Agradecer siempre es mejor que lamentarse

Agradecer siempre es mejor que lamentarse

Las cosas siempre están en constante movimiento. Todo está cambiando todo el tiempo. Somos nosotros los que no tenemos la conciencia suficiente para darnos cuenta del constante cambio a nuestro alrededor. El respiro que estoy tomando en este momento es diferente al anterior y también será diferente al que viene. Esta es la naturaleza del mundo en que vivimos. Todo cambia, todo eventualmente tiene que terminar.

Y aún así insistimos en apegarnos a que las cosas se mantengan como son, especialmente cuando las estamos disfrutando. Pero es esta necesidad de que las cosas sigan igual lo que no nos deja disfrutar los momentos tal y como son. Es esta la razón por la cual nos lamentamos cuando algo bueno llega a su fin. Simplemente no lo queremos dejar ir. Creemos que sin “eso” no podremos estar bien. Esto simplemente no es cierto.

Pero hay otra manera mejor de experimentar el cambio. Cuando algo cambia siempre podemos agradecer por lo que se tuvo. Sin apegos, nostalgias o remordimientos. Sin lamentarnos porque terminó. Claro que podemos despedir hasta los mejores momentos con un agradecimiento genuino que solo puede nacer en un corazón que entiende que nada dura para siempre y que cada momento de la vida es un verdadero regalo. Ver el mundo a través de estos ojos no solo nos permite afrontar de mejor manera los cambios sino que también nos permite disfrutar plenamente de cada momento de nuestras vidas sin tener miedo alguno de que pronto vaya a terminar.

Gracias Javi #9, Rizzo #44 y Kris #17 por este 2,015 – 2,021 tan especial. Especialmente por el 2,016.

Chris, sé que hoy fue duro pero aprendimos una lección grande. Agradecer es siempre mejor que lamentarse. ¡Ánimo!

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