El desacuerdo en la empresa

“Si los dos siempre estamos de acuerdo, uno de los dos está de más”, solía decir Henry Ford a los ejecutivos de su empresa. Él no era una persona que evitaba el desacuerdo. De hecho, constantemente lo buscaba como fuente de innovación.

Soy el primero en decirles que tener una conversación en la que se está de acuerdo con la otra persona es una de las cosas que mas le gusta a las personas experimentar. Y hay un lugar para esas conversaciones. La empresa de alto rendimiento definitivamente no es uno de ellos.

Para que una empresa alcance su máximo potencial y pueda innovar a un ritmo mejor que su competencia necesita tener desacuerdo saludable dentro de sus filas. Si todo mundo dentro de la empresa piensa igual, o peor aún, piensan diferente pero no se sienten seguros expresando lo que piensan, la empresa está destinada a morir.

El mundo es complejo y los negocios más aún. Es imposible que una sola persona tenga todas las respuestas. Nadie puede tener todos los puntos de vista cubiertos o haber vivido todas las experiencias requeridas para resolver un problema determinado. Se requieren muchas mentes y puntos de vista diferentes para descifrar el rompecabezas.

Vale la pena recalcar que no todos los desacuerdos son iguales. Hay muchos desacuerdos que son nocivos, incluso tóxicos para la empresa. Estos son los desacuerdos que nacen por ego y las ganas que alguien tiene de mostrar que tiene la razón y probar que sabe más que los demás. En estos desacuerdos se busca poder, aprobación o algo similar. El objetivo de este desacuerdo es que alguien gane y alguien pierda. Esto no sirve.

Pero hay otro tipo de desacuerdo que es extremadamente valioso. Es el desacuerdo que busca entender el punto de vista de la otra persona para compararlo con el propio y así poder, de una manera lógica y racional, encontrar la opción que más le conviene a la organización. Es un desacuerdo desinteresado que quiere aprender y compartir. Es extremadamente generoso y requiere de mucha vulnerabilidad porque muchas veces las propuestas individuales iniciales terminan enterradas en el olvido para que nuevas ideas colectivas puedan vivir.

El camino del emprendedor

Son muchos los senderos por los que un emprendedor debe caminar. Cada uno de ellos es peligroso y está repleto de un sinfín de obstáculos y trampas que no se pueden pronosticar. No queda más que hacer que aprender a corregir el rumbo sombre la marcha.

Cada vuelta y cada trampa es una prueba de carácter para el emprendedor. Están ahí por una razón, principalmente para separar a los emprendedores que realmente quieren llegar de aquellos que no. Los que realmente quieren llegar no bajaran la cabeza, no perderán el ánimo y encontrarán cómo resolver. Los que no, acá es en dónde salen del juego.

No hay camino sin aprendizajes. En cada dificultad hay un regalo que el emprendedor debe aprender a desempaquetar. Cuando el emprendedor logra descifrar cómo resolver la dificultad, el regalo aparece frente a él. Ha aprendido a resolver esta situación en particular.

Para llegar al fin del camino es necesario encontrar cada uno de los regalos que están escondidos por el tortuoso camino. Y para abrir cada regalo es necesario poder resolver el problema que esconde el regalo en su interior. Y para poder resolver el problema es necesario primero, creer que el problema se puede resolver y segundo, que uno es la persona indicada par resolverlo.

El camino del emprendedor es un juego nefasto que pone a prueba a cualquiera. También, la recompensa al final del camino es el más dulce néctar que un ser humano jamás ha probado. En los momentos difíciles el emprendedor debe recordar porque empezó a caminar en primer lugar y enfocarse en resolver el problema que tiene enfrente. Si repite este ciclo una y otra vez, el néctar eventualmente será suyo.

La manera más simple de hacer que algo mejore

Las iniciativas nunca escasean en las organizaciones. Siempre hay un empuje para mejorar esto o aquello. En todo momento hay algo que alguien quiere que se haga de mejor manera. Con esta abundancia de procesos, estrategias, modelos y tácticas por mejorar tan solo se puede decir que hacer que un equipo logre esas mejoras es una victoria extremadamente importante de ganar.

¿Y qué hacer para lograr que algo mejore? Dos cosas principalmente: medir obsesivamente lo que se quiere mejorar y hacer las preguntas correctas.

“Lo que no se mide no se puede mejorar”, solía decir Peter Drucker, gurú de la gerencia empresarial. Resulta ser que para poder mejorar algo primero hay que saber cuál es su estado actual. ¿Y cómo se encuentra el estado actual de algo? Correcto, midiéndolo. También, para saber si algo está mejorando hay que poder saber si cambió en dirección a la meta deseada respecto a la medición original. Una vez más, ¿Cómo hacer esto? Midiendo una y otra vez.

Ahora pasamos a hablar sobre las preguntas correctas. Las personas responden a lo que perciben que es importante en su ambiente. Si alguien sabe que para su jefe es importante que él reduzca costos, reducirá costos. Si para el jefe de alguien más lo importante es subir ventas, los miembros de su equipo trataran, a lo mejor de sus habilidades, subir las ventas. El secreto está en aprender cómo hacerle saber a los demás que es lo que realmente es importante.

Es más fácil de lo que se imaginan. Se le hace saber a los demás qué es lo importante por las preguntas que se les hacen. Si un líder constantemente pregunta ¿cuánto vendimos hoy? está enviando un claro mensaje de que las ventas son lo más importante. Si el mismo líder constantemente pregunta ¿cuánto nos gastamos en publicidad? Obviamente para él, en este caso, los gastos de publicidad son lo más importante.

Así que, para qué algo mejore:

  1. Medir constantemente
  2. Preguntar acerca de cómo va directamente lo que se está mejorando

Los emprendedores son inspiración

Siempre he sido de la opinión que los emprendedores son las piedras angulares de nuestra civilización. ¿A dónde iríamos a comer o en dónde estudiarán nuestra hijos sin ellos? ¿Quienes desarrollarían los medicamentos que nos mantienen vivos y quienes harían los vehículos que nos llevan de acá para allá si no ellos? ¿Quienes entrenarían a los atletas del futuro si ellos no creyeran en luchar por mantener el amor por el deporte vivo?

Sin los riesgos que ellos toman todos los días, la gran mayoría de empleos que sirven de sustento para millones de familias, desaparecerían. El progreso en el mundo se detendría y nuestra calidad de vida no estaría ni cerca de lo que hoy es.

Y mi admiración hacia los emprendedores solo ha crecido en estos últimos meses de reactivación económica. Es realmente inspirador ver como muchos de ellos van encontrado la manera de salir de un abismo sin fondo que fácilmente haría temblar al mas valiente de los caballeros de la mesa redonda.

No se detengan. Sigan adelante. No importa en que industria estén —música, hospitalidad, restaurantes, deporte, o lo que sea—, sepan que el mundo los necesita y su valentía y esfuerzo serán recompensados a su debido tiempo. Están haciendo lo imposible y son una inspiración para los millones de personas que nos beneficiamos de su trabajo. Gracias por inspirarnos!

Cambia el mundo con tu propia receta

Cuando nos sentamos a pensar en cómo queremos impactar el mundo a menudo nos paralizamos. Nos paralizamos porque cuando vemos a nuestro alrededor nos cuesta mucho encontrar algo que aún no esté resuelto. “Eso qué quiero hacer, ya alguien más lo está haciendo”, grita la voz adentro de nuestra cabeza. Aunque hay un pequeño elemento de verdad en esa narrativa, no es del todo cierta.

Haber, veamos. Que alguien más esté haciendo algo que nosotros también queremos hacer no significa que nosotros no podamos tener éxito haciéndolo también. Tan sólo imaginémonos lo que nos hubiéramos perdido si U2 hubiera decidido no entrar al mundo del rock porque los Rolling Stones ya habían estado ahí antes que ellos. Siempre hay espacio para otros, especialmente cuando cada uno sabe traer su manera particular de hacer las cosas.

Y es acá en donde me quiero enfocar hoy. En la esencia de cada persona y su manera única de operar en el mundo. Somos más de 7 billones personas en este planeta y cada uno de nosotros es único. Cada uno tiene preferencias, gustos, habilidades y personalidades distintas. Esto es genial porque cada uno quiere que las cosas se hagan de manera diferente y cada uno de nosotros puede hacer las cosas de una manera en que nadie más las puede hacer. ¡Es perfecto!

Para cambiar el mundo no tenemos que inventar un platillo totalmente diferente a todos los que se han cocinado con anterioridad. Todo lo que tenemos que hacer es encontrar el platillo que más nos apasiona y cocinarlo una y otra vez hasta que encontremos nuestra propia manera de hacerlo, hasta que encontremos nuestra receta personal que seguro para alguien será la mejor.

Las dos responsabilidades principales de un gerente

Evaluar a un colaborador individual dentro de una empresa no es muy complicado. Resulta relativamente fácil, dependiendo del puesto claro, poder determinar si la persona está haciendo un buen trabajo o no. ¿Llegó a su meta de ventas? ¿Entregó sus proyectos a tiempo y con la calidad esperada? ¿Están listos los reportes financieros? Etc.

Ahora bien, cuando se busca evaluar a un gerente las aguas se ponen un poco más turbias. ¿Qué se espera de un gerente? ¿Cuales son sus responsabilidades principales? No es algo tan fácil de ver.

Para empezar a aclarar cuales son las responsabilidades de un gerente es importante entender que los gerentes trabajan con equipos de personas. Su trabajo no es producir. Su trabajo es ayudar a otros a producir. Con esto ya definido, podemos pasar a estudiar las dos responsabilidades principales de un gerente.

1. Obtener los resultados que la empresa necesita de su equipo

En otras palabras, la primer responsabilidad de un gerente son los resultados que su equipo genere. Un gerente se mide principalmente por lo que su equipo puede o no hacer. El buen gerente logra que su equipo de excelentes resultados. El mal gerente tiene un equipo de bajo rendimiento.

Un gerente se evalúa principalmente por los resultados que produce su equipo.

2. Retener a los miembros de su equipo

Hay muchas formas en las que un gerente puede lograr los resultados que necesita de su equipo. Algunas son más sostenibles que otras. Algunas contribuyen al clima organizacional de la empresa mientras que otras destruyen la moral de los miembros del equipo.

Un buen gerente construye a su equipo, motiva a sus miembros y los inspira a lograr más. Los miembros de un equipo bien liderado quieren formar parte de su equipo de trabajo por mucho tiempo y un equipo con baja rotación de personal contribuye a la salud de la empresa.

No es ningún secreto que dos de los costos “escondidos” más grandes de una empresa son el reclutamiento y la capacitación de su personal. Un gerente que logra resultados de corto plazo por medio de “apretar” constantemente a su equipo de trabajo no está haciendo un buen trabajo. Tendrá un equipo con alta rotación de personal. El buen gerente retiene al personal de su equipo durante largos períodos de tiempo contribuyendo a las finanzas y cultura de la empresa.

El buen gerente tiene un equipo que da buenos resultados Y logra retener a los miembros de su equipo.

La velocidad del mercado

Si algo nos ha enseñado esta pandemia es que las cosas pueden cambiar muy rápidamente. Y cuando las cosas cambian rápido, el mercado cambia más rápido aún.

Un consejo para los emprendedores tratando de sobrevivir en este agitado ambiente: sean hipersensibles a lo que ocurre a su alrededor. Esta hipersensibilidad les servirá para distinguir entre que es “moda” y que es aquello que está ocurriendo para quedarse a largo plazo.

Por moda me refiero a oportunidades que solo existen para saciar una necesidad del momento y que no son lo suficientemente perecederas para crear un negocio a largo plazo. Son aquellas oportunidades que después de tan solo unos meses se revelan como espejismos de algo que aparentaba ser el unicornio dorado que todo estamos buscando.

Es muy difícil poder etiquetar una necesidad urgente que el mercado está manifestando como una moda pasajera. Pero el mercado responde a la condiciones que se están dando en un momento dado y en este preciso momento el mundo cambia minuto a minuto. Algo que hoy parece la panacea puede ser el error más grande de el mundo tan solo unos días después. El mundo está cambiando mas rápido que nunca y el nivel de atención que se necesita para no perseguir falsas promesas es más grande que jamás antes en la historia de la humanidad.

El trabajo como expresión personal

En la sociedad moderna la mayoría de personas adultas pasan alrededor de un 70% a 75% de su tiempo trabajando. Sin duda alguna, el trabajo es en donde más tiempo estamos pasando.

Esta es una realidad del mundo moderno en que vivimos y no es malo. Solo es como estamos estructurados en la sociedad en que vivimos. El problema surge cuando esta gran cantidad de tiempo que se pasa trabajando no es un canal para la expresión personal.

Creo que una empresa puede ser un canal de expresión para cada uno de sus colaboradores. Ser este canal es la única manera en que cada una de las personas que trabajan en la empresa pueden dar su máximo aporte. También es la única manera en que la empresa puede esperar que sus colaboradores pasen un tiempo prolongado trabajando en ella.

Trabajar para una empresa es la manera dominante en que las personas sustentan sus vidas y en muchos casos, las de sus familias. Mi percepción es que acá es dónde casi todos dejan de exigirle a las empresas en donde trabajan. “Intercambio mi tiempo por dinero y así estoy bien”. Esta pareciera ser la postura general. Creo que no es suficiente.

El trabajo puede ser un vehículo maravilloso para usar el tiempo de una persona para construir algo que le es importante. La capacidad de poder colaborar con otras personas que están comprometidas con lograr los mismos objetivos que uno es el mejor camino para lograr grandes proyectos que son importantes para el individuo.

Cuando una persona puede dejar su huella en un proyecto que está alineado con su propósito, la recompensa que recibe va mucho mas allá de un salario devengado o utilidades recibidas. En este caso el trabajo no solo es un medio de sustento. Es un vehículo para la expresión personal.

Fundamentos para construir un producto de calidad

Definir calidad es difícil. Me gusta mucho la manera en que Seth Godin lo hace. Él se refiere a calidad como el estado cuando un producto cumple con las especificaciones esperadas. Bajo esta manera de pensar, la calidad es, hasta cierto punto, subjetiva. ¿Por qué? Porque siempre alguien define las “especificaciones esperadas”.

Así que el primer paso para construir un producto de calidad es tomarse el tiempo para definir de una manera muy clara y concisa las especificaciones con que el producto final debe cumplir para considerarse “de calidad”. Este proceso de definición lleva tiempo y debe ser completado al principio del ciclo de vida del producto.

Ahora, una vez que las especificaciones han sido definidas, no todo producto terminado las cumplirá. Habrán partes defectuosas, código con errores, procesos ineficientes y mil cosas mas. El proceso de producir algo de calidad incorpora y contempla estas fallas naturales. Trabajar de esta manera requiere más tiempo que producir algo que no busca cumplir con un set de especificaciones de calidad.

Claro está que una vez que el producto que ya cumple con las expectativas internas de calidad llegue al mercado se encontrará con un conjunto nuevo de expectativas que, usualmente, son bastantes más exigentes. Las expectativas de los clientes.

Este es un punto crucial en la vida de un producto en desarrollo. Dependiendo de la madurez y calidad del equipo de producto una de dos cosas sucederán: 1) Se rechazará la retroalimentación del mercado y se mantendrán las expectativas de calidad originalmente definidas 2) Se estudiará y destilará la sabiduría del mercado con el fin de adecuar las expectativas de calidad a las necesidades del mercado. Creo que estaría de más mencionar cuál es la opción recomendada.

Para aquellos equipos de producto que deseen escuchar la retroalimentación del mercado, acá es dónde arranca la carrera. Su enfoque debe estar en iterar la definición de las especificaciones de calidad Y modificar el producto al mismo tiempo para que las pueda cumplir. Para los que no quieran escuchar, acá es dónde les toca morir.

Bajo presión

Hacer lo debido en situaciones cómodas es fácil. El carácter y el liderazgo tan solo se forjan bajo presión. Estar bajo presión significa que hay algo que está en juego. Probablemente quiere decir que haya resistencia y que se requiere de fuerza poder para salir del otro lado —y eso está bien.

Los verdaderos héroes, aquellas personas que realmente han destacado y cuyos logros son reconocidos por las grandes mayorías, han cambiado el mundo con las decisiones y acciones que han tomado bajo presión. Ninguno de ellos reescribió la historia con lo que hizo desde una hamaca durante sus vacaciones.

Por definición la presión no se siente bien. Sino dejaría de ser presión. Pero que algo no se sienta bien no quiere decir que se deba evitar. ¿Acaso el enfermo evita el doloroso tratamiento o la horrenda medicina que le ayudará a mejorar? Al contrario, lo busca con todo porque sabe que del otro lado del trago amargo está la dulce recompensa de la recuperación.

Bajo presión el carbón se convierte en diamante y las personas promedio se convierten en excepcionales seres humanos. Bajo presión, lo más formidable del ser humano se hace presente. La creatividad, nobleza y determinación de querer seguir adelante salen a relucir en esos momentos de obscuridad que parecieran ser el fin. Es en estos momentos en donde se crece y se supera, se llega al siguiente nivel.

Al igual que no todos pueden levantar 400 libras en un “bench press”, nadie puede vivir bajo presión todo el tiempo y tampoco nadie puede soportar ciertos niveles intolerables de presión. Lo que sí todos pueden hacer es fortalecer sus músculos de carácter, liderazgo y perseverancia buscando situaciones que les exijan un poco más. Buscando diariamente estar bajo un grado manejable de presión, poco a poco se podrán convertir en las personas que siempre han querido ser.