No siempre se gana

Nos han enseñado que ganar se debe sentir mejor que perder. Y cuando perdemos nos dicen que debemos aprender a ser buenos perdedores. Realmente pareciera ser que perder es algo que nos debiera doler.

Pero perder en sí no es algo que nos debiera hacer sentir mal. Simplemente es un resultado distinto al que esperábamos, una oportunidad de hacerlo mejor la próxima vez. Es no lograr nuestro objetivo, no cumplir con la expectativa que teníamos.

No siempre se gana. Mejor bien dicho, la mayoría de veces se pierde. Así es este mundo en el que vivimos. Y eso está bien porque en el 100% de las veces que se pierde más de algo se puede aprender.

Pensar afuera de la caja

Esta expresión de pensar fuera de la caja está bastante trillada. Se utiliza para casi cualquier situación que requiere algún cambio. En la mayoría de casos se refiere a encontrar una manera diferente, poco intuitiva de hacer las cosas. Siempre se usa en referencia a tratar de resolver un problema externo. La expresión utilizada de manera tradicional asume que la caja está “allá afuera”.

Pero la caja más grande de todas está adentro de nuestras cabezas. El pensar afuera de esta caja interna es donde están las más grandes oportunidades. Pensar afuera de la caja de nuestra propia programación implica:

  • Cuestionar nuestras creencias más personales que consideramos intocables. Aquellas que cuando alguien cuestiona perdemos el control.
  • Imaginar cómo serían nuestras vidas si aceptáramos que el mundo funciona de una manera distinta a la que nosotros consideramos verdadera. No siempre tenemos la razón.
  • Escuchar a los demás abiertamente para construir una autoimagen más real de nosotros mismos. No somos lo que creemos que somos.
  • Llegar más allá de nuestros miedos más grandes para ver las cosas como son y no verlas de una manera que nos hace sentir seguros. El mundo no es tan amenazador como creemos.
  • Reconocer que la mayoría de nuestras acciones son producto de una programación instalada por nuestras familias y sociedad desde antes de que tuviéramos completo uso de razón. Actuamos de maneras mucho más reactivas de lo que creemos. Nuestra “libertad” de acción es más limitada de lo que creemos.

La caja está adentro de nosotros, no afuera. Si logramos pensar más allá de nuestra propia programación, la cual es invisible, entonces estaremos realmente pensando afuera de la caja.

Interés compuesto y especialización

Hay temas que capturan nuestra atención —naturalmente despiertan nuestra curiosidad. Si invertimos tiempo para llegar a dominarlos profundamente, son verdaderas minas de oro. La experticia en algo que nos apasiona es el mejor camino para construir una carrera profesional muy satisfactoria y rentable.

Los grandes retornos en la vida se obtienen por medio del interés compuesto. Claro está que el interés compuesto no solo aplica al dinero y el capital que está en el banco. También aplica a las relaciones, los proyectos, el conocimiento y cualquier otra cosa que decidamos hacer constantemente durante un largo plazo.

Estar estudiando cómo funciona algo día tras día durante mucho tiempo es difícil. Y si ese algo no nos interesa, entonces estudiarlo metódicamente es prácticamente imposible. Pero cuando alguien se dedica a estudiar algo que le apasiona durante una hora diaria, en 4 años estará en el top 3% de los expertos a nivel mundial sobre ese tema. Esto es el interés compuesto aplicado al conocimiento y a la especialización.

Un experto que está en el top 3% mundial de su campo tendrá una carrera profesional muy exitosa. Los posibles proyectos en los cuales podrá trabajar no serán escasos y las oportunidades vendrán de muchos lugares diferentes. La cantidad de personas que querrán trabajar con un experto de este calibre será grande. ¿Y lo mejor de todo? Que el experto podrá escoger en qué, con quien, a qué precio y cuándo querrá trabajar.

En el momento en que encontramos el campo que nos apasiona estamos listos para hacer nuestra inversión inicial. Es hora de especializarnos día tras día. Al cabo de los años ese tiempo y esfuerzo nos regresará con creces en forma de una gran carrera profesional muy exitosa.

La meditación es el ayuno intermitente para la mente

Es fácil visualizar que cuando comemos demasiado, especialmente si comemos azucares, el cuerpo se siente y pone muy pesado. Cuando espaciamos las comidas, no comemos más de lo necesario y eliminamos comidas “pesadas” nos sentimos mucho mejor.

El ayuno intermitente le da al cuerpo un respiro, un descanso. Le permite desintoxicarse y deshacerse de todo el exceso de químicos que tiene acumulados. El cuerpo se empieza a reponer. Al practicar este tipo de dieta nos sentimos más livianos, más saludables. La salud en general del cuerpo empieza a mejorar. Algo muy similar ocurre con nuestros pensamientos. Ahora comparemos el mundo físico con el mental.

La meditación es el ayuno intermitente de la mente. Cuando estamos pensando todo el tiempo, especialmente cuando tenemos pensamientos negativos, también nos sentimos “pesados”. En el momento que el incesante torrente de pensamiento en nuestra mente se detiene, nos sentimos más livianos, más saludables.

Tomar 20 minutos cada día para detener el incansable diálogo interno de nuestra mente nos ayuda de una manera muy similar a la que nos ayuda espaciar el consumo de los alimentos. Nos ayuda a sentirnos más livianos, más saludables. La salud en general de la mente empieza a mejorar.

Dilemas

Durante nuestro tiempo en esta tierra habrán momentos en los que enfrentaremos dilemas serios. Habrán decisiones con implicaciones fuertes que tomar. Es importante prepararnos para estar listos y saber afrontar esos momentos.

Muchas veces estos dilemas consistirán en saber escoger entre lo fácil y lo correcto. Sin que nadie nos lo diga, sabremos cuál es cual. Lo difícil siempre será escoger lo correcto. Desde pequeños nos han enseñado a valorar lo que es fácil. El mundo necesita que más de nosotros escojamos lo correcto.

Todos los días tenemos oportunidades de entrenarnos para hacer lo correcto y vencer nuestra comodidad. Podemos empezar con despertarnos en el instante que suena el despertador y seguir al escoger la manzana sobre el brownie. Nos podemos entrenar para tomar siempre el camino correcto sin importar lo difícil que sea. Quién sabe, con suficiente práctica puede ser que cuando llegue el momento de vida o muerte que requiera que hagamos lo correcto, estemos listos para afrontarlo.

En donde se pone la atención (prueba de enfoque)

La capacidad de enfocar la atención en un objeto específico es uno de los más grandes dones del ser humano. Nos permite apagar todo tipo de distracción y centrar toda nuestra energía mental en la tarea a realizar.

Esta habilidad de enfocarnos también puede ser una limitante ya que puede causar una ceguera temporal a elementos periféricos que son importantes.

Por hoy, suficientes palabras. Les dejo este test de atención en video para que hagan la prueba. Si quieren compartan sus resultados en los comentarios abajo.

Rumbo a casa

Siento que he empezado mi viaje de regreso a casa. En el silencio de la noche algo me murmura que estoy muy cerca de encontrar aquello que nunca terminé de perder. Poco a poco las murallas que he construido durante toda mi vida se empiezan a desmoronar para dar paso a un poco de luz.

Mis interacciones con otras personas, e incluso conmigo mismo, están cambiando. Mi indiferencia hacia ciertas cosas que siempre me parecieron banales se empieza a desvanecer. La niebla lentamente se empieza a disipar.

Este barco a alzado anclas e izado sus velas. El puerto de partida ha quedado atrás y se empieza a fundir con el sol en el ya distante horizonte. Ahora todo lo que puedo ver hacia adelante es mar abierto. Las posibilidades son infinitas y aunque el destino final nunca se podrá expresar con palabras, el corazón sabe que este es el rumbo a seguir —voy rumbo a casa.

Un día a la vez

Al momento de empezar un proceso de cambio muchas personas caen en la trampa de querer hacer demasiado en poco tiempo. No darle suficiente tiempo al proceso es la razón principal por la que muchas personas dejan sus sueños tirados.

Al igual que el maratonista que dosifica su carrera para llegar en buen estado al final, cualquier persona buscando hacer un cambio positivo en su vida debe saber llevar un ritmo sostenible que vaya de acuerdo a sus capacidades.

El entusiasmo de empezar algo nuevo o la ilusión de tener una nueva vida son emociones poderosas que pueden traicionar. Es imprescindible saber mantener el ritmo y no tratar de hacer demasiado desde la salida. Caer presa de las emociones y la energía del arranque usualmente tiene consecuencias negativas —como no poder terminar la carrera.

Po eso es recomendable ajustar las expectativas de acuerdo a un proceso gradual que gane momentum un día a la vez. Hay que estar atento a que habrán días buenos y habrán días malos. Se debe reconocer que las habilidades necesarias para llegar a obtener los sueños que queremos alcanzar no se desarrollan de la noche a la mañana. El camino de la grandeza se debe recorrer un día a la vez.

Triangulo de condición humana

Mente, cuerpo y alma. El triangulo de la condición humana. Un triangulo deja de ser triangulo en la ausencia de cualquiera de sus lados. Algo similar ocurre con la condición humana. Cuando uno de sus tres componentes se encuentra débil, los otros dos lo pueden cargar —durante un tiempo. Si dos de los tres componentes están flaqueando la situación es difícil pero, al igual que todo lo que tiene que ver con la naturaleza humana, mientras haya vida, hay esperanza.

Se puede entrar en tecnicismos, buscar definiciones e incluso calcular fórmulas para definir lo que es el triangulo de la condición humana. Tal vez esto pueda funcionar hasta cierto punto con el cuerpo, el componente físico. Con los otros dos componentes, la experiencia de cada persona es el único punto de referencia que se puede utilizar.

Todos los días, en todo segundo, cada persona está teniendo una experiencia de vida única que es construida sobre la base de su triangulo de condición humana. Si el triangulo es fuerte, la experiencia de vida es buena. Si el triangulo tiene alguna debilidad, la experiencia no será plena. Si el triangulo es disfuncional, la experiencia de vida será mala.

Reconocer los tres componentes del triangulo de condición humana y poder hacer un auto-análisis de cada uno de ellos es un ejercicio muy poderoso. Al momento que se reconoce que la vida que se tiene es producto directo de la fortaleza de cada uno de los lados de el triangulo, entonces se puede empezar a fortalecer uno a la vez.

Los tres componentes son diferentes y se deben trabajar por aparte. Cada uno de ellos necesita un cuidado especial. Al mismo tiempo, el triangulo no se puede separar. Tampoco, como ya lo dijimos, los componentes del triangulo se pueden circunscribir a definiciones o métricas numéricas. Lo único que nos queda es trabajar todos los días en nuestra mente, cuerpo y alma.

El paso del tiempo, no lo podemos detener

El paso del tiempo deteriora el cuerpo pero enriquece el alma. El paso del tiempo nos enseña pero también nos obliga a olvidar. El paso del tiempo nos quita personas y cosas que queremos para enseñarnos lo que es la sensibilidad

Es espeluznante como algo no material, como el paso del tiempo, pueda alterar todo lo que los seres humanos consideramos real. No hay persona, ni estructura, ni creación humana que pueda poner resistencia al paso del tiempo.

Los grandes reyes y faraones sucumbieron ante el paso del tiempo al igual que las más magnificentes estructuras creadas por la humanidad también se hincarán algún día ante la incesante marcha del díos Cronos.

Nada ni nadie puede detener el paso del tiempo. Los niños crecen y los amigos envejecen. Seres queridos mueren y bebés nacen. La vida es constante cambio, el paso del tiempo no se puede detener.

Todos, en algún momento de nuestra existencia, nos detenemos a contemplar el paso del tiempo y cómo este a dado forma a nuestras vidas. Si somos inteligentes, nos daremos cuenta que el paso del tiempo no se puede detener y que todo lo que tenemos es hoy. No tiene sentido tratar de negociar con el paso del tiempo. Todo lo que podemos hacer es verlo pasar y maravillarnos antes su majestuosa invencibilidad.