El proceso de aprender (Grilled Cheese)

Creí que no me gustaba cocinar. Puede ser por qué cuando era pequeño y vivía en la casa de mis papás nunca cociné. Tampoco recuerdo haber visto a mis papás cocinar. Siempre fue algo ajeno para mí. El tema es que no tengo casi nada de práctica cocinando. Y hasta hace poco, tenía la creencia de que no lo podía hacer.

Resulta ser que hace un par de meses nuestro hijo desarrolló una afición extrema a los sándwiches “grilled cheese”. Y cuando digo extrema me refiero a por lo menos uno todos los días. Hay días de 3 ó 4 sándwiches. Se cocinan bastantes de estos panes en la casa.

No sé cual sea la receta original pero acá se preparan de la manera más simple posible: 2 rodajas de pan, con 2 rodajas de queso americano en medio, tostadas en un sartén con un poco de mantequilla.

Después de ver la preparación de no sé cuantos sándwiches, un sábado por la mañana, por fin me di a la tarea de preparar un yo mismo. El resultado no fue muy bueno. La verdad es que nunca debiéramos esperar un buen resultado la primera vez que hacemos algo. El mundo no funciona así.

Después de que nuestro hijo vio que hice el intento y no fue nada fatal, lo natural sucedió después. De vez en cuando me empezó a pedir que le hiciera un “grilled cheese”. Y con esto empecé a tener un poco más de práctica preparando los sándwiches. Y cada vez fueron saliendo mejor. Esto es lo que pasa cuando practicamos, no volvemos mejores para lo que sea que estemos aprendiendo.

Así que el proceso de aprendizaje siguió. Cada vez salían mejor tostados los panes. Y así seguí haciendo sándwiches hasta que un día escuché el comentario que nunca creí escuchar. “Tostado perfecto”, decreto el comensal! Parece ser que ya estoy empezando a dominar el proceso de tostar panes para hacer sándwiches “grilled cheese”. Y esto se siente bien. Se siente muy bien. Dominar algo con cierto grado de maestría es extremadamente motivante. Nos sube el autoestima y nos estimula a querer aprender más.

Tanto así que después de una racha ya constante de “tostados perfectos” estoy empezando a ver qué más puedo aprender a cocinar. Así es como crecemos nuestras habilidades. 

Este es el proceso de aprender:

  1. Hacer algo por primer vez.
  2. No desanimarse por qué no sale bien.
  3. Practicar y practicar. Volver a practicar sin desanimarse.
  4. Llegar a dominar lo que se está aprendiendo.
  5. Expandir el conocimiento aprendiendo cada vez más detalles a profundidad.

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