Las guerras de poder empiezan en casa

Sé que lo que estoy a punto de decir puede ser controversial y a muchos no les va a gustar pero siento una obligación moral de decirlo. A mi manera de ver las cosas, este comportamiento tan destructivo se aprende en casa, desde que somos pequeños.

¿La inercia de seguir igual o cambiar el mundo?

Pero el espíritu humano es fuerte y la inercia de querer seguir igual nunca lo podrá doblegar. Aunque el camino de la comodidad sea tentador hacer un cambio positivo en el mundo es mucho más atractivo.

El precio siempre sube

Si ese proyecto que estás persiguiendo vale la pena ten por seguro que el precio que pagarás al final será caro. Nada de valor viene de gratis en este mundo.

Lo importante es jugar

Eso es todo. Perder, o como le quieran llamar, solo es retroalimentación. No quiere decir nada acerca de la persona que perdió. Tan solo es una indicación de que lo que se hizo no es lo que se requería para ganar

Todo tiene solución…

Hay que creer que algo se puede resolver antes de poderlo resolver. La incapacidad de creer que algo tiene una posible solución es la principal causa por la que tantos problemas se quedan sin resolver.

Mañana, la excusa perfecta

Que sea posible racionalizar intercambiar un sueño por un poco de comodidad temporal no hace que el intercambio deje de ser un muy mal negocio.

No todos los días son iguales

Esta habilidad de ser intocables por dentro es algo que se puede desarrollar. No es fácil porque para llegar a ser intocables por dentro debemos cambiar quienes somos. No basta con solo cambiar nuestro comportamiento.

En el borde del abismo

Todos llegamos a topar contra nuestros límites en algún momento. Nadie se escapa de estar parado en el borde del abismo y sentir que ya no hay fuerza alguna que lo pueda salvar.

El camino es largo

Creo que hay algo muy noble en querer ser una mejor persona. En querer cambiar la persona que somos por alguien mejor. Es un proceso difícil y a veces muy doloroso. Pero creo que vale la pena.

Alguien que te recuerde

Los comportamientos más importantes que queremos cambiar en nosotros mismos son precisamente los comportamientos que más enraizados tenemos. Es decir, son tan parte nuestra que ni siquiera nos damos cuenta cuándo los estamos haciendo.