Durante esta época en la que todos tenemos más tiempo, es natural que estemos pensando más. Es esperado que nuestra mente esté constantemente viendo hacía atrás o hacia adelante. Es muy difícil estar en el ahora.
Que decide hacer una persona con sus pensamientos que van al pasado define de gran manera la calidad del futuro que puede construir para si misma. Veamos algunas opciones que encontramos en el pasado:
- Lamentarnos de algo que ocurrió (que por el hecho de estar en el pasado ya no se puede cambiar) ⬇
- Cargar con la culpa o estar culpando a alguien más por lo que sucedió. ⬇
- Desear que lo que ocurrió nunca hubiera pasado. ⬇
- Querer que las cosas que sucedieron no hubieran creado la situación actual. ⬇
- Entendimiento y aprendizaje. Estas son las dos únicas razones productivas para pasar tiempo en el pasado: Aprender de lo que ocurrió y entender los detalles de la situación para poder corregirla lo más que podamos y evitar que algo parecido vuelva a suceder. ⬆
Ahora el otro lado de la moneda, los pensamientos que se van hacía el adelante. Que decide un persona hacer con estos pensamientos determina el grado de preparación y capacidad de reacción que tendrá ante los eventos que están por venir. Algunas de la opciones acá son:
- Imaginar el peor escenario posible, generar miedo. ⬇
- Sentirse abrumado(a) por la incertidumbre de todo lo que puede pasar. ⬇
- Enfocarse en elementos que están fuera de su control. ⬇
- Datre por vencido(a) prematuramente al imaginar resultados negativos posibles. ⬇
- Buscar y encontrar oportunidades escondidas para poder tomar ventaja de ellas antes que los demás y así lograr los objetivos deseados. ⬆
Creo que en ambos casos está claro, muy claro, para qué ver hacía atrás (buscar entendimiento y aprendizaje) y para que ver hacia adelante (encontrar oportunidades). Todo lo demás es pura perdida de tiempo.