Es tan fácil comprender que el cuerpo necesita reponerse y recuperar energía. Sabemos que necesitamos dormir y descansar después de hacer ejercicio. El mismo cuerpo se encarga de gritarnos cuando es momento de descansar.
Lastimosamente no ocurre lo mismo con la mente y el espíritu. Ambos se pueden desgastar hasta el punto de quiebre antes de que siquiera nos demos cuenta de que se empezaron a cansar. Al igual que el cuerpo, estos aspectos intangibles del ser humano experimentan cansancio y deben recuperarse.
El atleta de alto rendimiento que lleva un fuerte régimen de entreno y que empuja su cuerpo al límite en cada sesión de entreno sabe que el proceso de recuperación de su cuerpo es casi tan importante como el trabajo que hace durante el entreno. Descansar es vital para sostener un buen rendimiento.
Lo mismo se necesita para la mente y el espíritu. Después de una larga jornada de trabajo, una buena caminata al aire libre para despejar la mente. Después de una intensa sesión para resolver un problema, 15 minutos de distracción. Después de 3 meses de enfrentar constantes problemas y experimentar mucho estrés, una semana rodeado por silencio y naturaleza.
Puede parecer que no está pasando nada grave o que simplemente no estás cómodo con alguna situación. Pero en el fondo hay una sensación de inconformidad que a veces no te deja ni respirar. De alguna manera dejas de percibir las cosas que días antes te motivaban a seguir y las ganas de seguir cada vez son mas difíciles de conseguir. Ten cuidado, esto pueden ser tu mente y tu espíritu gritándote que se necesitan recuperar. Déjalos descansar.