Hoy estoy escribiendo esto desde una muy bonita tienda de muebles. Esto visitando a un cliente que está interesado en hacerle upgrade al servicio de Whatsapp que tiene con nosotros.
Con el fin de llegar a tiempo a la cita, decidí salir antes de lo normal por aquello del tráfico. Resulta ser que tuve mucha suerte. No había nada de tráfico. Llegué 35 minutos antes de lo previsto.
Una vez acá, una persona muy amable que trabaja acá me ofreció un lugar en donde sentarme en lo que empezaba la reunión. Me senté y por costumbre y falta de presencia empecé a esperar, estaba a unos segundos de ponerme a perder el tiempo con mi celular. Después de un par de minutos me centré y empecé a pensar en que 30 minutos es mucho tiempo. Sería bueno usarlos para algo productivo. En aprovechar al máximo mi tiempo.
Así que de inmediato saqué mi computadora y me puse a escribir este post. Así que aquí estoy, aún 16 minutos antes de que inicie mi reunión y con un post bastante bueno ya listo para publicar.
Acá les dejo la reflexión.
Todos los días, sin importar qué tan cargados sean, tienen pequeños momentos que a veces desperdiciamos. La realidad es que no los desperdiciamos porque sea imposible aprovecharlos, los desperdiciamos por costumbre.
A pesar de los grandes cambios que la pandemia del COVID 19 trajo hay ciertas cosas que siguen igual. Una de ellas es la percepción de que el trabajo / productividad solo se pueden dar en el lugar indicado en un momento preciso. La idea de poder trabajar en cualquier lugar por incrementos pequeños de tiempo aún le sigue pareciendo a muchos un locura.
Pero aprovechar cada momento al máximo sí es posible. Hoy contamos con la tecnología y la conectividad que se necesita para trabajar desde cualquier lugar. También, la configuración de la mayoría de trabajos permite que las actividades sean realizadas desde cualquier lugar. Los avances pueden ser fácilmente almacenados en una computadora o la nube. Los entregables muchas veces se pueden entregar en formato digital.
Sin duda alguna, hay muchas tareas que requieren de completa concentración, equipo especializado y largos bloques de tiempo para realizarse. Pero también hay miles de pequeñas actividades que se puede adelantar en cualquier momento. Hacerlas cuando se puede es aprovechar el tiempo al máximo.