Nuestra participación en el ciclo de la vida

La vida es una constante sucesión de ciclos. También se puede decir que la vida en sí es un ciclo. Todo los ciclos empiezan y todos los ciclos terminan. Nada es permanente y todo tiene que nacer al igual que todo tiene que morir. Es la naturaleza de todas las cosas.

Muchas veces no empeñamos en luchar en contra de el flujo natural de las cosas y nos reusamos a colaborar con los ciclos que naturalmente se están desarrollando a nuestro alrededor. Nos hacemos los de la vista gorda y oídos sordos. Simplemente ignoramos lo que ocurre a nuestro alrededor y lo único que nos importa es que el mundo cumpla con cada uno de nuestros deseos.

Es de esta manera de ver las cosas, o mejor bien dicho, de no ver las cosas, que nacen la mayoría de obstáculos y frustraciones en nuestras vidas. Las cosas no serían tan difíciles si tan sólo prestáramos un poco más de atención y escucháramos un poco más. Si dejáramos de estar peleando y resistiéndonos a lo inevitable.

Hay tanta energía que desperdiciamos en no aceptar que las cosas son como son. Si tan sólo pudiéramos direccionar esa energía de una manera constructiva a activamente jugar nuestro rol en lo que queremos cambiar no solo lograríamos mucho más sino que también tendríamos una mucho mejor experiencia avanzando por nuestro ciclo de vida en este breve tiempo que tenemos para caminar en la faz de este bello planeta Tierra.

Los que de verdad quieren encontrarán opciones, los que no encontrarán excusas

Como ya he escrito antes, la voluntad es un poderoso aliado. La voluntad también determina, en gran parte, el comportamiento de los seres humanos. ¿Y qué hace la voluntad para determinar los comportamientos de las personas? Pues les ayuda a ver las cosas de una manera distinta. El punto de vista con que se percibe una situación es el más grande determinante de cómo una persona responderá.

Cuando la voluntad de una persona es fuerte, los obstáculos más grandes solo son retos a sobrepasar. Cuando la voluntad es débil, el más pequeño obstáculo significa el fin del camino. Cuando la voluntad es fuerte, la idea de darse por vencido no es algo que se considere. Cuando la voluntad es débil, no se puede dejar de pensar en “cuando va esto a terminar”. Cuando la voluntad es fuerte, todo resulta más fácil de lo que realmente es. Cuando la voluntad es débil hasta la más simple tarea se siente como una balacera adentro de un elevador.

El mundo está lleno de logros maravillosos que parecieran ser imposibles de alcanzar. Pero estos logros sen han hecho realidad gracias a la voluntad de personas que realmente querían alcanzarlos. Estas personas, gracias a su voluntad, encontraron opciones de cómo hacer sus sueños realidad y nunca pensaron en poner excusas.

Si siempre encuentras una excusa de porqué no estás avanzando en ese sueño del que tanto hablas, tal vez no lo deseas tanto como crees. Recuerda, los que de verdad quieren encontrarán opciones, los que no, encontrarán excusas.

Cuando el cuerpo aprende a obedecer

“La carne es débil”. Esto no es cierto. El cuerpo es lo que es. Siempre está buscando comodidad y sentirse bien. Su único interés es encontrar el camino más fácil y no entiende nada sobre las posibles consecuencias de sus acciones. Lo que a veces es débil es la fuerza de voluntad, la mente.

Afortunadamente la mente es parte del cuerpo y, una vez bien entrenada, puede guiar al cuerpo por el “camino del bien”. No es algo fácil de lograr pero sin duda alguna se puede alcanzar.

Desde un punto de vista evolutivo el cuerpo humano está construido para experimentar sensaciones físicas y la mente está diseñada para responder a estas sensaciones. Siento hambre, debo buscar comida. Veo un león y siento miedo, entonces debo escapar. Tengo sueño, hay que dormir. Y todo esto estuvo muy bien por millones de años cuando el ambiente en el cual vivió el ser humano ofrecía un balance natural al cuerpo. Pero hoy en día este ya no es el caso.

Hace 10,000 años caía el sol, salían las estrellas y el mundo estaba en silencio. Era hora de dormir en el piso bajo la luz de la luna y sin excepción alguna el sol hacía su trabajo día tras día y despertaba a todos los seres humanos a la hora correcta para que pudieran empezar a buscar sus alimentos. No existían tales cosas como los desvelos por fiestas o demasiadas series de Netflix. Tampoco existía el famoso “solo 5 minutos más”. El cuerpo simplemente respondía a su entrono natural y todo estaba bien.

Pero el cuerpo humano no ha alcanzado al mundo moderno de hoy y la evolución tecnológica le lleva una ventaja abismal a la evolución biológica. Hoy en día ya nadie tiene que caminar 30 kilómetros para encontrar un panal y luchar contra las abejas para obtener un poco de miel y conseguir la energía necesaria para cazar el siguiente tiempo de comida. Simplemente se camina 2 metros a la cocina y se exprime un lindo oso de plástico y ¡voila! Se tiene miel. Es por esta discrepancia entre el cuerpo y la privilegiada vida moderna de hoy que el cuerpo debe aprender a obedecer. El entorno simplemente no le exige igual que antes.

Es importante recordar que el cuerpo no manda. Nunca ha mandado. Las acciones del ser humano están dictadas por su voluntad y nada más. Lo que sucede es que a veces la voluntad le sede el paso a la comodidad y le hace caso a los berrinches del cuerpo. El problema no es que el cuerpo sea débil. El problema es la falta de fuerza de voluntad. Todo cambia cuando el cuerpo aprende a obedecer.

La importancia de las metas en tu vida: Una guía práctica de 5 pasos para lograr todo lo que quieres


Recientemente estaba analizando los datos de la cantidad de kilómetros que he corrido en los últimos 5 años. Después de detenidamente buscar patrones he llegado a una contundente conclusión: Los 3 meses antes de que se vaya a dar una carrera a la que estoy inscrito son los meses en los que corro más lejos, más rápido y más frecuentemente. Me estaba preguntando por qué no corro de igual manera en los meses que no tengo carreras”. Creo que la respuesta es que tener una meta clara, en este caso una carrera a completar, nos ayuda dar lo mejor que tenemos.

¿Por qué es esto de las metas importante? Porque creo que dar o no dar lo mejor de nosotros mismos es algo que determina el éxito que tenemos en los distintos aspectos de nuestras vidas. Es decir, si no tenemos una meta clara y bien definida que nos motive a empujar los límites de nuestras capacidades, con mucha probabilidad estamos dejando algo que queremos sobre la mesa. Y creanme, esto es algo que no queremos hacer. Como un buen amigo me dijo unos meses atrás: “El infierno es el momento cuando el yo que soy se encuentra al yo que pude haber sido en el lecho de muerte”. Esto realmente no es algo que me llame la atención experimentar. Siempre quiero dar lo mejor de mi.

Así que jalando de mis experiencias con mi familia, emprendiendo, corriendo y practicando deportes a nivel competitivo, les comparto los 5 pasos que me han funcionado a mi para alcanzar varias  metas y obtener un incremento sustancial en mi calidad de vida.

1. Entiende que es una meta y como definirla

Una meta es un objetivo claro y bien definido que tiene una fecha de vencimiento para ser completado de manera satisfactoria.  Una meta bien definida debe ser muy específica y simple ya que mientas  mas clara sea la visión de lo que se quiere lograr, mas fácil es para el cerebro identificarse con el resultado final y trazar el mapa de lo que se debe hacer para lograr cumplir la meta.

No puedes pegarle a un blanco que no puedes ver.

Como primer paso tienes que definir una manera muy simple y clara de saber si has logrado cumplir tu meta o no. No puede existir ambigüedad, dudas o criterios subjetivos en relación a saber si la meta se cumplió o no. No es lo mismo ponerte una meta de “voy a ganar mas dinero este año” a decirte “a partir octubre de este año voy a estar generando $500 mas al mes”. En este caso para saber si lograste tu meta basta preguntar ¿estoy ganando $500 mas al mes en octubre, noviembre, etc.? Si el estado de cuenta del banco responde que si, haz logrado tu meta. De lo contrario, sigue intentándolo!

Una meta sin fecha de entrega no es mas que un deseo.

Es de extrema importancia que puedas definir para cuando quieres lograr tu meta. Las fechas de entrega cambian el comportamiento de los seres humanos. No se si te has dado cuenta pero cuando se acerca una fecha de entrega, el sentido de urgencia sube. Esta fecha de entrega debe ser realista y te debe empujar fuera de tu zona de confort. Para encontrar una fecha realista es importante reconocer en donde están tus habilidades actuales y entender a fondo que se requiere para lograr tu meta. Es imposible saber a priori que es todo lo que se requiere para lograr una meta compleja por lo que realizar ajustes en el camino y aprender lo más rápido posible es clave.

Esta fecha siempre será un estimado y conforme mas conozcas tus habilidades mejores estimados harás. Lo importante es que en todo momento empujes con todo lo que tienes para tratar de lograr la meta que te has fijado.

2. Define metas que sean importantes para ti

Vive tu vida para ti, no la vivas por nadie más

Los seres humanos naturalmente buscamos lograr objetivos y cumplir metas. Siempre lo estamos haciendo. La pregunta clave entonces es: si no estás trabajando en tus propias metas, ¿que metas estas trabajando en tu vida? La respuesta es que en este caso probablemente estés utilizando tu vida y tus talentos para cumplir las metas de alguien más.

Así que bien, es momento de conocerte un poco mejor y hacerte preguntas como las que listo a continuación para encontrar que es lo que realmente es importante para ti y así encontrar la determinación para trabajar en lo que realmente TU quieres lograr con tu vida:

¿Por qué cosas  estaría dispuesto a morir?

¿Que cosas en el mundo me causan dolor cuando las veo a suceder mi alrededor?

¿Cuando veo que cosas en el mundo siento alegría profunda?

¿Como es mi vida ideal?

Cuando nadie mas me está viendo, ¿que realmente es importante para mi? ¿Que cosas valoro independientemente de lo que los demás piensan de mi?

3. Has un compromiso real con tu meta

Para poderte comprometer con cualquier cosa en tu vida, antes es necesario construir una visión contundente de lo que quieres lograr (inciso 2). Una vez que has identificado que es lo que quieres lograr y por qué lograrlo es tan importante para ti,  ya puedes pensar en tomar una decisión de comprometerte con tu meta.

El compromiso es algo muy interesante. Para mi comprometerme con algo es casi como prender un “switch”. Es un todo o nada. Por ejemplo, tres años atrás decidía empezar a seguir una dieta baja en carbohidratos. Durante los primeros 2 meses estuve en medio, por momentos seguía la dieta y otros le entraba al pastel!

Esto siguió así hasta que un día decidí realmente comprometerme con la dieta. En ese instante todo cambió. Fue un momento de decisión y recuerdo claramente  decirme a mi mismo: “Esto es importante. Si lo ves a hacer hazlo bien. Deja de jugar y dale con todo.” Pasé 18 meses sin comer un solo carbohidrato, incluso no comiendo pastel para el cumpleaños de mi hijo. Al día de hoy he bajado 120 libras.

Así que una vez que determines que tu meta es suficientemente importante para ti, el siguiente paso es una promesa contigo: “Esto es importante para mi, por lo tanto haré todo lo que pueda para hacer que suceda”.

4. Cambia tu comportamiento respecto a la meta

Con este nuevo estado de compromiso y determinación es hora de poner las manos a la obra. Como la incansable hormiga que carga la migaja que pesa 10 veces lo que ella pesa hasta su hormiguero, es momento de que tomes acción. Que hagas las cosas que nunca antes has hecho para obtener las recompensas que tampoco nunca antes has disfrutado.

Nuestro comportamiento (todo lo hacemos) determina que metas logramos o no logramos. Hasta el inciso 3 te has enfocado en la parte ideológica e interna de la definición de tu meta. Aún no has trabajado, tan solo has preparado tu estado anímico y tu visión para ahora poder ejecutar. El inciso 4 es donde se ve realmente de que estás hecho. Es donde le enseñas a tu cuerpo quien manda.

Es donde cambias el comportamiento de despertarte a las 8:00am por el comportamiento de despertarte a las 5:00am para salir a hacer ejercicio. Es donde el grito de “azuuuucar” es silenciado con una ensalada o manzana. Es donde las conversaciones difíciles empiezan a darse y las relaciones se pueden empezara reconstruir. Es donde el riesgo de fracasar se ve pequeño comparado con la recompensa de innovar.

Es momento de ejercitar la determinación, de utilizar esa voluntad humana que ha permitido tantas hazañas que han dado lugar a todo lo que hoy tenemos como humanidad. Es la hora de contar cuantas veces te puedes levantar después de que la vida te bota. El objetivo acá es motivarte recordando las preguntas que respondiste en el inciso 2 y no olvidar el compromiso que hiciste en el inciso 3.

Acá todo depende de que tanto estás dispuesto a hacer para lograr tu meta. ¿Cuanto estás dispuesto a dar?

5. Disfruta de tu nueva vida!

Hay algo maravilloso que sucede cuando logras una meta que no habías logrado antes. Necesariamente te has convertido en otra persona. Por ejemplo: si nunca has corrido 5 Kms en tu vida, el día que los logras correr te conviertes en el tipo de persona que:

  1. Tiene suficiente condición física para poder correr 5 Kms
  2. Se puede proponer algo y trabajar duro hasta lograrlo
  3. Cumple las promesas que se hace a si misma

Ser este tipo de persona es realmente transformativo. Te da una sensación de logro y satisfacción muy electrizante. Adicionalmente experimentas ver las cosas de otra manera. Repentinamente empiezas a ver que otras cosas son posibles. Que puedes hacer mas. Que otras metas que antes te parecían imposibles ahora están a tu alcance. Ahora el mundo parece ser tuyo. ¿Y sabes que? Lo es!

Disfruta tu nueva vida como una persona que se propone constantemente metas cada vez mas ambiciosas y por medio de trabajo duro las va logrando una a la vez. Ahora puede tener la vida con que tanto has soñado.

La mejor manera de afrontar un momento difícil

Creo que todos hemos pasado por un “momento difícil”. Al menos puedo garantizar que yo lo he hecho. Y también he escuchado a muchas otras personas decir que han o están actualmente pasando por uno. Lo que he estado pensando es que, pr lo menos yo, nunca me he definido que es un momento difícil.

Es extraño por qué lo que para mi puede ser difícil, puede ser pan comido para alguien mas. De igual manera, he escuchado a personas comentarme que están pasando por un momento difícil y al analizar la situación a mi no me parece gran cosa.

Esto me lleva a considerar que los momentos difíciles tienen que ver mas con nosotros mismos y nuestras expectativas de como debiera ser la situación que con la situación como tal. La manera de verlo va a lago así:

Algo está sucediendo. Puede o no que en su naturaleza sea destructivo o no. Puede que sea difícil resolverlo o no. Pero el juicio de como nos sentimos al respecto y de como lo queremos afrontar está totalmente bajo nuestro control.

Como dijo Victor Frankl: ” Entre estímulo y respuesta hay un espacio. En ese espacio, siempre podemos decidir”.

Esta realización, que suena simple pero es lo más poderoso que tiene el ser humano hace toda la diferencia en como afrontamos los momentos “difíciles”

Como ser mas persistentes y el poder de saber decir NO

En el momento en que lo que estás haciendo realmente te importa, en ese momento que desde muy adentro quieres cumplir con lo que te has dicho que vas a hacer, en ese momento en que quieres hacer compromisos inquebrantables, es en ese momento que decir que no se vuelve una buena opción.

Para poder cumplir con esas pocas iniciativas, ideas y proyectos que realmente son importantes debes dejar de hacer muchas otras cosas. Debes ser claro y directo al respecto. No, no te puedo vender a ese precio, no, ahorita no te puedo ayudar, no, no puedo hacer ese trabajo ahorita, no, no puedo ir a tu fiesta. La respuesta a todo esto es no si realmente quieres hacer con persistencia todo aquello que haces que mas valor genera en el mundo.

El decir que no a las cosas que están fuera de tu centro de enfoque no es malo, tan solo te libera recursos para poder cumplir con las cosas mas importantes en tu vida. No es el fundamento del si.

Crédito al post original de Seth Godin: No is Essential.

El momento del quiebre

Todos nos quebramos en algún punto. Tanto emocional como físicamente. Ese momento, ese breve instante en que nos quebramos es muy interesante. Particularmente por qué aunque no nos demos cuenta, somos nosotros los que le damos vida y lo tramos a discreción a la realidad.

“La mayoría de las personas no corren lo suficientemente lejos para descubrir que tienen un segundo aire”

William James

Justo en el momento que sentimos o pensamos  que el cuerpo o la mente ya no dan pasa algo maravilloso. Nuestra voluntad tiene es presentada con la opción de elegir seguir adelante o tenderse ante la incomodidad. Hoy yo cedí en ese momento crucial sabiendo que podía seguir. No corrí lo suficientemente lejos para encontrar mi segundo aire.

Exactamente de donde viene la voluntad no puedo estar seguro. Pero si se que en mi el nivel de voluntad y compromiso varían significativamente de acuerdo a lo que pienso y siento. Estoy en un punto donde ya lo puedo ver de una manera muy clara. Que tan lejos empuje mis momentos de quiebre depende de tan solo una cosa, de mi fortaleza interna. Ahora me queda por delante la siguiente etapa a alcanzar: elegir empujar un poco mas lejos mis momentos de quiebre mejorando mi relación con la incomodidad.

Si te gusta tu vida, serás mas productivo

Durante el desarrollo de nuestras vidas todos tenemos altos y bajos. Hay momentos en que somos mas productivos, momentos en los que simplemente pareciera que estamos respirando y nada mas. Hay días en los cuales todo parece muy fácil y días en los cuales hasta salir de la cama parece una tarea titánica.

Recientemente he estado pasando períodos muy largos y constantes de sentirme muy productivo con muchas ganas de hacer de todo. Le he estado dando vueltas a por qué se debe y he formulado una teoría. Creo que es por qué actualmente estoy disfrutando mucho de mi vida, mi familia, mis amigos y mi trabajo y quiero que esto no solo siga sino que cada vez se ponga mejor.

Creo profundamente en que cuando estás en un punto en tu vida en el cual te maravillas por el mundo, en el cual realmente experimentas las maravillas de tu entorno y a las personas a tu alrededor se vuelve inevitable querer mas de eso, y tener mas de eso va directamente ligado a ser productivo y crear mas cosas maravillosas en el mundo.

Los 3 motivadores principales de un equipo

Dan Pink ha encontrado 3 motivadores principales que mueven a los equipos de alto rendimiento en la empresa de hoy:

  1. Autonomía
  2. Maestría
  3. Propósito

La autonomía es el intenso deseo de dirigirte a ti mismo y no hay cantidad de dinero, beneficios o prestaciones en el mundo que puedan sustituir esta necesidad básica del ser humano. Es vital permitir que el equipo experimente la intensa satisfacción personal de poder resolver un reto por medio de la toma de decisiones personales.

Por maestría se refiere a la capacidad de poder lograr una tarea con excelencia. La maestría tan solo se puede lograr cuando se le permite a una persona trabajar en una tarea de manera autónoma durante un período de tiempo prolongado. Durante el proceso es importante proveer una cantidad abundante de retroalimentación para asegurar la mejora en rendimiento.

Finalmente tenemos el propósito. Todas las personas quieren ser parte de algo mas grandes que ellos mismos. Hay mucha investigación que apunta a que este es el camino a la verdadera felicidad y la realización interna. Para ayudar al equipo a lograr satisfacer esta necesidad humana lo que se debe hacer es gentilmente guiarlos a internalizar y cumplir la misión de la empresa – crear productos de clase mundial, cambiar el mundo o ayudar a otras personas / organizaciones maximizar su potencial.

Para aquellos de ustedes que estén interesados en profundizar en este tema les recomiendo leer el libro Drive de Dan Pink:

 

Darte por vencido como decisión estratégica y no como decisión moral

Vivimos en una sociedad en la cual comenzar algo es celebrado. Hay un compromiso para un casamiento y empiezan las fiestas. Anuncias que vas a ser doctor y entras a pre-medicina y seguro habrá festejos. Vas al gimnasio a inscribirte y ya te sientes mas saludable aunque solo hallas firmado un cheque! Darse por vencido es algo natural y no algo que es necesariamente malo. ¿Cuantas cosas que hicimos de niños no hemos dejado atrás? Ya no hacemos ballet, ya no entrenamos para ser bomberos o ya no nos preparamos para ser astronautas.

La realidad es que la mitad de los matrimonios terminan en divorcios, la neurocirugía es tan cara ya que hay tan pocas personas que terminen la carrera de medicina y el entrenamiento necesario para ser cirujanos y los gimnasios la primer semana de febrero ya están vacíos! El poder perseverar y terminar lo que se empieza es algo que está muy escaso en el mundo de hoy.

Nuestro entorno evalúa el rendirse o darse por vencido como una decisión moral. Darte por vencido te hace menos como persona, un profesional menos deseable y de alguna manera te convierte en alguien que “no va a llegar lejos”. Este paradigma no permite tomar las decisiones adecuadas sobre cuando perseverar y cuando darte por vencido. Es importante pensar en darse por vencido como una decisión estratégica.

Darse por vencido como decisión estrategia funciona así:

Imagina que puedes a andar por el mundo con una tarjeta que puedes sacar en cualquier momento y obtener el permiso de darte por vencido cuando quieras. La puedes usar para dejar cualquier cosa que ya no quieras hacer. El intercambio es que cuando decidas que vas a terminar algo, ya no puedes darte por vencido hasta que termines lo que te propones. En resumen, una vez identificas algo que quieres, no puedes parar hasta terminarlo. A cambio, siempre y cuando no hayas decidido que lo que estás haciendo es tan valioso para ti como para terminarlo, lo puedes dejar en cualquier momento que quieras para alocarle mas recurso a lo que si quieres terminar.

Seth Godin ha escrito un excelente  libro al respecto, The Dip: A Little Book That Teaches You When to Quit (and When to Stick) , que trata este tema a fondo. Las ideas acá presentadas fueron tomadas de ese libro.

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