatemala la expresión que viene a la mente es “ser mala honda”.

Esta dificultad de poder ser demandante —dentro de obvios límites éticos— limita mucho el desarrollo de un grupo de personas. La falta de exigencia afecta tanto a las personas que no exigen como a aquellas que no se les está motivando a dar lo mejor que tienen dentro.

Y es esto precisamente lo que es exigir —invitar a alguien a estar inconforme y buscar dar más. Es un reconocimiento abierto de que la persona lo puede hacer mejor. Es una inconformidad sana que busca crecimiento personal. Es un regalo.

Es un regalo por qué para que alguien llegue a exigir y “subirle la barra” a otra persona se tuvo que incomodar. Tuvo que pasar por el proceso de sentir ese nudo en la garganta y las mariposas en el estómago que todos sentimos cuando le vamos a decir a alguien que lo que hizo no está a estándar y que lo debe hacer mejor. El regalo es cada vez más especial conforme el rendimiento que se exige va subiendo de nivel.

Exigir es una calle de doble vía que beneficia a todos los involucrados. La persona que da el regalo de exigir recibe el privilegio de desarrollar y crecer a otra persona que quiere crecer. La persona a la que se le exige recibe el regalo de que alguien más le tenga suficiente aprecio como para incomodarse por ayudarlo a crecer. Exigir es un maravilloso intercambio cuando se sabe hacer bien. Empieza a crear un cultura de exigencia.

La cultura de emprendimiento acá en San Francisco

Es increíble la cultura de San Francisco. En especial la manera en que se manejan los negocios y la tecnología. La energía y la intensidad de las personas es muy alta. No al nivel de la locura que se vive en New York. Se siente un ambiente mas enfocado y sano.

Estoy ahora en el aeropuerto esperando mi vuelo de regreso a Guatemala. La sala de espera del Gate tiene mas conexiones de electricidad para cargar computadoras y teléfonos que toda nuestra oficina (3 empresas). También está muy bien pensada la ubicación de cada uno y es muy cómodo y fácil conectarse. Se puede decir que muchas áreas públicas de San Francisco ofrecen ambientes de trabajo de alta calidad si se quiere trabajar en una computadora.

El internet que estoy usando para postear da mas de 20 MBs de velocidad y es 100% gratis.  Lo mismo se da en downtown  San Francisco. Hay acceso a internet público en todas las calles y  de gran calidad.

Hace un par de días estaba desayunando en Peet’s Coffee and Tea. La persona que estaba al lado mío entrevisto 3 programadores en los 35 minutos que me tomé mi café. Le doy puntos extras por qué se tomó un latte con cada programador que entrevistó.

Otra cosa interesante en las cafeterías es la circulación de unos periódicos locales 100% enfocados en tecnología. En otro post escribiré de un artículo muy bueno que leí sobre si tanta tecnología nos está haciendo mas tontos o mas inteligentes. Todo mundo está hablando de tecnología todo el tiempo.

Tuve la oportunidad de entrar a las oficinas de una empresa bastante grande con la que vamos a empezar a trabajar. También fui al Campus de Apple, vi las oficinas de PubNub y una sucursal de Yahoo. ¿Que tienen todas las oficinas en común? Que desde la entrada al edificio de percibe la cultura y la identidad de cada empresa. Se escucha desde una cuadra antes, somos Apple y esto es lo que hacemos…. Así hacemos las cosas acá.

image from officesnapshots.com

En  las oficinas que pude ver es distintivo ver que todo, pero creanme todo, está diseñado alrededor de la imagen corporative de la empresa.  Hay un fuerte énfasis en áreas comunes de trabajo, colaboración y fortalecer la identidad de la empresa.

Este tema de la identidad me llamó mucho la atención en San Francisco. Desde las personas en la calle, que, con la ropa que usan, la manera en que caminan y las conversaciones que tienen, definen quien son, hasta las empresas de mas de 500 personas que con sus valores, principios y visión definen su razón de ser, todos saben muy bien que quieren y adonde van. Es la cualidad mas marcada de la ciudad.

En fin, acá es fácil tener acceso a internet de alta velocidad. Es fácil cargar todo en  cualquier momento. Las personas están comprometidas con su visión / identidas y se mueven a un ritmo muy rápido pero sano. Existen fuentes de información locales muy buenas que fortalecen el ecosistema de tecnología y emprendimiento, uniendo a la comunidad.

Insisto, lo  mas importante de todo es que las personas tienen una fuerte identidad de quienes son. La empresas les permiten expresar esa identidad a travez de la creación de productos. Cuando estas personas se juntan entre si para formar empresas, las empresas tienen una fuerte identidad. Y cuando se junta esta identidad con convicción y un gran acceso a tecnología, información y talento, lo que se tiene es mucha innovación que genera grandes productos y servicios que mueven al mundo hacia adelante.

Me gustó mucho pasar un par de días por acá.

Un tip muy práctico para crear y mejorar la cultura de tu startup

Crear la cultura de una empresa no es algo que pasa de un día para el otro. Requiere de mucha comunicación, bastante repetición y la definición de una brújula en cuanto a los valores que definen la cultura.

En si, crear la cultura de tu startup no es muy diferente a hacer ejercicio. Cuando empiezas a hacer ejercicio no ves los cambios. No te das cuenta de cuando empiezas a bajar la grasa y crear músculo. No ves cambio de una día para el otro. Tan solo un día te das cuenta que estás mucho mejor.

Lo mismo pasa con la cultura. Debes repetir el mensaje constantemente todos los días. Debes tenerlo siempre presente y constantemente trabajar en ello. No veras el cambio de una día para el otro. No tendrás resultados mágicos. Lo que si, un día veras a tu alrededor y tendrás la grata sorpresa de ver que la cultura en tu startup cambio.

Si, crear la cultura de una startup es como hacer ejercicio.