La vida como el emprendimiento más importante

Creo que cómo emprendedores aprendemos muchas cosas que son súper valiosas. Aprendemos a identificar oportunidades, a inspirar a otras personas para que compartan nuestra visión y aprendemos cómo construir equipos que ejecuten planes complejos y que logren metas ambiciosas.

Hoy por la mañana estaba pensando en las infinitas horas que los emprendedores dedicamos a aprender todas estas cosas y en las infinitas horas más que le dedicamos a aplicarlas en nuestras empresas. Repentinamente, en algún momento durante esta reflexión una pregunta entró en mi mente, ¿Por qué no estoy aplicando todo esto que he aprendido como emprendedor para potenciar el emprendimiento más importante que tengo a mi cargo, mi propia vida?

Antes de seguir adelante quiero decir que creo que mi vida es maravillosa y que estoy haciendo cosas muy interesantes. Pero también sé que aún hay más. También sé que invierto la mayoría de mi tiempo en desarrollar mis emprendimientos y proyectos pero que cuando tomo un paso hacía atrás y trabajo en lo que quiero para mi vida no soy tan intencional con mis planes, metas y objetivos.

Pero las herramientas y conocimientos ya están ahí, listos para servir. Solo es cuestión de empezarlos a utilizar. Creo que la pieza que hace falta es la realización de que el proceso de construir nuestras vidas es un emprendimiento como cualquier otro. Es un proyecto que requiere de tiempo, planeación, dedicación, seguimiento, metas, motivación, colaboración, visión, etc., etc.

Sí, construir y vivir nuestras vidas es el emprendimiento más importante que cada uno de nosotros tiene a su cargo. Todo lo demás que escojamos hacer es tan solo un proyecto dentro del gran emprendimiento de nuestras vidas. Al final del día nuestros proyectos, empresas, familia, hobbies, deportes, vicios, amistades y todo lo demás que hagamos solo son componentes de nuestro emprendimiento más importante.

Esto no quiere decir que todo lo que hemos aprendido fundando y desarrollando nuestras empresas no nos pueda servir para fortalecer nuestras vidas. Todo lo que se requiere es un pequeño cambio de paradigma —darnos cuenta de que nuestras vidas son un emprendimiento como cualquier otro en el que ya hayamos trabajado y que las habilidades que hemos desarrollado en el campo de batalla empresarial también nos sirven para llevar nuestras vidas al siguiente nivel.

Falsas promesas

Hace alrededor de un mes las baterías de mi GoPro se arruinaron porque estuve filmando por dos horas seguidas con la cámara bajo un solo muy intenso. El calor hizo que se hincharan y aunque las baterías aún funcionan no me he sentido cómodo usándolas. Cuesta qué entren en la cámara y me da miedo que la puedan dañar.

Así que decidí comprar un set de baterías nuevas. Como usualmente lo hago, escogí el producto con mejores reseñas en Amazon. Esta estrategia me ha funcionando muy bien.

Las baterías que arruiné eran de 1,500 mah. Las nuevas que compré son, en teoría de 1800 mah. Y es precisamente por este incremento en duración que las escogí. Por el tiempo que duran los juegos de baseball que filmo me interesa mucho que las baterías duren lo más posible.

Pero las especificaciones que un producto ofrece son solo números en un papel hasta que el producto se usa. Las nuevas baterías que en teoría debieran durar más que las anteriores duran alrededor de un 40% menos. Que decepcionante es cuando las especificaciones de un producto no son más que falsas promesas.

Antes es mejor que después

Hace unos minutos estaba revisando las actualizaciones en mi teléfono. ¿Qué vi en la página principal del App Store? “Black Widow ya disponible en Disney Premiere Access. ¿Quieres abrir la aplicación?”

Sin tener acceso a los números de Disney tengo la leve sospecha de que cientos de miles de personas van a pagar los $30 en Estados Unidos ($13 en Guatemala) para ver la película en primicia a partir de hoy, 9 de Julio. La película estará disponible para todos los suscriptores de Disney sin este pago adicional después el 25 de Agosto del 2021. 6 semanas después.

¿Porque creo que tantas personas van a pagar extra para ver la película en primicia? Porque yo mismo estoy en el borde de hacerlo. Ver que hay algo que quieres y que está a tu alcance, justo ahí, a un click de distancia, es muy tentador. Y muchas veces pagamos para tenerlo.

Los seres humanos nos contamos historias acerca de todo y son estas historias las que determinan lo que hacemos. Tener algo exclusivo sé siente mejor que tener algo que todos pueden tener. Tener acceso a algo antes que los demás nos permite contarnos historias acerca de nosotros mismos que nos hacen sentirnos bien.

Esta es una realidad innegable y es algo que como emprendedores tenemos que tener muy presente. La sensación de exclusividad e inmediatez que podamos ofrecerle a nuestros clientes o usuarios es un diferenciado muy importante. Si queremos acelerar el crecimiento de nuestras empresas debemos recordar la lección que hoy nos está dando Black Widow: antes es mejor que después.

Actualización: Le fue bien el fin de semana a la película.

Shares of Disney, meanwhile, outperformed every other stock in the Dow, climbing more than 4% after the company’s spy thriller Black Widow set a pandemic record with movie-theater earnings of $80 million and streaming earnings of $60 million over the weekend.

— Forbes

Un sí rotundo

Todos tenemos demasiado que hacer. Nos hemos comprometido a demasiadas cosas y nos sentimos abrumados buena parte del tiempo. Nuestra vida fácilmente se puede convertir en una constante carrera para cumplir con compromisos que al final del día no nos dan ni satisfacción ni ingresos financieros. Entonces, ¿qué hacer?

Bueno, en este punto este post se pudiera convertir en un largo, aburrido y muy teórico tratado acerca del manejo de prioridades, valores personales, etcétera; en algo muy complejo que tratara de buscar simplicidad. Pero no voy a hacer eso. Hoy voy a tomar la ruta más simple hacia nuestro objetivo. Les voy a compartir la regla que Derek Sivers creó para simplificar su vida y eliminar las actividades no deseadas de ella.

¿Qué más podemos pedir que una regla que pueda simplificar nuestras vidas y que a su vez sea simple? No se me ocurren muchas cosas. La idea de Sivers es precisamente eso. Una simple frase que puede cambiar nuestras vidas al ayudarnos a discernir que actividades y compromisos aceptar y cuales no.

Acá les va. “Tiene que ser un SÍ ROTUNDO o mejor no”, le gusta decir a Sivers. Es tan simple que es engañoso. Si la oferta, oportunidad, actividad o compromiso que tienes enfrente no te entusiasma al punto de querer gritarle a todo el universo “¡, lo quiero con todo mi ser!” mejor di que no.

La gran mayoría de cosas a las que les decimos que sí les decimos que sí por costumbre, o porque están enfrente de nosotros o por miedo o porque no tenemos nada más que hacer o por una sensación de compromiso hacia la persona que nos lo está ofreciendo. A muy pocas cosas les decimos que sí por convicción interna y pasión. Y es a esto a lo que Sivers precisamente nos invita. A simplemente evaluar todo lo que queremos o no hacer desde un punto de vista extremo. O realmente lo queremos con hacer con cada fibra de nuestro cuerpo o mejor no hacerlo. A cualquier cosa que no cumpla con sentirse como un SÍ ROTUNDO, mejor decirle que no.

Correr como entrenamiento para la voluntad

Aunque en ningún momento me detuve por completo, desde que empezó la pandemia he reducido considerablemente la cantidad de kilómetros que corro a la semana. Y con esa reducción de kilómetros mi resistencia y fuerza también se han visto deteriorados.

Por ejemplo, hoy salí a correr 4 kilómetros. Hace año y medio esta distancia era solo un calentamiento. Hoy fue una lucha constante poder completar esa corta distancia. Y así es, lo que no se usa se pierde. Al mismo tiempo, construir resistencia física requiere de mucha constancia y voluntad. ¿Qué les puedo decir? La resistencia física se pierde en un abrir y cerrar de ojos.

Y así es como hoy llego a hechar de menos algo que ya daba por sentado, una excelente condición física. No me mal entiendan. Para nada estoy mal. Si tuviera que correr 10 ó 15 kilómetros creo que lo podría hacer. Lo único que estoy diciendo es que el precio que mi cuerpo está pagando por cada kilómetro que corre hoy está bastante caro.

Esto no está del todo mal. Creo que es una buena oportunidad para volver de nuevo al principio y no solo ejercitar mi cuerpo sino que también ejercitar mi voluntad. De volver a luchar contra esos pequeños dolores musculares e incomodidades que el cuerpo presenta cuando se le exige un poco más de lo normal. De sentir cómo a veces el aire hace falta y las piernas y la espalda por momentos se niegan a colaborar.

Sí, en estas siguientes semanas correr no sólo será un entrenamiento físico, será un entrenamiento de voluntad. Cuando logramos vencer al cuerpo, también podemos vencer cualquier otro obstáculo que se presente en nuestro camino.

Es momento de volver a trabajar la mente, el espíritu y el cuerpo como uno.

Leer para escribir

Hoy es un día extraño. Estoy escribiendo y aún no he leído. Estoy experimentando una sensación bastante extraña. Siento como que si hubiera un vacío, una carencia de ideas.

Déjenme les explico. Al igual que todos los días me siento a escribir, también todos los días me siento a leer. La gran mayoría de las veces leo antes de escribir y aunque no necesariamente siempre escribo sobre lo que leí, alimentar la mente con nuevas ideas a través de la lectura es un preámbulo enriquecedor para el proceso de escribir.

Nada se puede crear en el vacío y el proceso creativo depende de la combinación de ideas y conocimientos anteriormente adquiridos. Mientras más ideas, experiencias y conocimientos tiene una persona almacenados, creo que mayor será su capacidad de crear.

Yo veo la lectura como una constante exposición a nuevos conceptos y puntos de vista diferentes a los que ya hemos aprendido. Leer nos enseña nuevas formas de cómo ver el mundo. Cuando podemos ver el mundo con ojos frescos, nuevas ideas que antes no existían adentro de nuestra cabeza cobran vida. Leer nos abre las puertas a tantas cosas maravillosas.

Y es entonces que podemos empezar a escribir. Las ganas de querernos expresar y materializar toda esa síntesis que formulamos a partir de los nuevos conocimientos adquiridos son incontenibles. Sin duda alguna, al menos yo, tengo que leer para después poder escribir.

Un ambiente colaborativo, la importancia de la confianza

Un ambiente colaborativo no solo es más agradable, también es más productivo. Cuando la mayoría de las personas que están trabajando por un objetivo en común aportan algo al proceso, las cosas salen mejor. El peso que cada uno de los participantes tiene que cargar es menor y todos tienen la oportunidad de dar todo en su particular área de experticia.

En mi experiencia, crear un ambiente colaborativo empieza con la confianza. Un equipo en el que no hay confianza no puede colaborar. La ausencia de confianza crea inseguridad, egoísmo y temor. El objetivo principal deja de ser la colaboración grupal y se convierte en la supervivencia del más fuerte. Todo mundo empieza a velar por sus propios huesos.

Ah, pero que diferencia hace la confianza. Cuando hay confianza cada miembro del equipo sabe que todos están empujando por el mismo objetivo: el éxito de la misión grupal. Los deseos, necesidades y ambiciones personales pasan a un segundo plano que está muy por atrás de lo que el grupo necesita para alcanzar el éxito. También, nadie cuestiona las decisiones y acciones de los demás. Todos asumen que cada movimiento se ejecuta buscando los principales intereses del grupo.

La confianza asume intención positiva y requiere de mucha comunicación. La transparencia es casi que un sinónimo de confianza y se debe mantener siempre, incluso en los más difíciles momentos que sin duda se tendrán que afrontar. Cuando hay confianza los ambientes colaborativos pueden nacer y cuando existe un ambiente colaborativo cada miembro del equipo puede empezar a brillar!

El silencio que habla

Todo el tiempo hay ruido adentro de nuestras cabezas. No importa qué tan recio sea, si no ponemos atención nunca nos daremos cuenta de que está ahí.

Es este ruido el que muchas veces no nos deja pensar con claridad. Es este ruido el que nos confunde y nos genera ansiedad. Es este ruido el que nos habla mañana tarde y noche acerca de todo lo que está mal. Es este ruido el que después de cada fracaso nos grita que no servimos para nada.

Pero hay un silencio muy especial que yace más allá de todo este ruido. Es un silencio maravilloso, tan silencioso que en él siempre se pueden escuchar murmuraos de palabras de sabiduría. Es un silencios que trae consigo paz y tranquilidad, que nos arrulla en sus brazos y nos recuerda que somos algo muy especial.

Hay un silencio que habla, que tiene todas las respuestas y siempre sabe qué decir. No es un silencio vacío, al contrario, es un silencio que está lleno con todo lo que existe en el universo. Es un silencio que si, estamos dispuestos a escuchar que dice, siempre nos servirá de guía en nuestras vidas.

Shhh, calla el ruido. Cierra los ojos. Busca dentro de ti y escucha el silencio que te quiere hablar.

Lo fácil es aburrido

Hoy el equipo de beisbol en donde juega mi hijo jugó la semifinal del torneo que actualmente están jugando. El resultado final fue bastante desbalanceado a su favor. Está de más decir que a pesar del buen resultado la intensidad, enfoque e interés, estuvieron evidentemente ausentes en todos los niños del equipo —porque lo fácil es aburrido.

Es extraño escuchar a alguien quejarse cuando las cosas son fáciles, sin embargo, la queja que comúnmente se escucha es: “Qué difícil está esto, ya no quiero más.” Pero, ¿en realidad se siente mejor no tener retos significativos en el camino? ¿Realmente preferimos que las cosas sean fáciles? Yo creo que no.

Hacer algo que ya se sabe hacer bien no es emocionante. Crecer, a través de enfrentarse a un buen reto sí acelera el corazón. Saber de antemano que el resultado va a ser positivo no tiene gracia, no existe el riesgo de poder perder. Tener que luchar contra corriente para salir victorioso desarrolla nuevas habilidades y ejercita la mente y la voluntad.

Lo fácil es aburrido porque no nos pone a prueba. Lo fácil es aburrido porque no requiere que demos lo mejor que tenemos. Lo fácil es aburrido porque no nos enseña nada. Lo fácil es aburrido porque no nos sorprende. Lo fácil es aburrido porque no nos exige. Lo fácil es aburrido porque no nos puede enseñar de que estamos realmente hechos. Lo fácil es aburrido porque nosotros siempre queremos mejorar.

El proceso evolutivo del emprendimiento

El mundo es complejo. Los negocios son aún más complejos. El mercado es grande, competitivo y a veces puede ser muy confuso. Y aún así, los emprendedores nos sentamos a planear una nueva empresa o un nuevo proyecto y esperamos que todo salga como queremos, inmediatamente. Ah! Y cómo que si esto fuera poco, también queremos que todo salga como queremos Y de acuerdo a nuestro plan original. No nos gusta tener que ajustar el “plan maestro”.

Pero el emprendimiento es un proceso evolutivo. Requiere de mucha prueba y error. El aprendizaje también es un componente fundamental del emprendimiento y aprender lleva tiempo. Aprender es un proceso gradual. Aprender requiere uno que otro fracaso y fracasar para luego poder corregir requiere tiempo.

Sí, entiendo que ningún mercado va a darle al emprendedor todo el tiempo que quiere. Para tener éxito se requiere de velocidad y agilidad. Pero nunca a costillas de la evolución natural del proceso. Cuando hay pasos importantes del proceso que se obvian por acelerar demasiado, la probabilidad de tener que regresar a empezar de cero crece.

Entender esto alivia la presión y ansiedad que muchas veces experimentamos como emprendedores. Reconocer que nuestro plan va a cambiar y que todo el tiempo estaremos recibiendo señales de ajuste que el mercado nos enviará es reconfortante. Nos permite dejar por un momento la frustración y ansiedad y nos deja enfocarnos en lo que como emprendedores debemos hacer: evolucionar y aprender.