Dejar que el tiempo vuele siempre es una opción

Ya que el tiempo no puede cambiar su naturaleza lo único que determina como experimentamos su paso es nuestra propia percepción. Los minutos en los que deseamos que el reloj se acelere son idénticos a aquellos en los que quisiéramos que el tiempo se detuviera. No existe diferencia alguna. Nuestra experiencia únicamente depende de como escogemos utilizar el tiempo que se nos ha regalado.

Todo tiene solución…

Hay que creer que algo se puede resolver antes de poderlo resolver. La incapacidad de creer que algo tiene una posible solución es la principal causa por la que tantos problemas se quedan sin resolver.

Opciones y flexibilidad

En los momentos cuando no podemos ver la salida lo mejor es no encerrarse, abrir la mente y buscar más opciones que nos den la flexibilidad que queremos para poder seguir adelante.

El peso de la libertad

Queremos ser libres de decidir pero al mismo tiempo no queremos ser responsables de los efectos de nuestras decisiones. No queremos que alguien más dirija la dirección de nuestras vidas pero a la vez nosotros mismos no queremos la responsabilidad de dirigirlas.

Mente y opciones

La mente tranquila puede ver más opciones que la mente agitada. La mente agitada es defensiva y gasta muchas de sus energías en defenderse. La mente tranquila se mantiene en paz y puede reservar todas sus energías para encontrar soluciones creativas.