Siempre he creído fervientemente que la acción es mejor que la pasividad. Que hacer es mejor que no hacer. Que tomar decisiones es mejor que seguir evaluando. Hoy por la mañana salí a correr. Un entreno que para mi fue bastante duro. Hice 7 intervalos de 800 metros a un paso de alrededor de 5:30 el km.
Durante el 5to intervalo empecé a pensar: ¿y que si paró? Ya hice mas de la mitad. He cumplido con todos los demás entrenos. Falta mucho para la carrera, etc. Hoy, ese 5to intervalo fue un momento crucial. Decidí ignorar esa vos interna que me invitaba a rendirme y simplemente decidí no seguir pensando. Terminó el intervalo y tuve 3:00 minutos de recuperación durante los cuales me sentí mucho mejor. Puse mi cansancio en perspectiva y pensé en escribir este artículo.
Luego llegó el 6to intervalo y cerca de la mitad volvió a ocurrir lo mismo. La duda, las ganas de rendirme. La tentación de sucumbir ante la comodidad. Y de nuevo evité tomar una decisión bajo el peso de la circunstancia actual. En fin, 20 minutos después terminé el entreno y me sentí muy satisfecho. Claro, ahorita me duelen bastante las piernas pero sé que mañana voy a ser mas fuerte.
En el momento en que estás mas cansado, en ese momento en que las cosas no van como quieres, cuando todo está en tu contra, cuando tu cuerpo no puede mas, cuando solo puedes pensar en descansar, nunca tomes la decisión de rendirte. Si decides en este momento estarás desaprovechando una gran oportunidad para crecer, de saber hasta donde puedes llegar. Es en estos momentos cuando puedes alcanzar a ser esa mejor versión de ti con la que siempre has soñado encontrarte un día. Nunca decidas rendirte cuando el camino está difícil, es cuando mas estás creciendo.
Les copio la imagen de mi recorrido de hoy en la que las flechas muestran en que tipos momento nunca debes decidir.