Estudiar la competencia

La mejor manera de aprender es estudiar a las personas que saben más que nosotros. ¿Qué hacen bien? ¿Qué hacen mal? ¿Cuales son sus estrategias? ¿Cuales son sus técnicas? ¿Cómo se preparan? ¿Qué estudian? ¿Cómo son diferentes a nosotros? ¿Por qué nos pueden ganar? 👈 Esta última es muy importante.

Cuando se le pregunta a los mejores emprendedores y atletas del mundo cuales son los factores que más les han ayudado a desarrollar sus habilidades, la gran mayoría mencionan que han llegado hasta donde están gracias a lo que han aprendido de los competidores más fuertes que han tenido.

Estas personas, que han alcanzado la cima del Everest, han pasado años estudiando a las personas con que compiten. No con el afán de simplemente copiarlos o entrar en algún tipo de competencia desleal. No, los han estudiado porque los respetan y aprecian lo que pueden hacer. Entienden que si están teniendo dificultades para ganarles es porque ellos están haciendo algo bien. Quieren aprender de ellos.

Sin embargo, a menudo, la reacción que las personas tienen hacia la competencia es negativa. Muchas veces hay enojo de por medio. Otras veces hay frustración. Pero, ¿Cómo esperas mejorar si no tienes alguien muy bueno con quién competir? ¿Alguien que exija lo mejor de ti? ¿Alguien que te pueda enseñar?

Esto me lleva a pensar, ¿Cómo sería un mundo sin competencia? La verdad que no sé. No tengo idea. De lo que sí puedo estar seguro es que sería un mundo en donde la calidad de los productos sería mucho inferior. Nuestra calidad de vida sería mucho peor. ¿Y el rendimiento atlético? Sería paupérrimo. Todos le podríamos decir adiós al entretenimiento que nos dan los deportes profesionales.

La competencia es buena. Muy buena. Influye al mundo de manera positiva. Desde la evolución de las especies, hasta la creación de empresas innovadoras que mejoran el mundo todos los días, la competencia es el motor que nos lleva a lograr más grandes y mejores cosas.

Cuando tengas un competidor fuerte enfrente, no te frustres. Estúdialo. Aprende de ellos. ¿Y si no tienes un competidor fuerte en tu radar? Te puedes preocupar porque puedes estar seguro de que estás muy lejos de dar lo mejor que puedes dar y no tienes alguien cerca que te pueda enseñar a hacerlo de una mejor manera.

Aprender de los mejores, algunas recomendaciones y links

Realmente es increíble. El acceso que tenemos a los expertos más reconocidos de todo el mundo es ilimitado. No importa que disciplina nos interese, con un par de clicks nos podemos sentar a estudiar las sutilezas de cómo lo hacen los mejores.

Digamos que alguien quisiera aprender a comunicar sus ideas por medio de threads en Twitter. Esta persona se podría sentar a estudiar cómo lo hace Sahil Bloom. Él es el maestro de los threads en Twitter.

¿O qué tal si alguien está interesado en mejorar la educación para niños? ¿Qué mejor que darle un vistazo al canal de YouTube de Ana Lorena Fabrega?

¿Y para aquellos que quieren aprender de ciencia e ingeniería? El canal de Mark Rober en Youtube es la solución.

¿Aprender a escribir pequeños posts concisos y llenos sabiduría? Seth Godin los tiene cubiertos con su blog.

Análisis de música contemporánea y Rock n Roll. Una vuelta por el canal de YouTube de Rick Beato hará el trabajo.

¿Cómo pensara acerca de una filosofía de vida, negocios, salud y bienestar? La cuenta de Naval Ravikant en Twitter nos tiene cubiertos.

Estos solo son unos cuantos ejemplos de las personas que me inspiran y enseñan algo nuevo todos los días. Obviamente, este listado está sesgado a los temas que me interesan a mí. Pero el mensaje que quiero enviar con este post es un poco más grande que un simple listado de recomendaciones.

Lo que quiero trasmitir es que no importa qué estés haciendo, alguien ya lo está haciendo a un muy alto nivel y lo más probable es que ya esté compartiendo su trabajo en el internet. Todo lo que tienes que hacer es buscar en Google o tu buscador favorito y una vez que encuentres a los expertos que te interesan, sentarte a aprender de ellos.

En este instante puedes empezar a aprender de los mejores. Si quieres mejorar tus destrezas quiero que sepas que las barreras para hacerlo hoy ya no existen. Si no mejoras, es porque no quieres.

Los mejores maestros ya están trabajando en línea y todos nos podemos sentar a ver cómo trabajan todos los días.

Jugar es la manera más barata de aprender

Cuando se piensa en niños, ¿Qué es una de las primeras cosas que viene a la mente? Para muchas personas la respuesta es “jugar”. Y no se equivocan.

Jugando es como los niños empiezan a entender el mundo que los rodea. Es como aprenden. Jugar, más que una fuente de diversión, es un mecanismo de supervivencia. Jugar es la herramienta con que todos empezamos a desarrollar nuestras habilidades cognitivas.

El juego es un tipo de abstracción que permite entender las leyes de causa y efecto sin tener que pagar las consecuencias que fuera del juego pudieran llegar a ser desastrosas.

Cuando jugamos a las “peleitas” aprendemos a dominar nuestros cuerpo y desarrollamos nuestras habilidades motrices peleando con alguien más sin el riesgo de golpearnos seriamente o ser fuertemente agredidos.

Más adelante aprendemos a jugar Monopoly y entendemos cómo funcionan el dinero y las inversiones sin perder o ganar dinero real. También, aquellos niños que empiezan a jugar algún deporte aprenden que la constancia y dedicación, poco a poco, va dando sus resultados. También, algunos hasta aprenden a ganar y perder.

El mundo es un lugar complejo y los errores que se cometen muchas veces son extremadamente caros. Que a todos los niños les guste jugar no es una casualidad. Tan solo quieren entender cómo es que todo esto funciona cuando aún no hay mucho que sus pequeñitos cerebros puedan procesar.

Afortunadamente, jugar les permite aprender sin tener que pagar por los errores que inevitablemente todos tenemos que cometer para poder aprender.

Jugar es la manera más barata de aprender.

Todo es fácil, después de un tiempo

Cuando una persona va a iniciar a hacer una tarea que nunca antes ha hecho la percibe como titánica. Cuando la empieza a hacer ya la experimenta como algo manejable. Después de un tiempo de estarla haciendo, se ríe de lo fácil que le parece hacerla. Es un tema de perspectiva.

Esta pequeña secuencia es muy poderosa y recordarla nos ayuda a subir el ánimo. Cada vez que estamos por empezar a hacer algo nuevo, vale la pena traerla a la mente.

A continuación les dejo el fantástico thread de Twitter de Britta Wetteskind que lista 10 imágenes que ella creo para ayudarnos a elevar la moral. Que lo disfruten.

Pd. ¿Cual es su favorita?

Nada es imposible, solo hay algunas cosas que son menos probables que otras

Desde que tengo uso de razón he vivido mi vida bajo este lema. Realmente creo que nada es imposible, solo hay cosas que son menos probables que otras. Ver el mundo a través de este lente me ha permitido construir una vida que era muy poco probable para mí.

Creo que el secreto para vivir en un mundo en donde todo es posible está en interpretar los golpes que indudablemente llegarán como aprendizajes. Las barreras con que nos encontramos y nos derriban sin piedad solo son pruebas que nos invitan a aprender y salir mejores personas al otro lado de la tormenta.

Si entendemos esta realidad los fracasos eventualmente dejan de doler. Poco a poco se empiezan a transformar en aliados, en maestros que nos van enseñando el camino a seguir. Con un poco de tiempo y práctica, incluso los podemos llegar a desear. Después de todo, son lo único que nos lleva a crecer.

Las personas ven algo cómo imposible cuando se rinden. Cuando lo dejan de intentar. Cuando no pueden tolerar el fracaso. Cuando ondean la bandera blanca. Ese no es el tipo de persona que soy. Para mí, nada es imposible porque no importa cuántas veces lo tenga que intentar, siempre tendré un “otra vez más” bajo la manga.

Sí, hay cosas que son muy poco probables. Estás son las que más trabajo requieren. Pero aún así, ninguna de ellas es imposible. Solo requieren de un poco más de fuerza de voluntad.

Avanti.

Los errores que se transforman en decisiones

Ahhhh, el gran Paulo Coelho: “Cuando repites un error deja de ser un error; se transforma en una decisión.”

Hay tanto que aprender en esta pequeña frase que ni sé por dónde empezar.

  1. Es importante aprender de cada error que se comete para no volverlo a cometer.
  2. Está permitido cometer un error la primera vez. Después de eso, cada uno de nosotros tiene la información suficiente para no volverlo a cometer.
  3. Cuando hay algo que desconocemos no tenemos la información necesaria manejarlo bien. Ya la segunda vez es otra historia.
  4. Todas las situaciones son diferentes y se debe aprender de cada una de ellas. Al mismo tiempo, vivimos en un mundo de patrones, la historia rima. Repetir un error implica volver a hacer exactamente lo mismo (que antes no funcionó) ante una situación muy similar.

¿Qué mas les puedo decir hoy? Creo que no mucho, Paulo ya lo dijo todo. De mi lado, voy a dejar esta frase visible en mi área de trabajo. Creo que leerla constantemente me va a mantener más presente. Me va a ayudar a identificar esos patrones que tengo tan arraigados que ya no me son útiles. Me va a llevar a no volver a caer subconscientemente en el mismo error una y otra vez.

Este quote sin duda alguna me va a ayudar a tomar mejores decisiones, ósea, a cometer menos errores.

Kaleidoscopios, el proyecto que revivió Conceptos

Hoy, después de más de un año de no hacerlo, volví a grabar un nuevo episodio de mi podcast Conceptos. Entre mucho trabajo, un pívot fuerte en la empresa y un intenso enfoque en estar escribiendo he tenido engavetado este proyecto que tanto me inspira. Realmente lo extrañé.

Es interesante, lo que necesitaba para retomar este proyecto que tanto me inspira era sentirme inspirado. E inspirado me sentí hace un par de días que vi un video de Kaleidoscopios, una empresa fundada con el propósito de difundir las disciplinas STEAM (Science, Technology, Engineering, Art and Math) a niños guatemaltecos.

Resulta ser que tengo el gusto de conocer a una de las socias, Jenniffer Guzmán. Inmediatamente después de ver el video sentí un impulso fuerte de conocer más acerca de el proyecto y su misión. En ese instante le escribí a Jenniffer para preguntarle si ella y su socia Sol quisieran grabar un episodio de Conceptos para compartir lo que están haciendo. Accedieron y hoy, dos días después, grabamos.

Lo que Jenniffer, Sol y todos sus voluntarios están haciendo es realmente inspirador y genuinamente creo que puede cambiar el futuro de nuestro país. Es un proyecto que no solo inspira, también está transformando vidas para siempre.

Hasta acá les dejo la historia por hoy. Si quieren saber más estén atentos de mi Facebook y Linked In para enterarse cuando el episodio de Conceptos con Jenniffer y Sol se publique. Ahí podrán escuchar mi conversación de más de una una hora con ellas.

Gracias por inspirarme niñas, lo necesitaba.

Hacer antes de enseñar

Hay cosas que son tan obvias que ni siquiera se debieran discutir. Pero siento que en estos días lo obvio y el sentido común están tan escasos que mejor peco de hiperbólico y escribo este post.

Hay un viejo dicho que hace las rondas en los círculos de emprendimiento y va algo así, “No le puedes pedir hacer algo alguien que tú mismo no estás dispuesto a hacer.” Una situación muy similar se da con la enseñanza y el aprendizaje.

Para realmente enseñarle algo a alguien más, antes hay que saberlo hacer. Por eso, al momento de buscar alguien que nos ayude a crecer debemos tener cuidado. Hay profesores, coaches, consultores, guías, etc. que prometen la luna pero muchas de estas personas nos son más que charlatanes profesionales. Prometen enseñar cosas que nunca en su vida han comprendido. Ofrecen resultados que ellos mismos nunca antes han logrado. En otras palabras, no han aprendido a hacer antes de enseñar.

Del otro lado de la moneda, sé que muchos de ustedes están interesados en crecer a sus equipos de trabajo. Le quieren enseñar a sus familiares y amigos todo lo que han aprendido. Están interesados en crear un mundo mejor a través de la enseñanza.

A todos ustedes les digo, aprendan a hacer más cosas. Mientras más puedan hacer, más podrán enseñar.

¿Por qué son tan grandes los periódicos? Una lección sobre conformidad y procesos para emprendedores

Hace unos cuantos días, por alguna extraña razón, me empecé a hacer la pregunta, ¿Por qué demonios son tan grandes los periódicos? Es incómodo leerlos, no son nada prácticos y son difíciles de manipular. No tiene sentido.

Mi respuesta inicial tuvo que ver con el costo de impresión. De seguro imprimir los periódicos en papel tan grande ha de ser más barato. No se imaginan lo sorprendido que quedé después de investigar un poco y averiguar la verdadera razón detrás del gigante tamaño de las hojas de papel de los periódicos. ¡Es increíble!

Resulta ser que en 1712 Inglaterra, en aquel entonces uno de los países más avanzados en términos de imprenta, puso un fuerte impuesto a los periódicos. El impuesto se calculaba en base a la cantidad de páginas que imprimia el periódico. ¡Obvio! Páginas más grandes, menos impuestos. ¡Que vean los usuarios como manejan esas bestias indomables de papel!

Ahora viene lo más interesante. El impuesto tan solo estuvo vigente un año. Luego, en 1713 fue eliminado. Un año nada más y ahora, en el 2022, seguimos teniendo que lidiar con periódicos inmensos por qué desde hace más de 200 años nadie se tomó la molestia a preguntarse, ¿Por qué lo hacemos así?

Moraleja de la historia, siempre cuestiona por qué las cosas son como son y trata de mejorarlas.

Tan fácil qué es olvidar

Invertimos tiempo en aprender, en conocer cosas nuevas. Luego utilizamos todos los recursos a nuestra disposición para cambiar nuestros comportamientos y así poder afirmar que estamos aplicando lo que ya hemos aprendido. Y las cosas mejoran, por uno cuántos días. Luego olvidamos lo que hemos aprendido y regresamos a buscar refugio en nuestros antiguos patrones de conducta.

Tan fácil que es olvidar aquello que es nuevo y tanto beneficio trae a nuestras vidas. Los viejos hábitos pesan tanto más que las ganancias que llegan con los nuevos aprendizajes que prontamente descartamos lo recién aprendido.

Aprender no es fácil pero aplicar lo ya aprendido es aún más difícil. Conocer algo nuevo requiere de esfuerzo, cambiar la manera de actuar en base a esa nueva información muchas veces es imposible.

La integración de nueva información, a un nivel profundo, es necesaria para la transformación. Aquella persona que realmente desea empezar a vivir una nueva vida no solo necesita aprender, también debe transformar su manera de actuar. En otras palabras, no puede olvidar todo lo que tanto ha invertido en aprender.