Aprender más. Tener más. Conocer más. Viajar más. Controlar más. Ganar más. Nuestra cultura está fuertemente sesgada a creer que más es mejor. ¿Y si estamos equivocados?
La mayor parte de nuestro tiempo se invierte aprendiendo habilidades y conocimiento que eventualmente está destinado a producir más. Un mejor trabajo, un mejor salario. Un mejor carro y una casa más grande. Recién estoy terminando una plática con un muy buen amigo que me hizo cuestionarme esta manera de vivir más que nunca.
Hablamos durante más de una hora sobre lo valioso que es aprender a dejar ir las cosas. Profundizamos sobre lo importante que es cambiar nuestra manera de pensar al respecto de nuestra relación con el mundo “material”. A través de sus experiencias e historias pude conectar de nuevo con lo valioso que es dejar ir.
Mientras más podemos dejar ir, más libres somos. Mientras más podemos dejar ir, menos cárceles nos pueden encerrar. Mientras más podemos dejar ir, más gozo tendremos en nuestras vidas. Mientras más podemos dejar ir, más podremos sentir. Mientras más podemos dejar ir, más felices seremos.