Aclaración: Estoy anuente de que existen familias en donde por una infinidad de distintas situaciones la figura paterna puede no estar presente —ya sea de forma temporal o permanente. El fin de este artículo es relatar la experiencia de la paternidad desde mi propia experiencia, tanto cómo hijo y cómo padre.
Desde que nacemos, cada uno de nosotros, experimenta lo que es interactuar con la figura paterna. Durante la primer parte de nuestra vida la experimentamos como hijos y más adelante —si así lo decidimos y llegamos a tener la fortuna— lo experimentamos como padres.
Inevitablemente, el rol que jugamos como padres está fuertemente definido por la experiencia que tuvimos con nuestros propios papás cuando éramos niños —la relación padre hijo siempre le da forma a ambos. Es por esto que cada palabra, acción y ejemplo que le damos a nuestros hijos debe ser intencional y muy bien pensada. Estamos influenciando el tipo de padres que serán nuestros hijos en un futuro no muy lejano.
El rol de padre para mí significa dejar ir. Dejar ir mis aprensiones y miedos, de las ganas de controlar y querer que mi hijo sea exactamente cómo yo quiero que sea. Ya viví eso de pequeño y la verdad, creo que no me funcionó. Prefiero servir de guía y encaminarlo hacia ser una persona feliz e independiente que deje toda su alma y corazón para alcanzar sus propios sueños. No enseñarle a qué persiga los míos.
Para guiar a nuestros hijos ha ser hombres y mujeres de bien debemos aprender y crecer mucho nosotros mismos. Es imposible enseñarle a alguien algo que uno todavía no ha aprendido. Así es que el rol de ser padre incluye cualquier cantidad de trabajo y crecimiento personal. Requiere ser cada vez que seamos mejores personas. Ser padre es cumplir con el compromiso y trabajo de convertirnos en el tipo de persona que queremos que nuestros hijos sean.
El rol de padre es colaboración. Es dejar ir nuestro orgullo y aprender a definir cómo familia cuales son los valores que definirán las vidas de nuestros hijos. Puede sonar muy fácil pero esto resulta extremadamente difícil debido a que cada persona en la familia tiene sus propios valores y manera de ver las cosas. Es importante cómo padre colaborar en crear un ambiente en donde nuestros hijos aprendan que está bien ser ellos mismos y que cada quien siempre tiene algo distinto que aportar. Ser padre es enseñar a respetar la libertad de los demás y cómo convivir.
El rol de padre necesita que muchas veces admitamos que nos equivocamos o que no siempre “tenemos la razón”. Ser padre es enseñar humildad y saber escuchar. Es tener paciencia y mostrar templanza. Es desarrollar ese autocontrol que muchas veces queremos tirar por la ventana. Es mostrar nuestras emociones cuando lo único que queremos hacer es huir. Es ser firmes y compasivos a la vez. Es enseñar siempre estando abiertos a aprender. Nuestros hijos tienen mucho que nos pueden enseñar —si nosotros tan solo queremos aprender.