Cuando una persona quiere trabajar con alguien más para modificar algún comportamiento, lo primero que debe hacer es obtener permiso para hacerlo.
Obtener este permiso es muy importante por qué las personas confundimos lo que hacemos con lo que somos. Si estamos tratando de cambiar el comportamiento de alguien sin obtener su consentimiento probablemente obtendremos una reacción defensiva.
Es natural. Que alguien más nos pida que cambiemos la manera en que hacemos algo muy fácilmente puede ser interpretado como un ataque personal. Al fin y al cabo, si creo que soy lo que hago y me piden que cambie lo que estoy haciendo, de alguna manera me están pidiendo que cambie quien soy. Buena suerte!
Pedir permiso es simbólico. Lo que realmente queremos con pedir permiso es lograr que la otra persona este abierta al cambio. Que esté en el mismo plano que nosotros y sienta que estamos de su lado. El permiso es un convenio entre ambos que dice: “vamos a trabajar juntos para ayudarte a mejorar.”
Este consentimiento es extremadamente poderoso y da muy buenos resultados. Especialmente cuando la persona con que estamos trabajando somos nosotros mismos.
Ve adelante y date hoy mismo ese permiso que tanto estás buscando para cambiar.