Todo vivimos dos vidas

La idea de llevar dos vidas al mismo tiempo usualmente tiene una connotación negativa. Muchas veces, cuando se habla de una persona que tiene dos vidas, se hace referencia a alguien que está escondiendo algo en su segunda vida que no quiere que sea conocido. Puede ser una infidelidad, un negocio ilegal o incluso algún tipo de actividad criminal aún más seria. Pero, ¿Y qué pasa si todos llevamos dos vidas y saberlo manejar es algo bueno?
No es tan difícil como parece

Ese nuevo proyecto que quieres iniciar, ese libro que quieres escribir, ese sueño que quiere alcanzar, esa empresa que quieres construir, esa familia que quiere empezar —créeme, nada de eso es tan difícil como parece. Déjame, te digo por qué.
El propósito detrás del objetivo

Tener un objetivo es bueno. Los objetivos claros nos dan dirección y nos mantienen encaminados. Cuando no tenemos un objetivo bien definido nos sentimos perdidos, sin dirección. Cuando una persona tiene un objetivo claro que quiere alcanzar puede empezar a medir sus avances. La energía incrementa al igual que el enfoque. Mucho del esfuerzo de la persona se empieza a utilizar para alcanzar el objetivo.
Repetición

El niño cae una vez más y luego se vuelve a parar. El emprendedor quiebra otra empresa y de nuevo busca inversionistas para poder darle vida a su siguiente aventura. La persona con dislexia no entiende lo que lee pero se sigue sentando por horas frente a ese libro del que tanto quiere aprender. El atleta comete un error a la hora de la final y vuelve al campo de entreno a hacer otras 10,000 repeticiones antes de su siguiente torneo.
Con cada experiencia

Lo que hoy somos, en gran parte, es producto de las experiencias que hemos vivido en tiempos anteriores. Son estas experiencias que vivimos, fusionadas con las reacciones e interpretaciones que les vamos dando lo que poco a poco nos moldea en las personas que somos.
La batalla por hacer el bien

La batalla por hacer el bien siempre es interna. En realidad creo que, exceptuando algunos casos extremos, la gran mayoría de personas quieren hacer las cosas bien todo el tiempo. Como le digo a todos aquellos a quienes coacheo, “nadie se despierta en la mañana pensando: “hoy quiero ir a hacer todo el mal que pueda en el mundo”. Creo que todos están tratando de hacer lo mejor que pueden con las herramientas que tienen y simplemente las cosas no siempre salen como quisieran.
Algunas habilidades que se pierden si se dejan de usar

Por distintas razones, principalmente comodidad, durante el último mes he reducido bastante la cantidad de ejercicio que estoy haciendo. Hoy empecé a retomar “el camino del bien” y esto es lo que aprendí.
3 lecciones para navegar por el rio de la vida

Navegar por el rio de la vida no es nada fácil. Más si tomamos en cuenta que ni en el colegio o universidad hay alguien que se tome el tiempo de enseñarnos como hacerlo. Espero que con estos tres puntos pueda ayudar a más de alguien a mejorar su viaje por este maravilloso rio de la vida.
Nuestra participación en el ciclo de la vida

La vida es una constante sucesión de ciclos. También se puede decir que la vida en sí es un ciclo. Todo los ciclos empiezan y todos los ciclos terminan. Nada es permanente y todo tiene que nacer al igual que todo tiene que morir. Es la naturaleza de todas las cosas.
Muchas veces no empeñamos en luchar en contra de el flujo natural de las cosas y nos reusamos a colaborar con los ciclos que naturalmente se están desarrollando a nuestro alrededor. Nos hacemos los de la vista gorda y oídos sordos. Simplemente ignoramos lo que ocurre a nuestro alrededor y lo único que nos importa es que el mundo cumpla con cada uno de nuestros deseos….
Mientras haya tiempo

Mientras haya tiempo hay que usarlo bien. El único tiempo que realmente perdemos es el que se escapa de nuestras manos cuando ya no podemos dar marcha atrás. Mientras tanto, el tiempo que aún tenemos por vivir tan solo lo podemos perder si así lo decidimos hacer.