Durante años me ha dado vueltas en la cabeza la pregunta, si leo tanto y se tanto, ¿pr qué no tengo los resultados que quiero? Entiendo el material, lo puedo racionalizar y sin embargo, no lo aplico, lo aplico mal o simplemente evado hacer lo que tengo que hacer.
Este es un tema complicado en el cual seguro se puede profundizar mucho. Pero también se pueden lograr rescatar 3 ideas principales de por qué nos sucede esto.
- La mente no opera en el vació. Está conectada al cuerpo. Puede ser que la mente logre comprender un texto, idea o concepto. También puede ser que aplicar lo aprendido requiera de vencer algún temor o reacción emocional que se manifiesta en el cuerpo. Si la emoción no le permite a la mente actuar, de nada sirve el conocimiento.
- No queremos pagar el precio que cuesta lograr algo. Tenemos el conocimiento y tenemos muy presente la ilusión de lograr el resultado y obtener lo que queremos. Luego llega la el momento de ejecutar y encontramos dificultades. El precio de dejar la comodidad para hacer lo que sabemos que tenemos que hacer es mayor que los deseos de cumplir el objetivo. De nada sirve el conocimiento.
- Miedo a fracasar. Esta idea es un subset de lo que mencioné en el punto 1. Desde pequeños se burlan de nosotros por equivocarnos, nos regañan si fallamos y hasta “perdemos un año” de colegio si los fallos son suficientes. Esto crea una reacción emocional muy fuerte en contra de intentar cosas nuevas. Podemos aprender mucho pero si tenemos miedo de aplicarlo en síntesis para descubrir cosas nuevas, de nada sirve el conocimiento.