Al día de hoy he escrito más de 700 artículos. Este es el primero que escribo a la luz de una vela. No lo estoy haciendo por elección. No hay electricidad acá en la casa. Hace unos minutos algo explotó afuera. Ya pronto me enteraré de qué fue lo que pasó.
Para mientras seguiré disfrutando del silencio y la obscuridad. Hay una tranquilidad ensordecedora que se pasea por toda la casa en la ausencia de la electricidad. Debo decir que la ausencia de electricidad solo es relativa. Estoy escribiendo en la laptop (que afortunadamente estaba cargada), mi teléfono también está cargado (y me da acceso a Internet) y el iPad de mi hijo está funcionando con una batería móvil.
La manera en que estoy escribiendo también es diferente. Para empezar solo tengo IA Writer abierto. Todas las demás aplicaciones están cerradas. Quiero que la batería de la laptop me dure lo más posible. También, en lugar de configurar la luz de mi oficina a cierta tonalidad con un app, estoy viendo una vela titilear. No tengo música puesta y puedo escuchar el sonido de unos grillos que jamas antes había escuchado por acá.
La cena también fue diferente. Me gustó que todos comimos juntos por una vez. Debo reconocer que no es algo que hagamos muy seguido. Fue muy divertido y a aprovechamos para ponernos al día. El ritmo de la comida fue bastante más pausado de lo usual. Muy agradable.
Quin lo diría, pero ahora que leo lo que estoy escribiendo, hasta me atrevería a decir que me estoy disfrutando el apagón. Estoy seguro que un par de días más de esto y me volvería loco. Se los puedo garantizar. Pero por ahora voy a conectar la laptop al Internet del celular y publicar este post. Les escribo otra vez mañana.