Almacenaje digital

La civilización humana ha documentado durante milenios su historia. Se podría decir que la gran mayoría de este registro se a capturado en medios análogos, es decir en artefactos físicos como libros, papel, paredes de cuevas, etc.

Esto ha cambiado considerablemente en los últimos 30 años. El acceso a el almacenaje digital ha cambiado la manera en que guardamos y compartimos la información. Ya sea a nivel personal o global, la facilidad con que ahora podemos registrar nuestra historia es impresionante. Dos clicks y listo. También, la precisión con que podemos documentar y almacenar cualquier cosa que queramos hubiera sido ciencia ficción tan solo 5 años atrás. No podemos olvidar que todo esto se puede hacer con costos prácticamente nulos.

No puedo dejar de pensar en los esfuerzos sobrehumanos que se hicieron para construir la Biblioteca de Alejandría y todo lo que la humanidad perdió cuando fue destruida. Esperemos que esto nunca más vuelva a pasar. No lo creo.

El almacenaje digital ha llegado y con ello la capacidad de guardar hasta el mas mínimo detalle de toda la información que queramos preservar o compartir. Ya no existe límite alguno más allá de la data que como civilización queramos generar.

¿Vale la pena una actualización a SSD?

Desde que tuve mi primer computadora en 1,993, siempre he creído que agregar más memoria RAM debe ser el primer paso para hacer que la máquina funcione más rápido. Esto es lo que hice hace un año con la iMac (late 2015) en donde estoy escribiendo. Subí el RAM de 8GB a 24GB. Y sí, el rendimiento de la máquina incrementó —mucho.

Como escribí hace dos días, el disco duro de esta misma máquina murió sin previo aviso la semana pasada y decidí reemplazarlo por un SSD (disco de estado sólido). ¡Ala madre! Qué diferencia.

Hoy le he estado dando uso ya “normal” a la máquina y lo único que les puedo decir es que parece que fuera una computadora nueva. La respuesta a todo lo que hago es inmediata. Las aplicaciones cargan 200% más rápido e incluso las gráficas y animaciones ahora son más fluidas. Todo se siente instantáneo. Como si esto fuera poco, el tiempo de arranque (boot) en 25% más rápido.

Estuve capturando unos videos de la GoPro hacia iMovie y también fuí gratamente sorprendido. Un 35% más rápido. La edición del video permaneció muy similar pero la generación de los videos finales sí fue más rápida. El cambio de velocidad de este último proceso no lo medí.

Así que si tienes una computadora que tiene suficiente RAM que aún usa un disco HD y estás pensando si agregar RAM o cambiar el disco duro por un SSD, mi recomendación es la actualización al SSD. A menos que de verdad estés muy corto de RAM (entre 4GB y 8GB), un SSD nuevo es donde mejor retorno por tu dinero tendrás.

Cooperación

Cooperación

Todos somos diferentes. Eso hace que cada uno de nosotros sea único. Todos tenemos nuestras fortalezas y debilidades. Para trascender más allá de lo que físicamente podemos hacer es necesario cooperar con otras personas que nos complementen.

¿Porqué estoy pensando en esto? Porque este lunes pasado el disco duro de mi iMac murió. Hoy viernes, tan solo 4 días después, la máquina ya está restaurando el backup de Time Machine y pronto estará lista de nuevo. El disco HDD fue reemplazado por un SSD de 2TB. La máquina ahora es mucho más rápida y tiene el doble de almacenamiento. Todo gracias a la cooperación de dos muy buenos amigos.

Uno de ellos estaba en Miami el lunes y me hizo el favor de pedir el SSD en amazon con su cuenta Prime. Él vino ayer y hoy me entregó el SSD. El otro, un mago con las computadoras y el software, me hizo el favor de abrir la computadora y reemplazar el disco en cuestión de un par de horas.

Gracias a la cooperación de estos dos amigos pude resolver el problema en un tiempo mucho menor de lo que lo hubiera podido hacer yo solo. El costo también fue significativamente menor. Las cosas funcionan mejor cuando hay cooperación.

P.D. Si alguno de ustedes llega a leer esto, gracias de nuevo.

Voy por un Apple TV 4K

Hoy fue el evento de primavera de Apple. Liberaron iMacs y iPads nuevos con procesadores M1. También finalmente llegaron los esperados Air Tags y un nuevo Apple TV 4K. Es en este último producto que me quiero centrar hoy.

En los últimos meses finalmente reemplace mi TV por uno que ya es 4K. Con el cambio vino mi primer experiencia con las aplicaciones de las famosas Smart TVs. Les digo que mi experiencia no ha sido para nada buena.

Las aplicaciones de mi TV (Samsung TU8000) son poco intuitivas, tienen bugs y no están bien diseñadas. La calidad de imagen que generan está muy por debajo de la capacidad de la TV. Estoy muy contento con la calidad de la imagen que la TV puede producir y con el resto de sus funcionalidades pero las aplicaciones simplemente no dan la talla.

Anteriormente en esta sala usaba un Apple TV 1080 que fue “retirado” a otra habitación para ser usado con otra TV vieja. Se siente como un desperdicio tenerlo conectado a una TV 4K. ¿Qué hacer?

La respuesta se simplificó mucho con el lanzamiento del nuevo Apple TV 4K. Realmente creo que para obtener el máximo valor de la TV que compré tendré que invertir en un dispositivo de mejor calidad para mejorar la experiencia de las Apps.

Adicionalmente desde que compré la TV he estado muy interesado en elprocso de calibración y cómo obtener la mejor imagen posible. Este nuevo Apple TV trae una función que permite auto calibrarlo con la ayuda de un iPhone. Esto me llama mucho la atención.

Voy por un Apple TV 4K.

Lo mismo solo que mejor

Cuentan, desde tiempos ancestrales, que la historia no se repite pero sí rima. Si esto es cierto, entonces casi todo lo que hacemos rima con algo que ya alguien hizo antes de que nosotros.

No sé ustedes, pero yo paso mucho tiempo paralizado buscando una idea 100% original, un proyecto totalmente novedoso que nunca antes haya existido en el mundo o un artículo que no tenga influencia alguna de algo que haya leído antes.

Para empezar, la historia aunque no se repite, rima. No voy a ser yo él que rompa con esta ley natural evidenciada a través de siglos de documentación histórica. Segundo, ¿para qué quiero inventar algo que no existe? Probablemente si hay algo totalmente novedoso que no existe a estas alturas del partido, lo más seguro es que no tenga razón de ser.

Sé que están pensando muchos de ustedes. ¿Pero qué haríamos sin teléfonos inteligentes, Internet, Kindles, Zoom o Tesla? Estaríamos perdidos sin estas innovaciones totalmente revolucionarias que nos llevan hacia el futuro.

Yo soy el primero en defender todo lo que la innovación tecnológica trae a la humanidad. Y también creo que todos estos ejemplos son representativos de grandes avances tecnológicos que nos permiten hacer cosas que antes no podíamos hacer. Pero, ¿Son realmente 100% originales? Veamos.

Esta idea llegó como un relámpago a mi cabeza hace unos minutos que vi mi Kindle con la nueva funcionalidad de mostrar la portada del libro que estás leyendo mientras está en modo de “sleep”. “Cómo me gusta que se vea como on libro de verdad”, me dije subconscientemente.

Y es cierto, mientras el Kindle toma “prestados” más aspectos de los libros físicos, mejor es la experiencia. El Kindle no es algo que no existía, simplemente es algo que ya existía que se ha mejorado gracias a la tecnología digital. ¡Qué poderosa idea! La invención viene de mejorar algo que ya existe, no de la creación de algo 100% nuevo en el vacío.

Facebook vino a ayudarnos a organizar nuestras relaciones personales y facilitarnos mantener contacto con las personas que conocemos. Algo que venimos haciendo desde antes que pudiéramos escribir. Lo mismo solo que mejor.

El Kindle vino a facilitar la transmisión de contenido escrito. ¿Recuerdan las pinturas de las cavernas prehistóricas que les enseñaron en el colegio? Lo mismo solo que mejor.

Las cartas se entregaban a pie, luego a caballo. Con el tiempo nos movimos a carretas y luego trenes. Un siglo después Fax y ahora Whatsapp. Lo mismo, solo que mejor.

Si quieres cambiar el mundo, sal y busca hacer lo mismo solo que mejor.

Programa de calidad falla de pantalla iPad Air 3

Hace un par de horas el iPad Air 3 de mi hijo empezó a tener problemas con la pantalla. Ya que el iPad no ha tenido golpes o caídas me pareció muy extraño. Es poco probable que un producto de Apple falle de esa manera.

Al estar haciendo pruebas con la pantalla del iPad, inmediatamente recordé que el último año tuve problemas con unos Power Beats pro y unos Air Pods pro. En ambos casos la solución fue un cambio gratuito de los audífonos gracias a un programa de calidad de Apple.

Esto me llevó inmediatamente a buscar en Google para ver si por casualidad hubiera un programa de calidad para una falla como la que se está presentando el iPad. ¡Bingo! Hay un programa de calidad que cubre los iPad Air 3 fabricados entre marzo y octubre del 2,019. Nosotros compramos el iPad en diciembre de ese año. Es muy probable que se haya fabricado en esas fechas.

Aún no puedo estar seguro de que este iPad esté cubierto por el programa de calidad pero el número de serie indica que el iPad fue fabricado justo en las fechas cubiertas por el programa. La falla de la pantalla que estamos viendo también concuerda con la descripción de la página oficial de Apple para el programa de calidad.

Falla Pantalla iPad Air 3

Mañana estaré llevando el iPad a Ishop para que lo revisen y espero en un par de días saber si estamos cubiertos por el programa o tendremos que pagar por la reparación. Actualizaré este post en cuanto sepa.

A cruzar los dedos 🤞.

*Actualización 1 de abril 2020.* El iPad si aplicó al programa y ya lo entregamos. Ishop. Estamos a la espera de que nos actualicen el reemplazo en más o menos una semana.

*Actualización 13 de abril 2020.* Ya tenemos el iPad nuevo acá! Gracias Apple.

Quienes deben construir la tecnología de nuestras empresas

Con cada día que pasa más y más empresas se convierten en empresas de tecnología sin importar cuál sea su línea de negocios principal. La capacidad de crear tecnología que pueda generar una mejor experiencia para los clientes de cualquier empresa ya no es opcional.

Lo queramos o no la calidad de la interacción que los clientes esperan tener con nuestras empresas está sesgada para siempre por las fenomenales experiencias que ofrecen empresas como Google, Apple, Uber y muchas otras de este calibre. Las expectativas son altísimas y los consumidores son menos tolerantes que nunca antes en la historia.

¿A qué nos lleva esto? A que toda empresa requiere personas expertas en la creación de tecnología de punta dentro de sus filas. Y ya no estamos hablando de expertos en tecnología “interna” como sistemas contables, inventarios o ERPs. Estamos hablando de expertos en tecnología “externa” qué es la que los clientes quieren utilizar para mejorar su experiencia con nuestras marcas.

Crear este tipo de tecnología, bueno realmente cualquier tipo de tecnología, no es fácil. Especialmente cuando las cosas cambian tan rápido como lo están haciendo ahora. Los procesos, herramientas y conocimientos necesarios para poder entregar esta soluciones son totalmente nuevos. Se necesita sangre fresca para poder ejecutar.

La sangre fresca está en las universidades o en las personas recién graduadas de las universidades. Ellos son los que mejor entienden la nueva tecnología y como interactuar con ella —son las personas idóneas para tomar las decisiones del qué y cómo construir los futuros tecnológicos de nuestras empresas.

Por el contrario, los gerentes actuales que manejan nuestras empresas, aunque tienen mucha experiencia y sabiduría, su enfoque durante los últimos años ha sido desarrollar sus habilidades gerenciales, no crear tecnología. Sino no fueran buenos gerentes. La brecha entre ellos y la tecnología de punta es cada vez más grande.

Es momento de reconocer esto y entender que la mejor manera de construir la tecnología que nuestras empresas necesitan hoy es confiar y darle rienda suelta a la nueva generación de desarrolladores que están más cerca de la acción. Es de la mano de ellos que llegaremos al siguiente nivel.

Ahora, ¿qué vamos construir?

A pesar que prácticamente toda mi carrera profesional la he pasado mayormente centrado en crear tecnología, hay una parte de mí que valora mucho la interacción humana con otras personas. Claro está que el avance tecnológico no implica una menor interacción entre las personas pero los acontecimientos recientes de la pandemia han llevado a un distanciamiento forzado que necesariamente se ha tratado de reducir con tecnología. En estos días hay un poco de confusión.

Creo que herramientas como Zoom han aportado una conexión que no tiene precio y la verdad no sé que hubiéramos hecho sin ellas. De la mano de estas aplicaciones tenemos la sustancial mejora en la conectividad a Internet que ya muchas personas (desafortunadamente no todas) pueden disfrutar. La infraestructuras de red y las aplicaciones ya están acá. Ya tenemos todas las piezas. Ahora la pregunta es, ¿qué vamos a construir con ellas?

Mi interés particular gira alrededor de la creación de una comunidad de aprendizaje en dónde, gracias a toda la tecnología que ya está disponible, los miembros de la comunidad puedan aprender, y, aún más importante, puedan practicar y experimentar juntos. Estoy convencido que ya tenemos todo lo que necesitamos para que el aprendizaje en línea sea práctico, colaborativo y muy activo. Sé que los días en que “aprender” por Internet era un proceso pasivo de consumo de información están quedando atrás. Estoy convencido que lo podemos hacer mejor.

Esta comunidad de aprendizaje y experimentación activa es lo que estoy visualizando como sueño personal. Al mismo tiempo me estoy sintiendo muy entusiasmado de ver lo que otros están por construir en las diferentes áreas que a cada uno de ellos le apasionan.

Las piezas de Lego para que podamos construir el mundo del mañana ya están disponibles y al alcance de aquellos que quieran movernos hacia adelante. El mundo ha cambiado para siempre y a un ritmo sin precedentes. Los cimientos para construir el futuro ya están acá.

¿Qué creen que vamos a construir?

La crítica “on line”

Criticar algo en público es cada vez más fácil. Poco a poco la cultura “on line” ha creado en un espacio virtual apto para despedazar los proyectos, acciones y sueños de cualquiera.

La tecnología y capacidad de comunicación que existe hoy no tiene precedentes pero no puedo dejar de cuestionarme si la manera en que la estamos utilizando es la mejor. Me parece que no.

Creo que la crítica, retroalimentación, “feedback” o cómo ustedes le quieran llamar es de los regalos más grandes que una persona le puede dará otra. Esto sí y sólo sí, la intención de dar la crítica es genuinamente ayudar a la otra persona a mejorar. Esto no es lo que veo pasar “on line”.

¿Qué es lo que sí veo? Con mucha tristeza veo mucho veneno y un infinito deseo de mostrar superioridad sobre los demás por medio de la destrucción de sus proyectos y aquello en lo que mas creen. Veo cómo se rechazan, con maldad infinita, los proyectos de personas que tal vez en un pasado cometieron algún error y ahora están tratando de hacer enmiendas. Veo, sin aún poder entenderlo, cómo se critican las acciones de personas cuando es evidente que las personas que critican no tienen idea de lo que están hablando. Veo cómo estamos utilizando toda esta maravillosa tecnología para destruirnos unos a otros.

Hoy tenemos todos lo que pudiéramos desear y más. Hoy podemos comunicarnos con casi cualquier persona en el mundo. Tenemos mucho poder. Cada uno de nosotros tiene un megáfono que puede resonar, cómo diría el famoso Buzz Light Year, “¡Al infinito y más allá!”. Tenemos que ser más conscientes en cómo usamos este poder que tenemos y recordar que qué la otra persona no nos conozca o no nos esté viendo no nos da permiso de destrozar sus sueños con un comentario público cuyo único objetivo es hacer daño. Tenemos que ser mejores que eso.

¿Cómo vamos pagar?

Durante los últimos días ha habido mucha controversia acerca de las nuevas políticas de privacidad de Whatsapp. Mas allá del ruido mediático que esto ha causado, creo que muy poco va a cambiar. Algunas personas dejarán de usar el servicio. Estimo que esto será un porcentaje muy bajo de la base total de usuarios. El resto seguirá utilizándolo normalmente.

En mi grupo específico de contactos les puedo afirmar que solo 2 de ellos me han contactado por un aplicación alterna. El resto de mis contactos, a pesar de que muchos han bajado alguna otra aplicación, sigue utilizando Whatsapp habitualmente a pesar de haberse quejado fuertemente de los cambios.

Todo en este mundo se tiene que pagar de una manera u otra —siempre. En el mundo del internet y la tecnología nos hemos acostumbrado a pagar o con nuestra atención o con nuestros datos personales pero ya no con dinero. Nos quejamos si una aplicación cuesta más de $1.99 y decimos que es una desconsideración cobrar taaanto por un aplicación que nos simplifica grandemente la vida. Queremos que todo sea gratis y que funcione impecablemente.

Si queremos aplicaciones privadas de comunicación que funcionen bien tendremos que pagar por ellas —con dinero esta vez. Es absurdo pensar que llegará una solución gratuita y de calidad que no necesite minar nuestros datos privados para ser sostenible en el tiempo. Esto simplemente no ocurrirá.

Estoy seguro que este asunto de las herramientas de comunicación se estabiliza pronto. Lo que aún no sé es como la mayoría de las personas decidirá que quiere pagar el privilegio de tener estas maravillosas aplicaciones a su disposición: con sus datos privados o con su dinero. Esto determinará el tipo de solución que prevalecerá.

Por el momento pareciera ser que la mayoría querrá pagar con sus datos privados y parece ser que Whatsapp ya lo sabía desde hace tiempo atrás.