Energia 0, hora de recargar

Hoy ha sido un día particularmente difícil. Mis niveles de energía han estado muy bajos. En general, he cumplido con todo lo que me he prepuesto pero el esfuerzo necesario para lograrlo ha sido demasiado grande.

Es raro, no me siento mal. Es cierto, el fin de semana no descansé to lo que hubiera querido pero no logró identificar algo que me pudiera tener así. Cada paso que he dado hoy se ha sentido como una tarea titánica designada solo para los dioses de antaño.

Estos momentos, aunque son incómodos, nos enseñan mucho. Nos muestran lo mucho que podemos hacer aunque no estemos en óptimas condiciones. Nos enseñan a sobrellevar dificultades y a salir adelante aunque las ganas no estén ahí. Nos enseñan a sacar la cabeza del agua.

Es probable que esta sensación venga más de un tema mental / emocional que de una situación física. Los días han sido largos e intensos. He tenido mucho que hacer y la cantidad de energía mental que he estado utilizando es grande. Estoy drenado.

Sí, creo que eso es. Al menos esta vez lo estoy identificando a tiempo, antes de quemarme. Ya va siendo hora de tomarme un tiempo para mí y recargar.

Tan fácil qué es olvidar

Invertimos tiempo en aprender, en conocer cosas nuevas. Luego utilizamos todos los recursos a nuestra disposición para cambiar nuestros comportamientos y así poder afirmar que estamos aplicando lo que ya hemos aprendido. Y las cosas mejoran, por uno cuántos días. Luego olvidamos lo que hemos aprendido y regresamos a buscar refugio en nuestros antiguos patrones de conducta.

Tan fácil que es olvidar aquello que es nuevo y tanto beneficio trae a nuestras vidas. Los viejos hábitos pesan tanto más que las ganancias que llegan con los nuevos aprendizajes que prontamente descartamos lo recién aprendido.

Aprender no es fácil pero aplicar lo ya aprendido es aún más difícil. Conocer algo nuevo requiere de esfuerzo, cambiar la manera de actuar en base a esa nueva información muchas veces es imposible.

La integración de nueva información, a un nivel profundo, es necesaria para la transformación. Aquella persona que realmente desea empezar a vivir una nueva vida no solo necesita aprender, también debe transformar su manera de actuar. En otras palabras, no puede olvidar todo lo que tanto ha invertido en aprender.

La paradoja del esfuerzo

“Debes ponerle más esfuerzo a algo para que parezca que requiere de poco esfuerzo. Cuando te das cuenta de esto, empiezas a hacer las cosas de manera diferente”.

— Sahil Bloom

Hoy he decidido también poner la cita original en inglés porque creo que se pierde el espíritu de la misma con la traducción.

“You have to put in more effort to make something look effortless. When you realize this, you start doing things differently”.

— Sahil Bloom

Han sido muchas la veces en mi vida que he visto a alguien hacer algo que a mi me cuesta mucho con una facilidad increíble. Y si, cada vez mi reacción inicial es siempre pensar “dichoso, que fácil es hacer X para él o ella”. El pensamiento de Sahil me invitó a reflexionar. En realidad lo más probable es que esta persona ha invertido una buena cantidad de tiempo y esfuerzo para hacer que lo que está haciendo parezca ser tan fácil.

A todos se nos olvida lo mucho que al principio nos costaba hacer cosas que ahora dominamos y nos parecen ser tan fáciles. Montar una bicicleta, manejar un carro, gerenciar una empresa, batear una pelota, escribir un artículo. Nada es fácil sin práctica, tiempo y esfuerzo.

Y es esto lo que olvidamos cuando vemos a alguien hacer algo con mucha facilidad. Olvidamos que esa persona ha trabajado mucho para llegar a donde está. Esa envidia que a veces sentimos al ver cómo alguien domina lo que hace debe ser sustituida por una saludable admiración. Una admiración no por la facilidad que está demostrando sino una admiración por todo el trabajo que hay por atrás que permite que lo que está haciendo parezca ser tan fácil.

El precio del éxito se paga por anticipado

Nada en este mundo es gratis. Recuerdo una frase que leí hace más de 20 años en un libro de Harvey Mackay que iba algo así “Puedes tener todo lo que quieras en la vida. Solo hay dos requisitos que tienes que cumplir. Uno, debes estar dispuesto a pagar el precio completo de lo que cuesta lo que quieres y dos, debes estar dispuesto a pagarlo por anticipado.”

Cuánta sabiduría en una sola frase. Las cosas cuestan y nadie nos las va a regalar. Ya sea dinero, tiempo, esfuerzo físico o adversidad emocional, todo tiene un precio. Si no cumplimos con pagar la factura completa, simplemente no obtendremos el resultado que buscamos.

Aunque sea obvio hay algo que muchos de nosotros ignoramos. El trabajo que nos lleva hasta donde queremos llegar se tiene que hacer antes de llegar. Es decir, el precio del éxito se paga por anticipado.