Inspiración audiovisual

Vengo regresando de una reunión con un grupo de amigos. A pesar de que ya es muy tarde no sé cuánto tiempo me llevará lograr conciliar el sueño. Mi estado de ánimo está muy “acelerado” y mi mente viene a mil por hora.

Adicionalmente a la buena plática y poder compartir con amigos que no miraba ya en más de una año, el hecho de haber estado viendo videos de músicos que me gustan mucho en concierto me llevó a otro nivel. Ver estos conciertos que se grabaron décadas atrás me ayudó a accesar un idealismo y unas ganas de querer cambiar el mundo que no había experimentado en ya mucho tiempo.

Me gusta creer en la idea de que somos nosotros los que estamos en control de nuestro estado emocional todo el tiempo. En que no es el mundo externo el que determina cómo nos sentimos. Sin embargo creo que es ingenuo ignorar que existen ciertos detonadores que nos pueden ayudar a accesar estados emocionales que resultan ser útiles en cualquier momento.

Uno de estos detonadores es el material audiovisual. Las imágenes y los sonidos son dos de los más potentes estimulantes para el ser humano. Un canción puede ponernos a llorar o a dar de brincos de felicidad. Una película nos puede hacer reír o temblar del miedo. En mi caso que les comparto hoy, un concierto de Bon Jovi me puso de nuevo a soñar.

No hay nada mejor que tomar el control de nuestras propias emociones y la manera más fácil de hacerlo es encontrar los detonadores correctos que nos ayuden accesar lo estados emocionales que queremos experimentar. Cuando todo lo demás falle recuerda que un buen video te puede ayudar a sentirte tan ispirado como te quieras sentir,

Mi ambiente ideal de trabajo

Para mí un buen ambiente de trabajo empieza con música. Hay algo acerca de trabajar con música que me ayuda a concentrarme mucho. Preferiblemente prefiero escuchar la música con audífonos. Actualmente estoy utilizando unos Audio-Technica ATH-M40x.

La música que prefiero escuchar para trabajar es principalmente Rock Progresivo o música clásica. También me gusta escuchar música en vivo para entrar en “flow”.

Aparte de estar escuchando música me gusta mucho estar solo para poder hacer mi mejor trabajo. Por estar solo me refiero a no estar cerca de personas que conozco. Me gusta mucho trabajar en lugares públicos como cafeterías en dónde hay más personas y mucha actividad de “fondo”.

Si la sesión de trabajo va a ser de más de unas dos o tres horas prefiero trabajar en mi computadora de escritorio y mi silla en la oficina de la casa. Mi computadora preferida para este tipo de sesiones es la iMac 5K de 27“. Para sesiones más cortas prefiero moverme de mi escritorio y trabajar en mi laptop (MacBook Pro de 13”). Usualmente después de un tiempo me gusta cambiar de espacio físico.

El reflejo me molesta mucho y no me gusta tener luz pegándole directamente a cualquier monitor que esté utilizando. Me gusta trabajar en lugares exteriores siempre y cuando no tenga el sol a mi espalda. Si estoy trabajando adentro prefiero ambientes un poco más obscuros y luz artificial blanca.

Café. Este es el componente final que termina de definir mi ambiente ideal de trabajo. Mi bebida favorita es el Latte. Me gusta tomarme un buen café durante unos 45 minutos mientras trabajo en una tarea específica. Prefiero los cafés intensos con sabor fuerte. Me gusta que la bebida este muy caliente y no le agrego azúcar.

Así que ahí lo tienen. Mi ambiente ideal de trabajo: Rock Progresivo con unos buenos audífonos, sin personas que conozca cerca, en mi iMac con mi silla o en una cafetería con mi MacBook Pro. No al reflejo directo y siempre acompañado de un intenso Latte.

¿Cual es tu ambiente de trabajo ideal?

Música vs Podcasts

Desde los ya hace mas de 84 días que estamos en cuarentena, he corrido escuchando Podcasts. Como escribí en este artículo, he tenido que buscar tiempo para escuchar podcasts por qué ya no paso tiempo en el tráfico.

Hoy, después de 7 días de no salir a correr debido a mal clima, me sentí sumamente motivado al ver que la tormenta finalmente terminó. Sobre un cielo azúl, un par de nubes blancas reemplazaban ese manto gris que ya se había vuelto inquilino permanente de la vecindad. Era hora de salir!

Unos momentos antes de empezar a correr, dudé. “¿Pongo podcasts o pongo música?”, me decía por dentro. Me estaba sintiendo muy energizado y sentía que los podcasts no harían justicia al estado de ánimo en el que estaba. No estaba equivocado.

Abrí mi teléfono, e inicié la aplicación de música. Busqué el play list que me ha acompañado ya por más de que 3,000 kilómetros y que no había escuchado desde hace 3 meses atrás. La anticipación creció en mí. Me gusta correr com la música en orden aleatorio y no sabía que canción iba a empezar. Empecé a correr y la música llenó todo mi ser.

Puedo decir que para hacer ejercicio, la música definitivamente le gana a los podcasts. Por lo menos para mí.Por lo menos el día de hoy.

La música fácilmente puede pasar a un segundo plano y permite que la mente pueda enfocarse y pensar en problemas que resolver. También nos invita a soñar. Al escuchar un podcast, la mente naturalmente se centra en tratar de hacer sentido de lo que se está diciendo en el programa que se esté escuchando. Se enfoca en entender.

El nivel de energía que se puede obtener gracias a un set de canciones bien seleccionadas que sirvan como detonador emocional es muy alto. Esto definitivamente hace una gran diferencia en el rendimiento que se obtiene. La experiencia de la rutina también se verá beneficiada.

Puede ser que esto solo sea una impresión que tengo gracias a la muy buena experiencia que tuve por la mañana. Pero no lo creo. Objetivamente mis resultados de hoy fueron bastante mejores. A pesar de que tenia mas de una semana de no hacer ejercicio, mi paso promedio por kilometro fue 22 segundos más rápido de lo que había estado promediando este último mes.

Definitivamente esto es un tema subjetivo y las experiencias de cada quién van a ser diferentes. Así que lo único que puedo afirmar es que dadas las condiciones de hoy, para mí, la música le pateo el trasero a los podcasts.

Música y emoción

Que poderosa es la música. Nos puede transportar en tiempo y lugar con tan solo susurrar una nota. Puede hacernos sentir dueños del mundo o revivir el dolor de haberlo perdido todo.

Las emociones son el motor del ser humano. El estado emocional que llevamos con nosotros a cualquier situación determina grandemente nuestra experiencia del momento y los resultados que podemos obtener.

Entonces, si la música nos puede ayudar a cambiar nuestro estado de ánimo y nuestro estado emocional determina la calidad de experiencias y resultados que obtenemos, ¿podrá la música darnos una mejor experiencia de vida y mejores resultados?

Mi respuesta es sí. Siempre en el momento que más lo necesito voy a buscar motivación en los versos, acordes y melodías de las canciones que tienen un lugar especial en mi corazón. Al día de hoy, nunca me ha defraudado.

La manera en que escuchamos música ha cambiado mucho en los últimos años. Cambiamos comprar un disco y sentarnos a escucharlo 10 veces seguidas por tener acceso a 42 millones de canciones en todo momento. Sin embargo, la emoción sigue allí.

Las maravillosas apps que hoy tenemos —Apple Music, Deezer, Spotify, etc.— son herramientas de doble filo. La selección es tan grande y las sugerencias están a la orden del día. Todo esto puede hacer que la emoción se puede empezar a diluir.

Por lo menos en mi caso, a veces paso meses tratando de descubrir la siguiente banda que me va a “cambiar la vida”. Tal vez he encontrado 6 ó 7 bandas de ese nivel en los últimos 10 años y en el camino escuché mucha música que no me prendió.

Pero estas apps también hacen cosas maravillosas como permitir crear playlists, ver que cosas están escuchando tus amigos y avisarte cuando tu banda favorita ha sacado material nuevo.

Particularmente los playlists son herramientas fenomenales para el manejo del estado de ánimo. Se pueden utilizar para hacer ejercicio, trabajar o afrontar situaciones difíciles. No importa que emoción quieras amplificar, siempre puedes crear o buscar un playlist que te de un empujón en la dirección correcta.

Para que puedan conocer un poco mejor la música que me motiva y escucho cuando estoy escribiendo, les comparto mi playlist “Motivated State”.

Spotify como una herramienta de trabajo

Desde que recuerdo la mayor cantidad de mi trabajo ha sido en una computadora. También recuerdo que siempre me ha gustado la música y trabajar escuchando. Recuerdo los primeros MP3s que bajé, etc.

Hoy mi servicio preferido es Spotify. La cantidad de canciones y playlists disponibles es impresionante. Tanto así que Spotify puede ser utilizando como una herramienta de trabajo. Si! La música como herramienta de trabajo.

Recientemente encontré una categoría de Playlists que se llama Focus. Hay un Playlist en particular que se llama Deep Focus. Esta música en combinación de un buen “bulletproof coffee” y una tarea bien definida te puede ayudar a entrar en la zona y experimentar un poco de “flow” incrementando tu productividad considerablemente.

Dale una probadita tanto al café como a Spotify y nos cuentas como te fue!