La responsabilidad de crear

En este nuevo mundo interconectado en donde cada idea puede ser amplificada al infinito, el proceso de creación ha sido democratizado. Prácticamente cualquier persona con un teléfono / computadora y una conexión a Internet puede crear algo que cambie la dirección en que va el mundo.

Sé que esto puede sonar exagerado pero no lo es. Tan solo se siente así porque la gran mayoría de cosas que se están creando con la maravillosa tecnología que tentemos disponible son inconsecuentes. Muchos están creando, pocos están impactando. Compartir que es lo que almorcé hoy difícilmente va a cambiar el mundo.

No estoy diciendo que el uso casual de redes sociales y plataformas online esté mal. Tan solo creo que el poder que está a nuestra disposición es enorme y lo estamos subutilizando.

Todas las personas tienen algo importante que decir, algo único que compartir. No se necesita ser un genio, “influencer”, político o famoso para compartir algo que le pudiera cambiar la vida a alguien. Creanme, esto es algo que está al alcance de todos. Tan solo hay que tomar el riesgo de publicar contenido relacionado a las cosas importantes en que creemos.

Una canción, un post, una pintura. Tu manera de ver un tema en particular. Una idea de negocio o una reseña de de tu comercio favorito. Un podcast entrevistando a un amigo que sabe mucho sobre un tema en particular. No importa que sea. Ve, créalo y luego compártelo.

Todos tenemos la responsabilidad de crear material de calidad. El mundo nos necesita.

Ciencia ficción para emprendedores

Recientemente he estado leyendo bastante más ciencia ficción. Por ciencia ficción no solo me refiero a novelas de mundos y tecnologías futuristas (Foundation, Robot Dreams, etc.) sino que también a historias de universos totalmente ficticios (Lord of the Rings, Wizard of Earth Sea, etc.)

Mi experiencia ha sido interesante y como emprendedor he empezado a ver una gran utilidad en leer más libros de este genero. Después de todo, el camino de cada emprendedor es una historia de ciencia ficción que busca materializar en el mundo un sueño que al inicio de la jornada nunca existe.

Sin importar a qué se dedique el emprendimiento, la visión del fundador, al igual que las historias de los grandes autores de ciencia ficción como como Tolkien y Asimov, tan solo existe en la cabeza de su fundador. Y es por esto que como emprendedores nos podemos beneficiar mucho al leer estas historias de mundos futuristas o universos que no existen. Exponer nuestro cerebro constantemente a realidades fantasiosas que aún no han sido materializadas nos prepara para la tarea de materializar esa gran visión por la cual estamos luchando todos los días.

Leer ciencia ficción también nos permite expandir nuestras expectativas y soñar más grande. Poder estar en constante contacto con la creatividad de estos autores nos muestra lo que es posible para la mente humana idear. Sin duda alguna sumergirnos en los magníficos mundos que tantos de estos autores han creado nos lleva a ver posibilidades mucho más creativas y novedosas para cada uno de nuestros emprendimientos.

Acá pueden ver los últimos 100 libros que he leído (todos los géneros)

Leer para escribir, aprender para enseñar

Hoy que me senté enfrente de mi computadora a escribir sentí un pequeño vació que pronto se convirtió en pánico. Una desorientación muy extraña se apoderó de todo mi cuerpo. Me sentí perdido y no sabía qué hacer. Con un profundo respiro y un rápido abrir y cerrar de ojos pronto regresé a enfocarme en lo que vine a hacer: escribir.

Después de unos minutos de silencio y una reflexión profunda entendí qué me estaba pasando. Hoy por la mañana cambié mi rutina habitual. Salí muy temprano a la oficina y no tuve tiempo de leer. Usualmente después de despertarme y haber preparado mi café leo entre 45 minutos y una hora. Este simplemente no fue el caso el día de hoy.

Sé que no todos los días escribo sobre lo que leí en la mañana. Es más, pensándolo bien creo que la mayoría de los días no escribo sobre lo qué leí en la mañana. Lo que sí aprendí hoy es qué leer algo es muy importante para poder escribir. Alimentar la mente con nuevas ideas e información nos permite sintetizar material, generar nuevas ideas y despertar la creatividad. Esto es lo que me hizo falta hoy. No haber leído por la mañana estaba afectando mi capacidad de escribir.

Ya después de haber entendido que me estaba pasando no me parece nada extraño lo que ocurrió. Tratar de escribir sin materia prima y un estado creativo adecuado es como tratar de enseñar algo que aún no hemos aprendido. Para poder crear antes nos tenemos que alimentar.

La inspiración no “llega”, se crea

Cuando uno habla con personas “creativas” es muy frecuente escuchar que no se ha avanzando porque la inspiración aún no ha llegado. Un corolario de este tipo de comentarios es que estas personas empiezan a hacer inversiones gigantes para tratar de crear ambientes que les fomenten la creatividad —pero siempre les hace falta algo más.

Con el paso de estos 533 días seguidos en los que he logrado publicar un post diario he aprendido que la inspiración no “llega”, uno la crea. O esto es cierto o he tenido una gran suerte y la inspiración ha llegado a mí sin falta cada día durante todo este tiempo.

Es innegable que un buen café, buena música, la luz adecuada y 0 interrupciones es algo que ayuda muchísimo. Pero esto no quiere decir que estas cosa sean necesarias para poder ser creativos. Lo único que se necesita para crear es sentarse a trabajar, vencer esa sensación de inseguridad que surge cada vez que vamos a hacer algo creativo. Después de todo, siempre que hacemos algo creativo existe el riesgo de que no vaya a funcionar. Esto puede ser una experiencia bastante incómoda.

Decir que la inspiración no ha llegado no es más que una excusa. Es una manera de evitar la responsabilidad de traer algo nuevo al mundo. Es la máscara tras la que tantas veces nos escondemos para no correr el riesgo de probar algo nuevo que pudiera fracasar. Aunque sé que la presión de estar sentados frente a una página en blanco (literal o metafórica) es grande, no debemos sucumbir. El mundo necesita de nuestra creatividad y de nuestros proyectos. La única manera en que constantemente podremos cumplir es aceptando que la inspiración no “llega”, se crea.

Leer para escribir

Hoy es un día extraño. Estoy escribiendo y aún no he leído. Estoy experimentando una sensación bastante extraña. Siento como que si hubiera un vacío, una carencia de ideas.

Déjenme les explico. Al igual que todos los días me siento a escribir, también todos los días me siento a leer. La gran mayoría de las veces leo antes de escribir y aunque no necesariamente siempre escribo sobre lo que leí, alimentar la mente con nuevas ideas a través de la lectura es un preámbulo enriquecedor para el proceso de escribir.

Nada se puede crear en el vacío y el proceso creativo depende de la combinación de ideas y conocimientos anteriormente adquiridos. Mientras más ideas, experiencias y conocimientos tiene una persona almacenados, creo que mayor será su capacidad de crear.

Yo veo la lectura como una constante exposición a nuevos conceptos y puntos de vista diferentes a los que ya hemos aprendido. Leer nos enseña nuevas formas de cómo ver el mundo. Cuando podemos ver el mundo con ojos frescos, nuevas ideas que antes no existían adentro de nuestra cabeza cobran vida. Leer nos abre las puertas a tantas cosas maravillosas.

Y es entonces que podemos empezar a escribir. Las ganas de querernos expresar y materializar toda esa síntesis que formulamos a partir de los nuevos conocimientos adquiridos son incontenibles. Sin duda alguna, al menos yo, tengo que leer para después poder escribir.

Lo mismo solo que mejor

Cuentan, desde tiempos ancestrales, que la historia no se repite pero sí rima. Si esto es cierto, entonces casi todo lo que hacemos rima con algo que ya alguien hizo antes de que nosotros.

No sé ustedes, pero yo paso mucho tiempo paralizado buscando una idea 100% original, un proyecto totalmente novedoso que nunca antes haya existido en el mundo o un artículo que no tenga influencia alguna de algo que haya leído antes.

Para empezar, la historia aunque no se repite, rima. No voy a ser yo él que rompa con esta ley natural evidenciada a través de siglos de documentación histórica. Segundo, ¿para qué quiero inventar algo que no existe? Probablemente si hay algo totalmente novedoso que no existe a estas alturas del partido, lo más seguro es que no tenga razón de ser.

Sé que están pensando muchos de ustedes. ¿Pero qué haríamos sin teléfonos inteligentes, Internet, Kindles, Zoom o Tesla? Estaríamos perdidos sin estas innovaciones totalmente revolucionarias que nos llevan hacia el futuro.

Yo soy el primero en defender todo lo que la innovación tecnológica trae a la humanidad. Y también creo que todos estos ejemplos son representativos de grandes avances tecnológicos que nos permiten hacer cosas que antes no podíamos hacer. Pero, ¿Son realmente 100% originales? Veamos.

Esta idea llegó como un relámpago a mi cabeza hace unos minutos que vi mi Kindle con la nueva funcionalidad de mostrar la portada del libro que estás leyendo mientras está en modo de “sleep”. “Cómo me gusta que se vea como on libro de verdad”, me dije subconscientemente.

Y es cierto, mientras el Kindle toma “prestados” más aspectos de los libros físicos, mejor es la experiencia. El Kindle no es algo que no existía, simplemente es algo que ya existía que se ha mejorado gracias a la tecnología digital. ¡Qué poderosa idea! La invención viene de mejorar algo que ya existe, no de la creación de algo 100% nuevo en el vacío.

Facebook vino a ayudarnos a organizar nuestras relaciones personales y facilitarnos mantener contacto con las personas que conocemos. Algo que venimos haciendo desde antes que pudiéramos escribir. Lo mismo solo que mejor.

El Kindle vino a facilitar la transmisión de contenido escrito. ¿Recuerdan las pinturas de las cavernas prehistóricas que les enseñaron en el colegio? Lo mismo solo que mejor.

Las cartas se entregaban a pie, luego a caballo. Con el tiempo nos movimos a carretas y luego trenes. Un siglo después Fax y ahora Whatsapp. Lo mismo, solo que mejor.

Si quieres cambiar el mundo, sal y busca hacer lo mismo solo que mejor.

Todas son malas ideas

No hay idea que aguante su primer colisión con la realidad. Eso de que hay ideas buenas e ideas malas es puro cuento de hadas. ¡No hay buenas ideas! Toda idea, en cuanto sale de la mente que la creó, está destinada a morir y para optar a sobrevivir tendrá que transformarse inmediatamente en algo mas. Una idea solo empieza a funcionar cuando deja de ser idea (ya ha salido de la mente) y se empieza a ejecutar (tiene contacto con la realidad).

Una idea no puede fracasar mientras vive en la mente de su creador, ese lugar seguro del que tanto teme salir. Todos sabemos que nuestras ideas fracasaran, al menos en su forma inicial, y es por esto que nos tardamos tanto tiempo empezar a trabajar en todas esas nuevas ideas que tanto nos apasionan pero no podemos concretar.

Pero al retener nuestras ideas en el ambiente calentito y protector de nuestras mentes solo las estamos privando de la posibilidad de fracasar y convertirse en algo útil. Las estamos dejando quedarse como malas ideas hasta el momento en que tengamos el valor de liberarlas y que decidamos fracasar junto a ellas en el instante que colisionen con la realidad.

Y es por esto que tenemos que empezar a pensar menos y a hacer más. Solo de esta manera podremos cambiar todas esas malas ideas en proyectos que funcionen de verdad.

Esta es una invitación para que saquemos todas esas ideas de nuestras cabezas y que experimentemos con ellas cuanto antes podamos en el mundo real. Tal vez entender que todas las ideas son malas, que todas están destinadas a morir y que está en nosotros luchar por convertirlas en algo útil nos ayudará a perder el miedo de empezar.

El proceso creativo

El proceso creativo, si así lo deseamos, puede estar presente en todo lo que hacemos. Una actividad nunca debe ser catalogada como creativa o no creativa. Lo que realmente determina si una actividad es creativa o no es nuestra actitud hacia ella.

Muchas veces incorrectamente asociamos el proceso creativo exclusivamente con el arte (pinturas, escritura, películas, fotografía, etc). Esto es un error. ¿Por qué? Porque, al menos para mí, la definición de creatividad es “el uso de la imaginación y/o ideas originales para producir un resultado o lograr un cambio”.

No hay nada en este mundo a lo que no le podamos aplicar la creatividad. Podemos ser creativos en cómo preparamos nuestro desayuno y podemos ser creativos para resolver el problema del hambre a nivel mundial. Los emprendedores pueden ser creativos y los deportistas también. Hay creatividad en el Louvre de Paris y hay creatividad en los Slums de Calcutta.

Si así lo deseamos el proceso creativo puede regir nuestras vidas. Podemos utilizar nuestra imaginación y nuestras ideas para nunca más hacer algo dos veces de la misma manera. Podemos experimentar todos los días e imaginar un nuevo mundo en donde probamos algo diferente en cada momento. Nos podemos sorprender a nosotros mismos si tan solo le damos rienda suelta a nuestra creatividad.

Claro, ser creativos nos puede llevar a fracasar o tener contratiempos por qué ser creativo por naturaleza es riesgoso. Probar algo nuevo e imaginarnos una nueva manera de hacer las cosas por definición puede fallar. Nunca nadie antes lo ha hecho y por eso no podemos saber si funcionará. La pregunta importante a estarnos haciendo todo el tiempo es ¿y que si sí funciona?

Paga lo necesario para contratar “Rockstars” en tu equipo

Me gusta mucho el beisbol. Empecemos listando los contratos más grandes de las ligas mayores:

1) Bryce Harper, Phillies: 13 años, $330 millones (2019–31)

2) Gerrit Cole, Yankees: 9 años, $324 millones (2020–28)

3) Manny Machado, Padres: 10 años, $300 millones (2019–28)

4) Alex Rodriguez, Yankees: 10 años, $275 millones (2008–17)

5) Alex Rodriguez, Rangers: 10 años, $252 millones (2001–10)

El salario promedio de un jugador de la MLB en el 2,019 fue de $4.38 millones por año. ¿Bryce Harper? $25.38 millones. Alrededor 6 veces más. Los mejores de los mejores ganan mucho más que sus contrapartes por qué el valor que le generan a sus equipos es exponencialmente mayor que lo que pueden generar los jugadores promedio.

Un jugador “top” vende 100 veces más camisas que el promedio. El mismo jugador puede atraer a otros jugadores de calidad para que firmen con el mismo equipo y ayudar a construir un grupo que pueda ganar un campeonato. Los aportes de este “Rockstar” en el campo pueden definir un partido en un abrir cerrar de ojo. Esta persona puede hacer cosas que los otros simplemente no pueden hacer. Vale cada centavo que gana por encima de sus compañeros.

Lo mismo ocurre con las contrataciones en una empresa. Una contratación excepcional puede generar 10 veces más valor que una promedio. Cuando se encuentra un talento de este calibre no debiera ser problema pagarle hasta 10 veces más que a sus compañeros de trabajo “promedio”. Si una persona tiene un set de habilidades que pueden llevar a la empresa a otro nivel, no tiene sentido escatimar en la contratación.

Estas personas usualmente pueden generar la producción de 10 ó 15 personas promedio si el trabajo para el que son contratadas involucra la creatividad y el conocimiento. Esta premisa no se cumple para tareas manuales en donde el mejor de los mejores tan solo puede ser a lo sumo dos veces mejor que el promedio.

Por ejemplo, sí en una fábrica el trabajo consiste en instalar radios para carro, el mejor de los mejores instaladores podrá instalar 20 radios al día mientras que el instalador promedio instala solo 10. Ahora bien, si hablamos de programadores de software, un programador excepcional puede generar código hasta 20 veces más valioso que un programador promedio.

Como si esto fuera poco, la contratación de personas excepcionales trae otro beneficio adicional. Al tener un equipo compuesto por personas excepcionales, la cantidad de personas que se necesitan en el equipo es mucho menor. Hasta 10 veces menor. Si consideramos que gerenciar y administrar personas es de las tareas más caras y tediosas dentro de una empresa, tener menos personas que gerenciar es extremadamente valioso.

Reed Hastings, CEO de Netflix, utiliza estos conceptos y práctica algo que él llama incrementar la densidad de talento de la empresa. Su proceso consiste en contratar solo a los mejores de los mejores y pagarles un salario bastante arriba del mercado. El resultado habla por sí solo. Netflix es una de las empresas más innovadoras y resilientes del mundo. Hastings afirma que esto se debe a que ellos solo contratan y retienen “Rock Stars”.

Se buscan ideas para mejorar el tráfico en Guatemala

Realmente quiero decir que el propósito de este post no es quejarme como lo he hecho anteriormente. Tan solo quiero mencionar que el tiempo que estoy pasando en el carro cada vez es más y me resulta imposible pensar en el costo directo financiero e indirecto en términos de productividad que esto está teniendo para Guatemala.

Quiero aportar un pequeño grano de arena para tratar de resolver este problema.

Todos los días trabajo de alguna u otra manera con guatemaltecos muy creativos que estamos todo el tiempo resolviendo problemas complejos. He visto obstáculos muy grandes ser superados y cómo complejos problemas se resuelven gracias a la colaboración y creatividad de un grupo comprometido.

En lugar de seguirme quejando quiero aportar el espacio de comentarios que se encuentra abajo de este artículo para que se abra un foro de discusión y aporte de ideas creativas de cómo podemos:

  1. Aprovechar el tiempo en el tráfico
  2. Resolver el problema del tráfico en Guatemala de maneras creativas

Espero que al igual que con muchos otros grandes problemas en el mundo, tener el espacio para compartir ideas entre personas determinadas y creativas sea el primer paso que nos lleve a una solución viable!

Espero sus aportes y que empiece la colaboración….