Las ideas son importantes. Muy importantes. Pero una muy buena idea sin la capacidad de ejecutarse no sirve de mucho. Los cementerios están llenos de muy buenas ideas que nadie pudo ejecutar.
A toda idea le llega el momento de nacer, y, una vez que nace, si no se cuida, crece y robustece, morirá. Cada idea es única y los cuidados que cada una necesita son específicos a sus propias particularidades. Es importante conocer qué es lo que nuestras ideas necesitan para sobrevivir, de lo contrario no las podremos ver crecer.
Si nos enfocamos en las ideas que nacen de padres emprendedores podemos decir que el hecho de que una empresa tenga una buena idea que resuelva un problema importante está muy lejos de garantizar el éxito del emprendimiento. Esa tan solo es la primer parte del camino. En esta etapa aún queda bastante camino por recorrer.
¿Y qué debe cuidar el emprendedor para que sus ideas puedan sobrevivir?
- La calidad de la ejecución de la idea. Si una idea es buena pero el producto o servicio que le da vida no es de buena calidad o no cumple con la promesa de marca del producto, los clientes probarán el producto o servicio pero pronto lo abandonarán por otro de mejor calidad.
- Alineación de expectativas. Todos, cuando escuchamos acerca de una nueva idea, nos hacemos, valga la pena la redundancia, ideas sobre la idea. Nos empezamos a contar historias sobre como debiera funcionar la idea y como serán mejores nuestras vidas una vez que tengamos acceso a la innovación. Si la ejecución de la idea no cumple con las expectativas que tiene el mercado, la idea morirá.
- Rápida iteración. No debemos olvidar que estamos hablando de emprendimiento y eso necesariamente implica rápida iteración. Es imposible que una idea, al igual que un niño, pueda correr antes de empezar a caminar. El desarrollo de las ideas es progresivo pero esto no quiere decir que el mercado tenga paciencia infinita. Con cada día que pasa los consumidores esperan mejor calidad, mayor disponibilidad y mejor servicio. Si la innovación que se está ofreciendo es suficientemente valiosa la empresa tendrá un poco de tiempo para iterar su ejecución inicial y lograr, antes de que se pierda el interés del mercado, madurar la ejecución de su idea. Las ideas siempre están creciendo contra reloj.
Realmente no sé que sea peor, fracasar por no tener una buena idea o tener una gran idea tan solo para verla morir por la incapacidad de ejecutarla como se debe. Creo que la segunda es mucho peor, una verdadera tragedia.
Mi recomendación es simple. Cuando empieces a sentir esa tranquilidad de que todo va a estar bien porque tienes una muy buena idea ten cuidado. Ese es precisamente el momento en el que tu competencia verá lo que estás haciendo y si no lo ejecutas a la perfección puede ser que ellos sí lo hagan y entonces no te quedará nada más que sentarte en las gradas a ver como alguien más lleva tu idea al estrellato.