Un ambiente colaborativo, la importancia de la confianza

Un ambiente colaborativo no solo es más agradable, también es más productivo. Cuando la mayoría de las personas que están trabajando por un objetivo en común aportan algo al proceso, las cosas salen mejor. El peso que cada uno de los participantes tiene que cargar es menor y todos tienen la oportunidad de dar todo en su particular área de experticia.

En mi experiencia, crear un ambiente colaborativo empieza con la confianza. Un equipo en el que no hay confianza no puede colaborar. La ausencia de confianza crea inseguridad, egoísmo y temor. El objetivo principal deja de ser la colaboración grupal y se convierte en la supervivencia del más fuerte. Todo mundo empieza a velar por sus propios huesos.

Ah, pero que diferencia hace la confianza. Cuando hay confianza cada miembro del equipo sabe que todos están empujando por el mismo objetivo: el éxito de la misión grupal. Los deseos, necesidades y ambiciones personales pasan a un segundo plano que está muy por atrás de lo que el grupo necesita para alcanzar el éxito. También, nadie cuestiona las decisiones y acciones de los demás. Todos asumen que cada movimiento se ejecuta buscando los principales intereses del grupo.

La confianza asume intención positiva y requiere de mucha comunicación. La transparencia es casi que un sinónimo de confianza y se debe mantener siempre, incluso en los más difíciles momentos que sin duda se tendrán que afrontar. Cuando hay confianza los ambientes colaborativos pueden nacer y cuando existe un ambiente colaborativo cada miembro del equipo puede empezar a brillar!

Cooperación

Cooperación

Todos somos diferentes. Eso hace que cada uno de nosotros sea único. Todos tenemos nuestras fortalezas y debilidades. Para trascender más allá de lo que físicamente podemos hacer es necesario cooperar con otras personas que nos complementen.

¿Porqué estoy pensando en esto? Porque este lunes pasado el disco duro de mi iMac murió. Hoy viernes, tan solo 4 días después, la máquina ya está restaurando el backup de Time Machine y pronto estará lista de nuevo. El disco HDD fue reemplazado por un SSD de 2TB. La máquina ahora es mucho más rápida y tiene el doble de almacenamiento. Todo gracias a la cooperación de dos muy buenos amigos.

Uno de ellos estaba en Miami el lunes y me hizo el favor de pedir el SSD en amazon con su cuenta Prime. Él vino ayer y hoy me entregó el SSD. El otro, un mago con las computadoras y el software, me hizo el favor de abrir la computadora y reemplazar el disco en cuestión de un par de horas.

Gracias a la cooperación de estos dos amigos pude resolver el problema en un tiempo mucho menor de lo que lo hubiera podido hacer yo solo. El costo también fue significativamente menor. Las cosas funcionan mejor cuando hay cooperación.

P.D. Si alguno de ustedes llega a leer esto, gracias de nuevo.

Un equipo de trabajo de calidad – consejo para CEOs

Como CEO de una empresa es común cometer el error de creer que los grandes resultados dependen de las mejoras personales que uno pueda hacer. Sí, ser CEO implica una gran responsabilidad personal, pero el grueso de los resultados que se obtengan dependen de la calidad del equipo de trabajo que se construya. No de los logros individuales que uno pueda lograr.

Aceptar esta realidad no siempre es fácil. Especialmente para personas con personalidades fuertes que están acostumbradas a lograr sus objetivos a costa de todo —los prototípicos CEOs. Un buen CEO debe constantemente enfocar su atención en la calidad del equipo de trabajo que tiene a su disposición. De esto dependen sus resultados.

Es inevitable para un CEO dejar de buscar su propio crecimiento y constante mejora (lo cual es bueno). La recomendación es que dirija una buena porción de estos esfuerzos a desarrollar sus habilidades de liderazgo, gerencia y reclutamiento. Si hay algo con lo que un CEO puede multiplicar la inversión que hace en crecer sus propias habilidades es en dirigirlas a desarrollar su equipo.

El objetivo siempre es desarrollar todas las habilidades que el CEO identifique como necesarias para mejorar la calidad de su equipo. Todo lo demás pasa a ser secundario. El rendimiento y los resultados que el equipo esté logrando determinan en qué debe trabajar el CEO.

Si su equipo está desmotivado, el CEO debe aprender a motivar. Si su equipo no sabe hacia dónde ir, debe aprender a construir visión. Si su equipo no está inspirado, debe aprender a transmitir propósito. Si su equipo no está dando los resultados que necesita, el CEO debe aprender a coachear. Y si esto no funciona, debe aprender a contratar mejor.

¿Cómo se evalúa entonces a un CEO? Por el rendimiento de su equipo. Nada más ni nada menos. Por ende, el CEO efectivo tiene que trabajar en constantemente en sí mismo para poder maximizar el rendimiento y la calidad de su equipo de trabajo.

Liderazgo sin autoridad

La complejidad de hacer negocios se asemeja cada día mas a la de la física nuclear. La cantidad de personas e incentivos que se deben alinear para que un proyecto funcione es espeluznante. Y por si esto fuera poco, la velocidad de ejecución que se necesita pronto se va a empezar a medir en años luz.

Aún así, la mayoría de empresas y equipos de trabajo siguen operando sobre premisas desarrolladas décadas atrás. Es momento de modernizar la manera en que se hacen las cosas. La cantidad de cambios necesarios es demasiado grande para siquiera empezar a listar acá. Así que mejor me enfocaré en un tema muy específico e importante: liderazgo sin autoridad.

Me gustaría empezar por definir que es un equipo. Un equipo son todas las personas requeridas para lograr un resultado. ¿Y qué NO es un equipo? Las personas que le reportan a un líder en común, los miembros de un departamento, los empleados de una empresa, la junta directiva, etc.

Si alguien puede hacer algo para ayudarte a mover un proyecto hacia adelante, entonces esa persona está en tu equipo. No importa si tienes autoridad formal sobre esa persona, si te reporta directamente o si trabaja para tu empresa o no. Si puede ayudar, está en tu equipo.

Esta realización es alentadora. Si todos pueden estar en tu equipo, eso significa que tienes más personas que te pueden ayudar. También la diversidad de habilidades que tendrás a tu disposición será mucho mayor. El conocimiento colectivo y la capacidad de resolver problemas de tu equipo será impresionante.

Pero hay un reto. Que ahora tienes que aprender a liderar sin autoridad formal. Para construir un equipo así debes poder enrolar personas a tu cometido sin tener “control” directo sobre ellas. Imagina que para terminar un proyecto muy importante necesitas a la vez la colaboración de un proveedor y de un cliente. Estás en medio y no puede solo. Tu única solución es encontrar a las personas clave dentro de el proveedor y del cliente y subirlos al barco. Convencerlos a que apoyen tu misión como que si fuera suya. De hecho, lo que se requiere es que encuentres una manera de que ellos hagan tu misión suya. Eso es liderar sin autoridad y es la única manera de que todos sean parte de tu equipo.

Hoy ya no es suficiente tener un equipo “tradicional”. Hoy se necesita más. Se necesita fluidez, colaboración y diversidad. Se necesitan equipos multifuncionales y multidisciplinarios en donde no existen fronteras de funciones, departamentos, empresas o similar. Estos equipos se construyen con liderazgo sin autoridad y el momento de empezar es ya!

Si te interesa el tema y te interesa empezar a trabajar te recomiendo leer este libro:

Los 5 componentes clave para lograr un cambio radical

Muchas veces las cosas no están mal. Pero al mismo tiempo tenemos la intuición de que podrían estar mejor. Y es entonces que empezamos a buscar y a buscar cambios que hacer para poder materializar ese “potencial” que vemos. Muchas veces nos perdemos en esta búsqueda y empezamos a pensar en escenarios y situaciones sumamente complejas. La ansiedad se apodera de nosotros y con cada instante que pasa vamos tomando peores y peores decisiones. Esta no es la manera de lograr mejora continua.

En mi experiencia es mucho mejor buscar los elementos ma simples, incluso mundanos, cuando queremos lograr cambiar una situación radicalmente. Algunos de los elementos simples que he logrado identificar son:

  • La química y la calidad de la relación entre los miembros del equipo. Amistad.
  • La actitud de gerencia hacia el equipo (confianza / desconfianza)
  • La existencia de una visión clara que esté alineada con la visión general de la organización (claro! esta debe existir)
  • Una metodología de trabajo simple y eficiente que permita a todos obtener retroalimentación de que tan buen trabajo están haciendo (nosotros estamos utilizando scrum).
  • El nivel de compromiso y entrega que todo esto logra

Es cierto, estos 5 puntos son simples pero ojo, esto no quiere decir que sean triviales. Requieren de mucho trabajo, energía y entrega de toda la organización para existir. Lo bueno es que al no ser complejos, todo lo que se necesita para poderlos ejecutar es dedicarles los recursos necesarios.

De los proyectos grandes y la colaboración en equipo

Hay un sentido muy especial de pertenencia cuando se forma parte o se lidera un equipo de alto rendimiento. Estoy seguro que este sentimiento proviene de esa cualidad humana que tenemos de querer construir más y mejores cosas en el mundo. A pesar de que muchas veces no tenemos la madurez o la sabiduria para verlo, es en estos momentos de logro que nos damos cuenta de las limitaciones que tenemos y de lo importante que es colaborar con otras personas.

Este sentido de pertenencia y logro que sentimos al cumplir con éxito un gran proyecto en equipo nos recuerda que no estamos solos en el mundo. Que necesitamos de otras personas con una gama distinta de talentos y habilidades para construir cosas que trasciendan. Que somos interdependientes y que como humanos tenemos mucho que dar en este mundo!

Así me siento hoy. Veo los resultados de varios proyectos en los que estoy involucrado. En cada uno de ellos juego distintos roles. Y también veo que en todos estos proyectos hay algo en común: que solo nunca los hubiera podido haber realizado.