Unos minutos al día

La vida se mueve a un ritmo bastante acelerado. La presión puede ser grande. Puede ser fácil perderse en todo lo que se “tiene” qué hacer. Si no tenemos cuidado, podemos pasar demasiado tiempo sin parar.

Tomar unos minutos al día es una buena idea. Estos minutos serán un manantial de energía interior que nos revitalizará una y otra vez. La idea es invertir estos minutos en nosotros mismos.

Algunas de mis actividades favoritas a realizar durante este tiempo son:

  • Meditar
  • Leer
  • Escribir
  • Correr
  • Pasar tiempo en la naturaleza
  • Escuchar podcasts

No importa realmente qué sea lo que cada uno de nosotros decida hacer. Lo importante es tomarnos el tiempo diario y recordar que somos nosotros los que siempre estamos al centro de nuestras vidas. Si nosotros estamos bien, nuestras vidas y aquellos a nuestro alrededor también estarán bien. Tomemonos unos minutos al día.

Un momento para sanar

Un pasatiempo que sabe aliviar el corazón. Un grupo de amigos y el sonido de la risa de los niños bañándose bajo el sol. La mañana hoy empieza muy temprano y la ilusión de volver a jugar beisbol se despierta en el corazón.

Pareciera ser que no ha sido tanto tiempo. Todo vuelve a sentirse tan normal. Los meses que hemos pasado esperando este momento desaparecen en un instante al escuchar el añorado “Playball!”. Al igual que la plática con un viejo amigo con el que no te has visto en años, todo se siente tan natural. Acá es donde debemos estar.

Hoy tuvimos un momento para reponer. Fue un momento para sanar. Cada uno de nosotros ha hecho lo que le ha tocado hacer. Nos ha tocado vivir tiempos difíciles que sin duda alguna no están por terminar. Pero si algo pudimos recordar hoy es que el beisbol no se ha olvidado ni de nosotros ni de nuestros hijos. Hoy recordamos lo que es salir al aire libre y respirar felicidad. Hoy recordamos lo que es jugar beisbol!

Escasez y valor

Valoramos aquello que es escaso. Lo que es abundante y fácil de obtener no tiene valor. No estoy refiriéndome a teorías económicas. Tan solo estoy describiendo como veo que las personas viven a nuestro alrededor.

Aquel joven enamorado que daría su vida por conquistar a su pareja —nunca será valorado. Él describiría su amor como un amor incondicional. Y es cierto. Puede ser que su amor SEA incondicional. Y esto es precisamente lo que le quita todo el valor. Si no hay nada que su pareja pueda hacer para perder este tipo de amor, ¿qué tan valioso es en realidad?

Lo opuesto sucede con la vida. Es valiosa porque todos la vamos a perder. Si nos detenemos a pensar un poco, la vida es realmente escasa. Creo que no darle el más alto de los valores a la vida es una seña de perturbación.

Es momento de estar atentos y reconocer aquello que es escaso. Es momento de buscar lograr cosas difíciles y embarcar en proyectos imposibles. La hora de hacer aquello que pocos han logrado ha llegado. Seamos de los pocos, seamos de los escasos. Es la única manera que seremos valiosos y dejaremos nuestra huella en este mundo.

Sin presión

La presión es una creación humana y no existe fuera de las cabezas de las personas. Cualquier situación, evento o actividad es totalmente ajena a la presión. La presión tan solo existe dentro de la persona experimentando el evento.

Aunque no parezca serlo así, la presión es una decisión. Algo está ocurriendo allá afuera y la persona interpreta lo que ocurre de cierta manera. Es esta interpretación personal lo que genera la presión. No es el evento.

¿Cómo lo podemos probar? Es muy fácil. Agarremos cualquier circunstancia que generalmente se relacione con la presión:

  • Cobrar un penal en la final de un mundial
  • Dar una charla ante miles de personas
  • Tomar una decisión de inversión
  • Enfrentar una conversación difícil
  • Hacer un examen final

Todos hemos visto que hay personas que manejan estas situaciones mucho mejor que otras —porque no sienten presión. De hecho, las personas que más destacan en estas situaciones una y otra vez reportan no sentir presión.

Esto explica por qúe hay personas que destacan en estas situaciones mientras que otras se hunden. Todo tiene que ver con la reacción de la persona. No con la situación. Si fueran las situaciones las que causan la presión, nadie destacaría en esas circunstancias.

Se podría argumentar que lo que sucede es que algunas personas manejan la presión mejor que otras. Esto es cierto. Lo que sucede es que si se maneja bien la presión, deja de ser presión.

A la luz de la vela

Al día de hoy he escrito más de 700 artículos. Este es el primero que escribo a la luz de una vela. No lo estoy haciendo por elección. No hay electricidad acá en la casa. Hace unos minutos algo explotó afuera. Ya pronto me enteraré de qué fue lo que pasó.

Para mientras seguiré disfrutando del silencio y la obscuridad. Hay una tranquilidad ensordecedora que se pasea por toda la casa en la ausencia de la electricidad. Debo decir que la ausencia de electricidad solo es relativa. Estoy escribiendo en la laptop (que afortunadamente estaba cargada), mi teléfono también está cargado (y me da acceso a Internet) y el iPad de mi hijo está funcionando con una batería móvil.

La manera en que estoy escribiendo también es diferente. Para empezar solo tengo IA Writer abierto. Todas las demás aplicaciones están cerradas. Quiero que la batería de la laptop me dure lo más posible. También, en lugar de configurar la luz de mi oficina a cierta tonalidad con un app, estoy viendo una vela titilear. No tengo música puesta y puedo escuchar el sonido de unos grillos que jamas antes había escuchado por acá.

La cena también fue diferente. Me gustó que todos comimos juntos por una vez. Debo reconocer que no es algo que hagamos muy seguido. Fue muy divertido y a aprovechamos para ponernos al día. El ritmo de la comida fue bastante más pausado de lo usual. Muy agradable.

Quin lo diría, pero ahora que leo lo que estoy escribiendo, hasta me atrevería a decir que me estoy disfrutando el apagón. Estoy seguro que un par de días más de esto y me volvería loco. Se los puedo garantizar. Pero por ahora voy a conectar la laptop al Internet del celular y publicar este post. Les escribo otra vez mañana.

Una buena biografía

Una buena biografía cambia vidas. Te puede transportar a un universo paralelo en donde puedes ver el mundo a través de los ojos de alguien más. Si aún no has leído una buena biografía de la que te hayas enamorado, te recomiendo hacerlo ya!

La experiencia de leer una biografía es intensa. Especialmente si te identificas con el autor. Cuando existe esa íntima conexión con el autor pasan muchas cosas. Una de las más personales es pararte frente a un espejo y verte reflejado en la vida del autor. De pronto estás parado ante situaciones que despiertan las más fuertes emociones en tu ser y puedes ver de lejos como alguien más las vivió, comparando sus acciones con las tuyas. Es fenomenal.

Hay algo especial en ver cómo alguien más, que en este caso admiramos, vivió su vida. Es muy enriquecedor. No es lo mismo aprender estudiando una teoría que tener la oportunidad de absorber los ejemplos de nuestros héroes. Esta es la puerta que las biografías nos abren. Un aprendizaje visceral.

Debo reconocer que no he leído muchas biografías pero si sé que he salido una persona diferente después haber terminado cada una de ellas. He crecido muchísimo cada vez.

Les comparto el listado de las que he leído. Espero que más de alguna les llame la atención y si deciden leer alguna, que les cambie la vida.

Si alguien me quiere recomendar alguna biografía, por favor déjenme un comentario!

Liderazgo de proceso versus contexto

En toda situación hay 2 maneras de liderar. La más conocida, segura y popular es liderar con proceso. La más dinámica y ágil es liderar con contexto. Ambas son necesarias.

Revisemos primero que es lo que significa liderar con proceso. Este tipo de liderazgo está basado en la definición de reglas, políticas y procesos que las personas deben seguir para conformar con las expectativas del grupo. Una organización construida sobre la base de este tipo de liderazgo priorizará la seguridad y la estabilidad sobre la innovación y el cumplimiento de reglas sobre la velocidad.

Es obvio que este tipo de liderazgo es ideal para organizaciones que operan en ciertos tipos de industrias donde la seguridad no es negociable y la innovación no es lo principal. Por ejemplo, ninguno de nosotros se quisiera subirse a un avión en donde la empresa que lo fabrica no tiene procesos y políticas de prueba sumamente estrictas. Lo mismo va para neurocirujanos.

Ahora, en industrias en donde la innovación y la velocidad son necesarias para sobrevivir, este enfoque no funciona. ¿Qué es lo que sucede? Cuando una organización define su estilo de liderazgo empieza a contratar y retener personas que se acoplan a su estilo. Una empresa en la cual el estilo de liderazgo se basa en proceso, atraerá personas que naturalmente les gusta seguir políticas y reglas. Estas personas por su misma naturaleza no son innovadoras y son adversas al riesgo. Les cuesta adaptarse y tomar riesgos. Nos podemos olvidar de que esta pueda llegar a ser una empresa agil y creativa.

Como ya lo dije anteriormente, esto no es algo necesariamente malo. Simplemente es que tiene su lugar en ciertos tipos de industrias y actividades.

¿Pero que hay de las empresas que necesitan innovar para mantenerse relevantes? Estas empresas necesitan personas que se puedan adaptar en segundos a cualquier cambio en su ambiente. Necesitan personas que puedan tomar decisiones, cuestionar y tomar riesgos. Estas son personas que no se sienten a gusto siguiendo reglas y procesos. ¿Cómo liderar este tipo de personas?

Para crear una organización liderada por contexto lo principal es que los líderes tengan la capacidad de poder articular de una manera muy clara los objetivos que desean que sus equipos logren. Y no solo esto. También deben tener la habilidad de transmitir el contexto en el que cada persona debe actuar de manera precisa y consistente. Finalmente, deben poder dejar que su gente trabaje sin su intervención.

Pero, ¿qué es esto de contexto? Simplemente es el rango de parámetros dentro de los cuales las personas pueden tomar decisiones y actuar. Por ejemplo, imaginemos un restaurante en donde se está entrenando a un nuevo chef.

En un restaurante donde el liderazgo es basado en proceso seguramente se le darán las recetas y protocolos a seguir. Se le evaluará en base a que tan bien cumple con las recetas y la consistencia con que las logra reproducir.

En el restaurante donde el liderazgo es por contexto se le dará el recetario y se le dirá que por favor agregue su toque personal a cada una de las recetas siempre y cuando cumpla con que la “personalidad” del restaurante se mantenga.

Las cortinas y el sueño

Hoy estaba pensando lo mucho que me gusta dormir con las cortinas abiertas. Hay algo que me atrae mucho a ver el cielo, las estrellas y la luna a la hora de descansar. Me genera una paz muy profunda.

Luego me surgió la duda del origen de las cortinas. ¿Dónde y por qué se inventaron? Sin duda alguna todo empezó por privacidad. Está claro que nadie quiere que lo que ocurre en un cuarto sea “publico”. Todos queremos privacidad. La seguridad también puede haber sido otro factor importante en el origen de las cortinas.

Yo tengo la suerte que mi cuarto es en un segundo nivel y la ventana que tenemos no da a un area pública. Así que la privacidad y la seguridad no son una preocupación para mí.

Después otro rato de estar pensando, caí en cuenta en que las cortinas también cumplen otra función: Bloquean la luz durante el día. Es decir, nos quitan el mejor despertador que tenemos, la luz del sol. Esto tampoco es un problema para mí. Usualmente me despierto con el amanecer y madrugar, siempre y cuando haya descansado bien, no me molesta para nada.

Así que dejando los temas de privacidad y seguridad por un lado creo que las cortinas están de más. Nos distancian de la magnificencia del cielo. Nos desconectan del cosmos y creo que esto es necesario para descansar bien. También nos distorsionan los ciclos naturales de sueño haciéndonos creer que el día aún no ha llegado. Nos despertamos más tarde, necesitamos de despertadores y dormimos de más. Con razón nos cuesta tanto dormir a la noche.

Si dormir con la cortina abierta no limita ni tu privacidad ni tu seguridad te invito a probar dormir con las cortinas abiertas y acercarte más a una experiencia de sueño más natural.

Alto rendimiento

Pareciera que el tiempo se detiene. Lo hombros se tensan y la respiración se acelera. Toda el peso del mundo está sobre tus hombros. No hay mirada en este mundo que no esté sobre ti. Decir que hay presión es poco. Ha llegado el momento de la verdad.

Todos esos años de entreno, sacrificio y dedicación pasan en un instante frente a tus ojos. Sabes que estás preparado y no vas a dejar que nadie te quite lo que has venido a reclamar. Sabes que este es tu momento y no estás dispuesto a fallar.

Por un instante la competencia deja de existir y lo único que puedes visualizar es el objetivo. Pocas personas en el mundo pueden alcanzar el nivel de concentración y enfoque que tu puedes lograr. Nada te puede distraer. La intensidad que hay en cada fibra de tu cuerpo pudiera detener un huracán. Has venido a “ganar”.

Sabes bien que el resultado no importa. Toda tu vida has trabajado en dar lo mejor de ti sin importar el resultado. Entiendes bien que la única persona a la que le debes responder eres tú mismo. Nadie más en este mundo importa. Esto es lo que te hace tan peligroso a la hora de competir. Estás luchando para ti. No por alguien más.

Poco a poco vas subiendo de nivel y con cada paso vas construyendo una mejor versión de ti. Te estás convirtiendo en un verdadero atleta de alto rendimiento y con eso en una persona excepcional. Estoy orgulloso de ti.

Ayer soñé que era libre

Ayer soñé que era libre. Me pareció extraño porque ya soy libre. Siempre lo he sido y siempre lo seré. En mi sueño nadaba mar adentro sin preocuparme por lo que vendría después. Era de noche y lo único que tenía para guiarme era mi intuición.

El viento soplaba cada vez con más fuerza y las olas crecían. Y con el crecer de las olas también crecía mi confianza. Sin importar que ocurriera a mi alrededor, sabía que yo iba a estar bien. No había miedo. Nada me podía tocar.

Los últimos destellos de la luz de la luna fueron opacados por grises nubes que amenazaban con desatar una tormenta sobre el mar. Podía ver con claridad lo que estaba por suceder. Y aún así mi alma mantenía un estado de profunda tranquilidad. Recuerdo pensar: “yo soy la calma antes de la tormenta.”

Y así seguí nadando mar adentro. Mi intención no era llegar a ningún lado. No quería encontrar nada en particular. Mi única motivación era seguir experimentando esa sensación de libertad que solo la ausencia de miedo puede generar.

La tormenta vino para quedarse. Vi la muerte directo a los ojos sin parpadear. Mis músculos se quedaron sin fuerza y la marea poco a poco le ganó la batalla a mi cuerpo. A mi nunca me pudo tocar. Mientras el momento inevitable llegaba, mi alma se mantuvo firme. La felicidad nunca me abandonó y el miedo no pudo entrar en mi jardín. Ena ese momento supe que había llegado. Que era realmente libre. Ni siquiera la muerte me pudo perturbar.