Las tres dimensiones en que experimentamos nuestras vidas

Adentro de cada uno de nosotros, lo hayamos descubierto o no, hay un testigo por medio del cual experimentamos todo lo que ocurre en nuestras vidas.
Este testigo es realmente quienes somos. Todo lo demás, son construcciones mentales que hemos desarrollado por encima de la pureza de nuestra conciencia durante muchos años.
Este testigo experimenta la realidad en tres distintas dimensiones. Listadas de más “lejanas” a más “cercanas”, las tres dimensiones son: eventos y objetos en el mundo externo, emociones y pensamientos

Tan fácil qué es olvidar

Invertimos tiempo en aprender, en conocer cosas nuevas. Luego utilizamos todos los recursos a nuestra disposición para cambiar nuestros comportamientos y así poder afirmar que estamos aplicando lo que ya hemos aprendido. Y las cosas mejoran, por uno cuántos días. Luego olvidamos lo que hemos aprendido y regresamos a buscar refugio en nuestros antiguos patrones de conducta.

Se mejora haciendo

La única forma de mejorar como se hace algo es claro, haciéndolo. No existe otra forma de lograrlo. Los grandes escritores se hacen escribiendo, al igual que los grandes deportistas se hacen entrenando. Los grandes emprendedores se hacen emprendiendo y los más grandes músicos se hacen tocando sus instrumentos.

Decisiones imposibles (un minuto para desearle lo mejor a las personas en Ucrania)

En este preciso instante, en ambos lados de la frontera entre Ucrania y Rusia, hay niños, mujeres y hombres teniendo que tomar decisiones imposibles.

Hay familias que están teniendo que decidir entre permanecer unidas o buscar alguna otra opción para seguir con vida. Hay padres de familia teniendo que decidir entre dejar ir a sus hijos pequeñitos o arriesgar verlos morir a su lado. Hay hombres y mujeres decidiendo entre quedarse para luchar por su nación o dejar sus hogares para más nunca volver….

Cuando las cosas cambian (berrinches empresariales)

La primer reacción que muchos de los líderes dentro de las empresas tienen al momento de afrontar un cambio de esta naturaleza es culpar al nuevo entorno. En el momento en que las cosas dejan de funcionar adentro, aparece el villano favorito de los ejecutivos modernos: el cambio que se está dando afuera.

Incluso los días largos terminan

Hay ciclos de veinticuatro horas que son más difíciles de manejar que otros. Unos están más cargados, otros menos. Aunque no hay día que no dure veinticuatro horas, sin duda alguna, algunos se sienten mucho más largos que sus hermanos “pequeños”.

Más no siempre es mejor

No sé si a ustedes les pasa lo mismo pero mi cerebro muchas veces llega automáticamente a la conclusión de que más es mejor. Más funcionalidades, mejor. Más caro, mejor. Más tecnología, mejor. Más contenido, mejor. Más data mejor. Esta conjetura de que más es lo mismo que mejor es peligrosa y no siempre se cumple.

Un guatemalteco que me inspiró: sabias palabras

Recién estaba regresando de correr y una persona, de esas que muchas veces pasan desapercibidas, como fantasmas, captó mi atención. Esta vez no seguí de largo. Me detuve unos momentos a platicar con él. Los siguientes minutos cambiaron mi vida.

Lo más moderno no siempre es mejor (consejo para comprar)

El avance de la tecnología va a un ritmo frenético. Los productos que nos satisfacían ayer son basura comparados con los que tenemos hoy. Todo mejora con la siguiente iteración. Cada cambio es algo que vale la pena tener. Puede ser que esto sea cierto, o tal vez no.

Ver más allá

Cada persona con que interactuamos y cada evento que ocurre en nuestras vidas es maravilloso —si tan solo nos detenemos a ver un poco más allá. La falta de inspiración y maravilla en el “día a día” no es nada más que la manifestación de nuestra incapacidad de detenernos y profundizar.