Manolo Alvarez: Blog

Estamos dormidos y el abecedario nos lo puede demostrar

A,b,c,d,e,f…. Todos nos lo sabemos de memoria. La N va después de la M y la Z lo termina todo. Antes de la Q va la P. El abecedario es cómo es y así funciona bastante bien. Pero…

Quiero que se tomen un par de minutos y que se imaginen que por alguna razón tuviéramos que cambiar el orden de las letras del abecedario. Quédense conmigo, solo es un experimento mental.

¿Qué tanto esfuerzo tendríamos que hacer como sociedad para institucionalizar un nuevo abecedario con las mismas letras solo que en diferente orden? Creo que nos llevaría al menos unas cuantas generaciones lograr el cambio. Mi impresión es que sería un esfuerzo titánico.

Ahora, visualicen la R después de la G. Véanla en su mente. Si son como la mayoría de personas, tan solo pensarlo les genera una fuerte reacción. “La R no vea después de la G. La R va después de la Q y después de la G va la H”, se están diciendo muchos de ustedes. “La R simplemente NO va después de la G”.

Pero la realidad es que las letras del alfabeto no están en el orden que las aprendimos por una razón práctica en particular. El orden es mayormente aleatorio. Una casualidad. Algo que a alguien se le ocurrió. Después todos nos pusimos de acuerdo en que eso estaba bien y empezamos a cantar al unísono:

Y así, durante miles de años el proceso se repitió. Una persona le enseñó el orden a otra. Y el a,b,c se fue propagando por todo el mundo. El a,b,c se volvió en una forma de vida. Se volvió nuestra incuestionable realidad.

Tener este orden (pero en realidad cualquier otro orden hubiera funcionado) es una de las cosas más maravillosas que el ser humano ha descubierto porque nos ha permitido comunicarnos de manera escrita. No estoy discutiendo eso.

Lo que quiero decirles es qué tenemos que pensar. Estamos dormidos. Aceptamos todo tal y como nos lo dicen. No cuestionamos. Nuestros padres, maestros, amigos, guías espirituales y la sociedad nos dicen cómo “son” las cosas. Pero muchas veces las cosas no son como nos dicen que son y eso nos causa mucho sufrimiento en nuestras vidas. Les digo esto porque quiero que haya menos sufrimiento en el mundo.

Al igual que resulta casi imposible ver la R después de la G, hay tantas otras cosas que no podemos ver de manera distinta porque siempre hemos creído que así son. Así nos las enseñaron.

Pero, ¿Y qué tal si hay cosas en nuestras vidas que realmente pudieran funcionar mejor si tan solo las ordenáramos de otra manera?

Cuestionalo todo. TODO.

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