Tips para CEOs: Estar en el camino correcto no es suficiente

¿Cuánto tiempo puede pasar hasta que se encuentre el camino correcto? Pueden ser años, sino es que décadas. Encontrar el camino correcto es lo primero, pero definitivamente no es lo único.

Incluso, aunque vayas por el camino correcto, la competencia siempre te puede destrozar si vas a un ritmo lento. El destino de tu empresa puede ser aún peor si lo único que estás haciendo es sentarte a contemplar lo maravilloso que es el camino que crees que solo tu has encontrado.

Estar en el camino correcto no es suficiente, también se necesita llevar un buen ritmo. Especialmente cuando se es líder y se está abriendo brecha en un nuevo mercado. La competencia siempre está atrás viendo lo que haces y cada paso qué das les trae más visibilidad de lo que estás haciendo. La única manera de escapar es ir más rápido que ellos.

Sí, encontrar el camino correcto es muy importante. Nadie quiere caminar para donde no es. Esto es a lo que muchos le llaman estrategia. Es necesario tener una buena estrategia pero debo recalcar una vez más, una buena estrategia no es suficiente. También se debe recorrer el camino correcto a un ritmo mas acelerado que el de la competencia. Esto es a lo que mucho le llaman capacidad de ejecución.

Como CEO es muy importante que tengas un ojo puesto en que la empresa vaya por el camino correcto (estrategia) y el otro en que la empresa vaya más rápido que la competencia (capacidad de ejecución). Solo así podrás estar seguro que llegarás de primero a donde quieres llegar.

Maximizar el tiempo durante las reuniones de equipo

La especialización en las empresas es algo muy importante. La combinación de habilidades especializadas es la razón por la cual las empresas y los equipos existen. Si hacemos una analogía con los deportes lo podemos entender mejor. Un portero se especializa en prevenir goles, un delantero se especializa en hacer goles. Un equipo de futbol conformado por solo delanteros nunca ganará un campeonato.

El manejo de la especialización dentro de una empresa es algo complejo. La especialización requiere de objetivos específicos y muy bien definidos. Esto hace que la colaboración con otras áreas de la empresa cuyas especialidades y objetivos son diferentes sea difícil.

Cuando hay un director en una empresa que tiene líderes de equipo a su cargo debe asegurarse de maximizar el uso del tiempo de sus reuniones de equipo. Uno de los principales errores que se cometen en relación a esta administración de tiempo es la estructuración de dichas reuniones. Estas reuniones de equipo usualmente reúnen a todos los líderes de equipo que le reportan al director para tratar temas específicos de cada uno de ellos. Esto es una pérdida de tiempo.

Como hablamos al inicio, la especialización es extremadamente importante. También lo es la coordinación. Es por esto que recomiendo sostener dos tipos de reuniones de equipo, una general con todo el equipo (reunión de coordinación) y otra especializada con cada uno de los equipos asignados a un objetivo en particular (reunión de seguimiento especializado).

Los beneficios de tener estos dos tipos de reuniones son muchos, siendo el principal el aprovechamiento del tiempo. Si hay algo que todos deben saber se ve en la reunión de coordinación. El seguimiento de avances y cumplimiento de objetivos particulares se ve específicamente con los líderes a cargo de los mismos y nadie más. Este esquema permite un balance muy bueno entre la especialización y la coordinación.

El siguiente nivel

Todos quieren llegar al siguiente nivel. Al mismo tiempo, muy pocos quieren afrontar la incrementada dificultad que viene con subir de nivel. Cada vez que se sube de nivel se deja lo familiar atrás para enfrentar los desconocidos retos del siguiente nivel. Ojo, no es un video juego de lo que estoy hablando. Estoy hablando de liderar el crecimiento de una empresa.

Es cierto que hay muchas similitudes entre jugar un video juego y crecer una empresa. Cuando finalmente llegamos a dominar el nivel en el que estamos jugando inevitablemente lo terminamos y subimos al siguiente nivel. Cuando empezamos a jugar en este siguiente nivel muchas veces no tenemos ni idea de lo que está pasando y lo único con que contamos son las habilidades que desarrollamos en el nivel anterior, estas usualmente no son de mucho valor en el nuevo nivel.

En este momento nos enfrentamos con una decisión crucial: O nos aburrimos repitiendo el nivel que acabamos de terminar para siempre o afrontamos la frustración de fracasar una y otra vez para ser exitosos en el siguiente nivel. ¿Qué tipo de persona eres tú? ¿Te gusta subir de nivel o te gusta mantenerte en tu zona de confort?

El siguiente nivel es incómodo y desconocido. También es el único lugar en donde se puede seguir creciendo. El siguiente nivel da miedo pero también motiva a lograr cosas que antes no se creían posibles. El siguiente nivel puede ser el que ya no podamos pasar pero también puede ser el último nivel que nos falta para terminar el juego que tanteo anhelamos completar. Vale la pena volverlo intentar.

Un buen panel de control

Todos usamos distintos paneles de control todos los días. Créanme, sin ellos no llegaríamos muy lejos. El microondas nos dice cuánto tiempo falta para que nuestra comida esté lista. El carro nos dice a qué velocidad vamos, cuánta gasolina nos queda y cuál es la temperatura del aceite. Operar cualquiera de estas simples máquinas sería prácticamente imposible sin tener la retroalimentación adecuada en un panel de control visible.

Ahora, parece ser que en algunos casos mientras más compleja sea la situación que se quiere administrar, menos datos se tienen a la mano. Es cierto que crear un panel de control útil, limpio, intuitivo y simple es difícil. Pero esto no es razón para no hacerlo. “Lo que no se mide se puede gestionar”, decía el gran Peter Drucker. Conforme más compleja sea la situación que se quiere gestionar, mejores paneles de control se deberán tener.

Conforme la complejidad de algo crece la necesidad de tener información simple y en tiempo real para administrarlo también crece. Tal ves un microondas se pudiera llegar a manejar sin un buen panel de control pero este no es el caso para un avión. Mucho menos para gestionar una empresa o para un emprendedor que está buscando obtener los mejores resultados de su equipo. Lograr los ambiciosos objetivos que tenemos en nuestras vidas no es fácil. Para alcanzarlos, primero necesitamos un buen panel de control.

Similitudes entre los deportes y los negocios

Los deportes y los negocios son dos de las cosas que mas me gustan. Siempre he sabido que los deportes son un “negocio”. Esto no es un secreto para nadie pero hasta hace muy poco empecé a ver la gran cantidad de similitudes que hay entre los dos:

  • Tanto en los deportes como en los negocios no hay campeón que dure para siempre
  • El talento fluye de un equipo a otro y es difícil retener a los mejores jugadores
  • Todo el tiempo hay que estar balanceando el ganar ahora con construir un equipo que sea sostenible a largo plazo
  • Los líderes o entrenadores son fundamentales para el éxito del equipo
  • La competencia es feroz
  • Nadie sabe que equipo o empresa va a estar de pie cuando suene la campana final
  • El descanso y la recuperación son importantes
  • El que no puede identificar talento joven que aún no se ha desarrollado está muerto
  • La cultura le gana al talento todos los días de la semana
  • A veces un jugador clave es suficiente para atraer al resto de piezas que ganaran los campeonatos
  • No siempre gana el que tiene más presupuesto
  • El momentum es importante, ganar ese primer partido cuenta
  • Las temporadas son largas y siempre hay lesiones, tener una buena banca es indispensable
  • No todas las contrataciones funcionan
  • Un jugador que tiene éxito “acá” no necesariamente lo tendrá “allá”
  • Entrenar, entrenar, entrenar

Amigos deportistas y empresarios, ¿Qué estoy dejando de incluir?

Miedo y claridad: El secreto para lograr mejores resultados en la empresa

Muchas personas tienen miedo de comprometerse al cumplimiento de metas y objetivos. Sin duda alguna este fenómeno es una epidemia muy esparcida en el mundo empresarial. El resultado: metas muy ambiguas y una falta de seguimiento que rinden resultados sub óptimos.

La buena noticia es que este es solo un caso más de confusión. El secreto para resolver el problema es entender por qué el compromiso a cumplir un objetivo le pudiera causar miedo a una persona. Para poder desenvolver eso es necesario antes entender que las personas sentimos miedo cuando nos falta información o hay algo que no sabemos. Entonces, ¿Por qué tantas personas sienten miedo de comprometerse a cumplir un objetivo? Simple, porque no tienen claridad y les falta información respecto a cualquier de las siguientes especificaciones del objetivo o el proceso de evaluación:

  • El objetivo no está claramente definido, por ende no saben que es lo que deben lograr.
  • No tienen claro cómo se ve el éxito una vez que cumplan el objetivo. Es decir, no tienen una visión clara que alcanzar.
  • No saben cómo serán evaluados.
  • No saben qué pasará si fallan.
  • No saben que pasará si tienen éxito.
  • No saben claramente cómo serán evaluados.
  • No entienden el proceso para presentar sus resultados.
  • No entienden la importancia relativa del objetivo contra el resto de sus responsabilidades.

Esta lista podría seguir y seguir. Pero por hoy la podemos dejar ahí y hacer énfasis en que si como líderes queremos inspirar a nuestros equipos a lograr los objetivos que la organización quiere alcanzar es muy importante ayudar a que nuestros equipos no tengan miedo de comprometerse a trabajar muy duro en ellos. ¿Y cómo hacemos esto? Siendo lo más claros y específicos que podamos para comunicar qué son los objetivos que queremos que logren y como estaremos evaluando el avance y los resultados de su trabajo.

La magia de recordar

Hoy por la mañana yo y mi equipo estuvimos toda la mañana en una reunión con nuestra agencia de publicidad. Ellas nos están ayudando con desarrollar una nueva estrategia de mercadeo e identidad de marca. Hicimos diversos ejercicios y varios de ellos consistían en recordar algunos momentos clave en la historia de la empresa.

Recordar realmente es mágico. Volver a vivir a través de nuestra memoria momentos que ya pasaron es algo de lo más preciado que tenemos los seres humanos. Es increíble cómo por medio de responder unas cuantas preguntas y desempolvar recuerdos especiales nuestro estado de ánimo puede cambiar en un instante.

Como emprendedores las constantes batallas del día a día nos pueden desgastar mucho. Si no tenemos cuidado nos podemos empezar a desconectar de todo lo que nuestros proyectos significan para nosotros. Es importante estar al tanto cuando esto sucede para que la desconexión no llegue a ser tan extrema que decidamos abandonar nuestros emprendimientos por completo.

La magia de recordar es que nos conecta, nos une. Nos permite revivir momentos especiales y nos despierta emociones que nos energizan. Sin importar que tanto tiempo haya pasado desde que empezamos a luchar por nuestro emprendimiento, recordar por qué lo hicimos nunca es una mala idea.

Iterar es más rápido que ganar la lotería

Si hay algo que he podido identificar que me paraliza es la tendencia que tengo de querer que todo salga perfecto desde la primera vez. Mis expectativas son excesivamente altas para lo que realmente es factible hacer en un primer intento. Está de más decir lo mucho que esto me detiene al empezar cualquier proyecto.

Desde luego que después de semanas de estar luchando subconscientemente conmigo, finalmente me lanzo a empezar. Para ese entonces obviamente ya perdí mucho tiempo y estoy muy desgastado por la lucha interna que se da debido a las ganas que tengo de de que la primer iteración sea muy, muy buena (en realidad me refiero a que sea perfecta).

Este es un patrón que tengo muy arraigado y aunque a nivel intelectual comprendo que esto no debiera ser así, proyecto tras proyecto me encuentro siempre haciendo lo mismo. Mi subconsciente simplemente rechaza la idea de que el primer intento no sea perfecto.

Hay veces que cuando uno está sumergido en un proceso de esta naturaleza y su vida está siendo afectada en una manera importante la ayuda pareciera caer del cielo. Hoy el salvavidas llego a mi en la forma de la siguiente cita:

“Hacer algo malo y luego iterar en ello hasta que sea bueno es mucho más rápido que hacer algo bueno la primera vez”

Julian Shapiro

No tengo mucho que agregar a esta cita. Es directa, elegante, clara y muy bien pensada. Describe de una manera muy simple lo que intuitivamente siempre he sabido, que el proceso de empezar por donde se pueda y luego iterar llegará a una solución satisfactoria antes de que logremos encontrar la solución perfecta que queremos en el primer intento.

No se diga más. A empezar rápido sin buscar la perfección para poder empezar a iterar lo antes posible.

Algunas cosas que puedes aprender vendiendo

Vender es mucho más que obtener dinero a cambio de un bien o servicio. Vender es ayudar a alguien a adquirir algo que le ayudará a mejorar su vida. Vender es acompañar a alguien para que esa persona pueda ganar su día. Pero lo más importante de todo es qué vender es aprender.

Vender (el acto de este parado frente a alguien para ofrecerle algo) es una acción muy vulnerable. Prácticamente estamos ahí parados diciendo: “ten, tengo esto que hice y que creo que te puede servir. ¿Estás dispuesto a pagar por ello?” Claro que la cantidad de distintas respuestas que recibimos a esta pregunta son infinitas y muchas de ellas son negativas. Pero eso no importa porque sin importar si la venta se cierra o no, siempre aprendemos algo nuevo.

Cuando cerramos una venta aprendemos que es lo que valora el mercado. Cuando no cerramos una venta aprendemos que o nuestro producto no genera suficiente valor. Estos dos aprendizajes tan solo son dos de las cosas más genéricas que aprendemos al vender.

Acá listo algunas de las cosas qué, si prestamos atención, podemos aprender cada vez que vendemos algo sin importar si la venta ser cerró no:

  • La relación entre el precio que estamos cobrando y el valor que percibe el cliente en nuestro producto
  • La calidad con que estamos comunicando la resolución a algún problema que nuestro producto ofrece
  • La claridad de nuestro mensaje de ventas
  • Que tanto resuena nuestro mensaje con el perfil general de la persona a la que le estamos vendiendo
  • La intensidad con que las personas necesitan nuestro producto
  • La apertura de las personas a pagar en la manera que nosotros queremos cobrar
  • Como reaccionamos al rechazo cuando se trata de algo que es importante para nosotros
  • Cuanto tiempo se tarda un potencial cliente en decidirse a adquirir lo que estamos ofreciendo
  • El % de personas que compran nuestro producto
  • etc.
  • etc.
  • etc.

Una nueva manera de trabajar

Conforme una empresa avanza, evoluciona. Los procesos que antes funcionaban dejan de funcionar y los requerimientos de cada nuevo nivel al que se llega son cada vez más complejos. En estos puntos de inflexión, toda empresa necesita encontrar una nueva manera de trabajar para seguir creciendo.

El instinto de muchos emprendedores es buscar los cambios mínimos necesarios para seguir adelante. Buscan una salida relativamente segura al problema y la juegan conservadores. Pero a veces ser muy conservador es la gota que derrama el vaso del fracaso. Esto es cada día más cierto. El mundo actual premia a los valientes. Hoy se requiere de grandes cambios para tan solo poder mantenerse relevante.

La invitación de hoy es a buscar nuevas maneras de trabajar. A realmente pensar fuera de la caja y encontrar soluciones novedosas que pueden parecer arriesgadas pero que en realidad son mucho más seguras que seguir haciendo lo mismo una y otra vez.

Una nueva manera de trabajar es una aventura que todo emprendedor debe de buscar. El mundo está cambiando muy rápido y los emprendimientos que están creciendo aceleradamente van aún a una mayor velocidad. Seguir haciendo lo mismo no es más que una receta para el desastre. La falta de innovación interna eventualmente pasa su factura. La única manera de salir de acá vivos es encontrando una nueva manera de trabajar.