Otra manera de definir lo que es el presupuesto corporativo

Los presupuestos de empresa han existido por siempre. Estoy seguro de que hay mil y una definiciones de lo que es un presupuesto corporativo y que la gran mayoría de gerentes y emprendedores los entienden como el estimado de sus resultados financieros para el año que viene.

Hoy estuve haciendo algo de investigación al respecto y pensé mucho en el tema. Sintetizando un poco todo lo que encontré en Internet y lo que estuve pensando llegué a una muy interesante manera de conceptualizar lo que es un presupuesto corporativo:

“Para lograr sus metas una empresa debe poder expresar su estrategia de una manera medible y cuantificable, esto es lo que hace el presupuesto corporativo.”

Deben recordar que mi “background” es en ingeniería en sistemas y no finanzas así que puede ser que esté proponiendo disparates por acá pero creo que esta es una manera muy sensata de verlo.

El presupuesto es el resultado de lo que la gerencia considera que se puede lograr en base a una estrategia definida. He ahí de donde salen las metas de la empresa. En otras palabras, el presupuesto es la expresión medible y cuantificable de lo que gerencia cree que una estrategia puede llegar a lograr.

El secreto para proyectar, estimar y decidir mejor

Cuando una persona está liderando una empresa la cantidad de proyecciones, estimaciones y decisiones que debe tomar no es pequeña. La precisión con que realice estas actividades determina, en gran parte, el futuro de la empresa. Es una gran responsabilidad.

Por definición estas tres actividades lidian con el futuro. Mejor bien dicho, lidian con lo que la persona pronosticando cree que va a pasar en el futuro. Mientras más grande y compleja es la empresa la cantidad de variables que afectan su futuro es más grande y la incertidumbre es cada vez mayor.

Esta no es una tarea fácil. El volumen de información que hay que analizar y la gran cantidad de opciones que están disponibles en cualquier momento dado es abrumadora. Pero todo esto se puede manejar. El verdadero reto no está acá.

El gran problema cuando un director o gerente está proyectando, estimando o decidiendo es la disonancia cognitiva que se da entre lo que quiere que suceda y lo que la data que tiene a su disposición le está diciendo. Todo proceso de planeación a futuro se construye sobre la visión deseada del futuro de la persona que está planeando. Si no se tiene cuidado esta disonancia distorsionará todo el proceso y por ende las proyecciones, estimaciones y decisiones que se tomen estarán sesgadas hacia lo que se quiere que ocurra. Mucha de la información relevante que está a plena vista será vilmente ignorada.

Así que la próxima vez que estén haciendo un presupuesto, proyectando ventas o tomando decisiones estratégicas pregúntense: Esto que estoy proponiendo, ¿es lo que la data y la evidencia sugieren que puede pasar o es lo que yo quisiera que pasara en base a lo que quiero?