Si hay ganas, hay éxito

La mente me sigue impresionando cada vez más. Recientemente (unos 8 meses atrás) he empezado a escuchar unos cursos de filosofía que me han puesto a pensar bastante. He pensado en cosas desde ¿Por qué estoy aquí? hasta Ya que acá estoy, ¿Cual es la mejor manera de aprovechar mi estar aquí? En fin…

Todo esto inevitablemente genera reflexiones respecto la vida profesional. Después de todo, es una de las actividades a las que más tiempo le dedicamos — y al final, solo tiempo es lo que tenemos.

Ya he leído varios libros de productividad, organización de tiempo y temas relacionados. Las técnicas ahí descritas son buenas. Muy buenas. Pero, ¿por qué es tan difícil aplicarlas? Después de tanto tiempo creo tener la respuesta. Y no es ciencia avanzada. Es más simple de lo que jamás hubiera creído. No las aplicamos por qué no tenemos ganas de hacerlo.

De una manera u otro las personas buscamos estar satisfechas, contentas, tranquilas y tener una mejor calidad de vida. Lastimosamente este no es siempre el caso pero eso es historia para otro día. La idea es la siguiente:

Las personas tan solo hacen las cosas por una de dos razones:
  • Para evitar “dolor” o algún desenlace negativo
  • Para obtener algún tipo de gratificación o alguna recompensa positiva

El secreto del éxito está en poder identificar las recompensas positivas que vendrán (a futuro) de las actividades que hoy se realizan (presente). Si no se puede ver esto, se estará buscando el éxito tan solo a manera de evitar “dolor” o desenlaces negativos. Obviamente esto no te llevará tan lejos como tener es llama interna quemándote, diciéndote que busques ese éxito tan especial que tanto deseas.

Todos anhelamos este éxito. Anhelamos esa calidad de vida compuesta de libertad, estabilidad económica, salud, familia, amigos, relaciones interpersonales, sueños, etc. (en ningún orden particular) que cuando ocupan nuestra mente nos permiten tocar el cielo y decir “no hay nada que yo no pueda hacer”.

Es este estado de conciencia el que debes buscar en todo momento. Bajo este estado de “ser” se simplifica querer aprender un mejor manejo de tiempo y aplicarlo. Aprendes a vivir y aprovechar cada instante. Se simplifica levantarte temprano a escribir un “post”. Es tan fácil tener las ganas de hacer lo que en el fondo sabemos que tenemos que hacer. Vivir la vida al máximo!

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