Una vez que el sol se ha ocultado y le ha abierto paso a la obscuridad, todo empieza a cambiar. Llega la noche y con ella el aire se inunda de sonidos que despiertan el corazón.
Basta prestar un poco de atención para poderlos apreciar. Guarda un poco de silencio, deja el celular y ponte a escuchar. Te lo prometo, un mundo maravilloso está esperando por ti.
En realidad no importa en dónde estés. Puedes estar en el campo o en tu casa en plena ciudad. Los sonidos de la noche siempre están ahí para arrullarte como un bebé. Todo lo que tienes que hacer es dejarlos llegar.
Puede ser el soplar del viento por la ladera o el cantar de un grillo en el jardín. También la sirena de una ambulancia o el silencio que solo la noche te puede regalar. No importa en verdad. Hoy por la noche, solo siéntate a escuchar.