La falacia del tiempo perdido

Siento mucho decirlo pero el tiempo no se puede perder. Una persona no puede “perder su tiempo”. Lo único que puede hacer es usarlo para algo y después arrepentirse de que lo usó para eso. Es a esto lo que usualmente se le llama “perder el tiempo”.
Es muy chistoso porque se habla de perder el tiempo como que si la persona no tuviera nada que ver con lo que pasó. La realidad es otra, la persona claramente decidió utilizar el tiempo para hacer lo que quería.
El miedo de saber para a donde ir

Nada está escrito y aunque tanta libertad puede ser aterradora es precisamente ahí, en el infinito mar de opciones, en donde la esencia de la vida se puede encontrar.
No tienes por qué recibir el correo

Creanme, esta es la mejor analogía en que puedo pensar para describirles el cambio más importante que pueden hacer en sus vidas. Internalizar este cambio es lo que los llevará a encontrar la paz que sé que todos están buscando.
Los buenos hábitos también compiten por nuestro tiempo

A veces pensamos que la solución para tener una mejor vida es agregar todos los buenos hábitos que podamos encontrar. Y sí, agregar buenos hábitos a nuestras vidas es algo muy bueno. Hoy tan solo estoy acá para decirles que los buenos hábitos también compiten por nuestro tiempo.
“What if..” y el poder de las decisiones

La verdad que si uno se detiene a pensar un poco, esta idea del multiverso de Marvel no es tan de ciencia ficción. Es como realmente funciona el mundo. Hoy, cada uno de nosotros, en este preciso instante tiene millones de posibles futuros (o universos) a su disposición.
El puente hacia mañana

Tan solo le diremos que sí a aquello que sea una fundación sólida sobre la cual nos podremos parar y seguir avanzando hacia ese futuro que estamos construyendo una piedra a la vez.
Cuando los demás son dueños de nuestras emociones

Cuando creemos que los demás son los dueños de nuestras emociones cedemos nuestra libertad más sagrada, la de escoger cómo reaccionar ante todo lo que ocurre en nuestras vidas. Puede ser que la medicina sea amarga pero el que se la toma encontrará la libertad eterna.
Un sí rotundo

Es tan simple que es engañoso. Si la oferta, oportunidad, actividad o compromiso que tienes enfrente no te entusiasma al punto de querer gritarle a todo el universo “¡SÍ, lo quiero con todo mi ser!” mejor di que no.
Las decisiones que matan la probabilidad de éxito

No me gusta ser el portador de malas noticias pero siento que tengo el deber de decirles que cuando toman la gran mayoría de decisiones las toman para sentirse bien en el momento y no para maximizar sus probabilidades de éxito.
Siempre hay tiempo

Mientras una persona sigue viva en este planeta tiene tiempo. Es imposible que no lo tenga. Es parte de las leyes físicas que rigen nuestra existencia. “No tengo tiempo” es simplemente la excusa que utilizamos para no tener que decir “ahora prefiero hacer otra cosa.”