Decisiones imposibles (un minuto para desearle lo mejor a las personas en Ucrania)

En este preciso instante, en ambos lados de la frontera entre Ucrania y Rusia, hay niños, mujeres y hombres teniendo que tomar decisiones imposibles.

Hay familias que están teniendo que decidir entre permanecer unidas o buscar alguna otra opción para seguir con vida. Hay padres de familia teniendo que decidir entre dejar ir a sus hijos pequeñitos o arriesgar verlos morir a su lado. Hay hombres y mujeres decidiendo entre quedarse para luchar por su nación o dejar sus hogares para más nunca volver.

Al mismo tiempo hay soldados muy jóvenes que están decidiendo entre cumplir las órdenes que han sido su única razón de ser desde que nacieron o dejar a personas inocentes vivir. Hay miles de personas, justo ahora, decidiendo entre entregarse a sus miedos o morir por hacer lo correcto. Hay miles de ciudadanos rusos decidiendo entre arriesgar ir a la cárcel y, probablemente morir, o alzar su voz por lo que creen que es correcto.

Todas estas son decisiones imposibles que ningún ser humano jamás debiera tener que tomar. Ante mis ojos estas son situaciones que nunca tendrían ocurrir en este planeta y para serles muy franco, no las puedo entender. Pero la realidad es que él que yo no las pueda entender, no las hará desaparecer.

Estoy triste, muy triste. Me siento impotente y no sé qué hacer. Tengo muchas ganas de que todo esto se detuviera por tan solo instante y que alguien me despertará diciéndome que todo está bien y que solo tuve un mal sueño. Esto no va a suceder.

Para mí es extraño que la reacción que estoy teniendo a lo que veo que está ocurriendo al otro lado del mundo por Twitter sea tan fuerte. Me está afectando bastante. Aunque me duele mucho, al mismo tiempo, hay algo en mí que agradece esta conexión que por primera vez estoy logrando tener con personas que no conozco y que la están pasando mal, muy mal.

Las decisiones imposibles debieran ser solo eso, imposibilidades de este mundo que no debieran existir. Lastimosamente en este momento para miles, sino es qué millones de personas, tenerlas que tomar es la dura realidad.

Tomemonos un momento para desearles lo mejor.

Las guerras de poder empiezan en casa

Creo que detrás de toda guerra hay una creencia fundamental que la está alimentando. Esta creencia es: el más fuerte puede tomar y hacer todo lo que quiera. Un corolario de este pensamientos es si somos los más fuertes y violentos, entonces poder tener lo que queremos.

Sé que lo que estoy a punto de decir puede ser controversial y a muchos no les va a gustar pero siento una obligación moral de decirlo. A mi manera de ver las cosas, este comportamiento tan destructivo se aprende en casa, desde que somos pequeños.

Creo que los adultos muchas veces tratamos a los niños de ciertas maneras que refuerzan esta creencia de que el más fuerte o el que tiene más recursos puede hacer lo que quiere. ¿Cuántas veces he escuchado a padres, madres o profesores decir “por qué yo te lo digo”? O “yo soy tu papá y entonces haces lo que yo te ordeno.” O “deja que los adultos decidan, tú no sabes lo que estás diciendo.” O “si no haces lo que te digo, te las vas a ver conmigo.” Discúlpenme pero definitivamente en este tipo de acciones existe un fuerte rastro de coerción y violencia.

Este tipo de comportamiento tan solo refuerza la creencia de que el que tiene los recursos puede imponer su voluntad sobre el que no. Que el que es más fuerte puede tomar decisiones sin tomar en cuenta al más débil quien debe obedecer a toda costa. De alguna manera estos comportamientos niegan la noción de que las cosas se pueden arreglar buscando un consenso por medio del dialogo y refuerzan la creencia de que la solución debe estar en la violencia, en ser el más fuerte. Esta manera de ver el mundo puede dejar secuelas muy serías en la psiquis de los niños.

Y entonces, ¿Qué sucede cuando un niño crece pensando que para ganar debe ser más fuerte que los demás y así poder imponer su voluntad sobre todos los que están a su alrededor? Obviamente tarde o temprano la violencia se desbordará y si este niño ahora es un adulto que está en una posición de mucho poder lo más probable es que el mundo termine con otra guerra más en sus manos.