Y ahora, ¿Qué vas a hacer?

Las cosas no salieron como querías. Te quedaste corto y el objetivo final por el qué tanto trabajaste no se cumplió. Bien, pues ya hoy eres un poco más fuerte, más sabio. No alcanzar la meta después de tanto correr puede ser un gran aprendizaje —si así lo quieres de verdad.
Las cosas son como son y el pasado no se puede cambiar. Recuerda, ver hacia atrás tan solo sirve para aprender de los errores que no quieres volver a cometer.
Nuestra participación en el ciclo de la vida

La vida es una constante sucesión de ciclos. También se puede decir que la vida en sí es un ciclo. Todo los ciclos empiezan y todos los ciclos terminan. Nada es permanente y todo tiene que nacer al igual que todo tiene que morir. Es la naturaleza de todas las cosas.
Muchas veces no empeñamos en luchar en contra de el flujo natural de las cosas y nos reusamos a colaborar con los ciclos que naturalmente se están desarrollando a nuestro alrededor. Nos hacemos los de la vista gorda y oídos sordos. Simplemente ignoramos lo que ocurre a nuestro alrededor y lo único que nos importa es que el mundo cumpla con cada uno de nuestros deseos….
Mientras haya tiempo

Mientras haya tiempo hay que usarlo bien. El único tiempo que realmente perdemos es el que se escapa de nuestras manos cuando ya no podemos dar marcha atrás. Mientras tanto, el tiempo que aún tenemos por vivir tan solo lo podemos perder si así lo decidimos hacer.
Siempre habrá algo mejor

Es indudable. No importa qué sea lo que estemos evaluando, siempre habrá algo mejor. Ya sea que estemos evaluando nuestro rendimiento, la calidad de nuestro carro, la modernidad de nuestra computadora o nuestros resultados, la realidad es que si nos comparamos contra el futuro, siempre habrá algo mejor.
Claramente esta no es un receta efectiva para encontrar felicidad. Después de todo, si constantemente estamos evaluando todo contra “lo que pudiera ser” nunca estaremos satisfechos. Siempre habrá algo que haga falta. Esta no es una manera sana de vivir.
¿Cómo sería vivir sin aquello de lo que te quejas?

Hay tantas cosas de las que nos quejamos. Personas, situaciones, eventos, resultados. En un buen día casi que nos podríamos quejar de todas estas cosas.
En esos momentos de frustración, negatividad y francamente, de berrinche, estamos dispuestos a hacer casi cualquier cosa para eliminar aquello de lo que tanto nos estamos quejando.
Detesto a mi jefe. Ya no aguanto a mi esposa. Mi trabajo es una porquería. Me vuelven loco mis hijos. Mi carro es una basura. Ya saben cómo es.
Pues hoy los quiero invitar a reflexionar brevemente en lo siguiente…
Existe un lugar, yo lo he visto

Hay un lugar en donde el sufrimiento no existe. Hay un lugar en donde todo está bien y en donde el sufrimiento no puede entrar. En este lugar el cielo siempre es azul, las tormentas no existen y la paz se respira desde que se nace hasta el último suspiro que llega antes de morir.
He visto este lugar. Es un lugar real y no es un sueño utópico que creemos que tan solo puede existir en las palabras de esa novela perfecta escrita por un escritor con una gran imaginación. Créanme, este lugar existe y está mucho más cerca de lo que nos han enseñado a creer.
La primera es la que cuesta

Hoy pasé una buena parte del día tratando de actualizar la versión de Mattermost que utilizamos en la oficina. Para ser más preciso, estuve trabajando en actualizar la versión de Mattermost que corre en nuestros servidores.
En mi rol como CEO de la empresa esta no es una actividad que usualmente haga. De hecho, ya habían pasado más de 5 años en que yo no entraba a un servidor per al ser hoy feriado y yo siendo una persona a la que le gusta todo lo que tiene que ver con servidores me di a la tarea.
No querer pagar el precio

Todos tenemos muchas cosas que queremos. Muy pocos estamos dispuestos a pagar el precio que esas cosas cuestan. Esto causa una situación de descontento pues cuando pensamos así creemos que el mundo es injusto y que nos está privando de lo que queremos cuando en realidad lo que está pasando es que somos nosotros mismos los que estamos escogiendo no poner el esfuerzo necesario para aprovechar las oportunidades que el mundo no está dando todos los días.
Una mejor pregunta

¿Qué me va a pasar? es una pregunta que está llena de miedo. Asume que no tenemos injerencia sobre lo qué va a pasar y que de alguna manera somos víctimas de lo que está ocurriendo. Niega la ley de causa-efecto y crea mucho temor.
¿Qué puedo hacer? es una mejor pregunta porque está llena de posibilidades. Nos pone en el centro de la acción y nos fuerza a buscar una solución.
Construir nuevas habilidades

El tiempo pasa y nuestros roles cambian. Lo que hoy nos toca hacer definitivamente no es igual a lo que nos tocaba hacer hace tan solo unos cuantos años. Claro está que esto aplica a cada una de las diferentes áreas de nuestras vidas: familia, personal, profesional, hobbies, etc.
Definitivamente que lo que nos trajo hasta acá no nos va a llevar para allá. Lo que en épocas pasadas nos funcionó ya no nos funcionará ahora. El mundo esta en constante crecimiento y si hemos hecho bien las cosas lo que ahora nos toca hacer es más complejo que lo que anteriormente hacíamos. Es así como nos damos cuenta que estamos avanzando —con cada paso que damos se nos exige un poco más.