El miedo de no cumplir

A veces, el último recurso es lo único que nos puede salvar. Estamos a punto de caer. El borde del precipicio está justo abajo de nuestros pies. Todo lo que se necesita es tomar un paso más y puff, todo se acaba. Y luego, repentinamente despertamos, recordamos ese miedo de no cumplir, de fracasar. Y así nos levantamos a trabajar una vez más. El miedo de no cumplir gana una vez más.

La motivación es una fuente de energía muy grande. El miedo de no cumplir también. La primera es la más honorable de las dos pero en su ausencia la segunda también puede funcionar. El miedo de no cumplir no es la mejor opción pero a veces necesitamos tener una pistola contra la cabeza para reaccionar.

Puede ser que hoy no haya sido bonito. Puede ser que hoy no haya sido lo mejor. Pero al final del día se cumplió. Se puede seguir adelante porque no todo terminó. El miedo de no cumplir nos ha comprado seguir vivos un día más.

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