El poder de una racha

El miedo a perder algo es usualmente más fuerte que el deseo de ganar. Hoy llevo 45 minutos tratando de decidir sobre qué escribir. Nada de nada. Estoy cansado y con ganas de cerrar la computadora. Hoy no quiero escribir. Pero también tengo miedo.

Tengo miedo a perder la racha que he venido construyendo durante los últimos 29 días. No escribir significa que para volver llegar a donde estoy hoy tendré que trabajar un mes más. No se siente bien.

Hay algo especial en hacer algo todos los días y ver una racha crecer un día a la vez. Se va construyendo un tipo de inercia y un compromiso que no se quiere romper. Se desarrolla un respeto hacia lo que se ha logrado construir. No se quiere perder.

Hay ocasiones en que no se busca darlo todo e ir ganar. Hay ocasiones cuando lo único que se quiere es no perder. Hoy es uno de esos días para mí. Pero no querer perder también se vale. Al final del día no importa por qué se hace algo. Lo importante es hacerlo.

Y después de hacerlo una sensación de logro y bienestar sin duda llegará. Por qué lo hiciste y cumpliste con lo que dijiste que ibas a hacer. Aunque no querías. Aunque lo hiciste por miedo a perder algo.

Este es el poder de las rachas. Te ayudan a no caer en los días difíciles. No te dejan darte por vencido cuando quieres parar. Hacen que detenerte no sea una opción y que continuar sea el camino más fácil.

Este proceso repetido una y otra vez desarrolla fuerza de voluntad y ayuda a construir habilidades y destrezas que requieren constancia, practica y dedicación. Los beneficios son grandes a nivel práctico y personal.

Así que la racha sigue viva y espero que mañana sea un poco más fácil escribir. Por hoy puedo decir misión cumplida. Ya son 29.

Hoy descubrí que tengo un muy mal hábito que debo romper

Hace dos semanas que se pidió que se use mascarilla para salir decidí -sin nunca haber corrido con mascarilla- que NO iba a correr hasta que esto cambiara por qué “es imposible correr con mascarilla”. Entré en un estado de negación tremendo, un tipo de berrinche que ni siquiera me di cuenta que estaba haciendo hasta hoy.

Hoy por la mañana, por pura desesperación, salí a correr. “Esto no está tan mal”, me escuché decir, “que bien que salí hoy”. Y fue en ese momento durante el tercer kilómetro de mi ruta que me di cuenta que tengo un muy mal hábito que debo romper. No podía entender cómo era posible que estaba disfrutando correr con mascarilla.

Ahora les cuento otra historia muy parecida para terminar de ilustrar el punto. Hace 3 semanas se acabaron los suplementos que toma mi hijo. Los compro normalmente en Amazon. “Bueno, el courier no está funcionando, voy a ver si los consigo acá en Guatemala”, me dije, “y si no los pido cuando termine la cuarentena”. Otro estado de negación, otro berrinche.

Hace una semana, por alguna razón que no puedo identificar, llamé al courier para preguntar si estaban trabajando. “Por supuesto que si señor”, escuché del otro lado de la línea, “tenemos uno o dos días de retraso pero si estamos operando”. Vaya sorpresa la que me llevé! Los suplementos vinieron ayer.

Y así he estado identificando muchas otras situaciones en donde reacciono de la misma manera: asumo que algo es de cierta manera que no me va a permitir lograr lo que quiero sin ni siquiera tomarme la molestia de validar si es cierto o no.

¿Cual es el mal hábito que tengo que debo romper? A veces darme por vencido antes de tiempo sin por lo menos evaluar si la batalla se puede ganar.

Moraleja de la historia, no te des por vencido antes de tiempo. Primero entiende ante que estás luchando y nunca asumas que algo no se puede hacer, especialmente cuando ya has logrado tantas cosas imposibles en tu vida.

El permiso necesario para cambiar

Cuando una persona quiere trabajar con alguien más para modificar algún comportamiento, lo primero que debe hacer es obtener permiso para hacerlo.

Obtener este permiso es muy importante por qué las personas confundimos lo que hacemos con lo que somos. Si estamos tratando de cambiar el comportamiento de alguien sin obtener su consentimiento probablemente obtendremos una reacción defensiva.

Es natural. Que alguien más nos pida que cambiemos la manera en que hacemos algo muy fácilmente puede ser interpretado como un ataque personal. Al fin y al cabo, si creo que soy lo que hago y me piden que cambie lo que estoy haciendo, de alguna manera me están pidiendo que cambie quien soy. Buena suerte!

Pedir permiso es simbólico. Lo que realmente queremos con pedir permiso es lograr que la otra persona este abierta al cambio. Que esté en el mismo plano que nosotros y sienta que estamos de su lado. El permiso es un convenio entre ambos que dice: “vamos a trabajar juntos para ayudarte a mejorar.”

Este consentimiento es extremadamente poderoso y da muy buenos resultados. Especialmente cuando la persona con que estamos trabajando somos nosotros mismos.

Ve adelante y date hoy mismo ese permiso que tanto estás buscando para cambiar.

Para que ver hacía atrás y para que ver hacia adelante

Durante esta época en la que todos tenemos más tiempo, es natural que estemos pensando más. Es esperado que nuestra mente esté constantemente viendo hacía atrás o hacia adelante. Es muy difícil estar en el ahora.

Que decide hacer una persona con sus pensamientos que van al pasado define de gran manera la calidad del futuro que puede construir para si misma. Veamos algunas opciones que encontramos en el pasado:

  • Lamentarnos de algo que ocurrió (que por el hecho de estar en el pasado ya no se puede cambiar) ⬇
  • Cargar con la culpa o estar culpando a alguien más por lo que sucedió. ⬇
  • Desear que lo que ocurrió nunca hubiera pasado. ⬇
  • Querer que las cosas que sucedieron no hubieran creado la situación actual. ⬇
  • Entendimiento y aprendizaje. Estas son las dos únicas razones productivas para pasar tiempo en el pasado: Aprender de lo que ocurrió y entender los detalles de la situación para poder corregirla lo más que podamos y evitar que algo parecido vuelva a suceder. ⬆

Ahora el otro lado de la moneda, los pensamientos que se van hacía el adelante. Que decide un persona hacer con estos pensamientos determina el grado de preparación y capacidad de reacción que tendrá ante los eventos que están por venir. Algunas de la opciones acá son:

  • Imaginar el peor escenario posible, generar miedo. ⬇
  • Sentirse abrumado(a) por la incertidumbre de todo lo que puede pasar. ⬇
  • Enfocarse en elementos que están fuera de su control. ⬇
  • Datre por vencido(a) prematuramente al imaginar resultados negativos posibles. ⬇
  • Buscar y encontrar oportunidades escondidas para poder tomar ventaja de ellas antes que los demás y así lograr los objetivos deseados. ⬆

Creo que en ambos casos está claro, muy claro, para qué ver hacía atrás (buscar entendimiento y aprendizaje) y para que ver hacia adelante (encontrar oportunidades). Todo lo demás es pura perdida de tiempo.

El arte y las emociones

Confieso que todavía no soy una persona que experimente sus emociones profundamente. Pero tampoco esto tan lejos cómo antes. Vamos poco a poco.

Hoy por la tarde vi el final de la película Mi Amigo el Dragón. Me sentí bastante conmovido, inspirado y motivado. Si fue una experiencia fuerte de emociones. Me gustó.

El arte, ya sea cine, música, pintura, poesía, etc. tienen ese mágico poder de despertar ese mundo secreto que podemos experimentar los humanos a través de sentir nuestras emociones.

Y la relación entre el arte y las emociones es recíproco. Cuando experimentamos emociones profundas naturalmente buscamos una manera creativa de expresarlas y esto usualmente culmina en un proceso creativo artístico.

Es cierto, no todas las emociones que experimentamos son positivas. Tampoco todo el arte que existe inspira. Esto realmente no importa. Lo que importa es que estemos abiertos a sentir plenamente nuestras emociones en el momento que lleguen y que tengamos las vulnerabilidad necesaria para expresar eso que sentimos.

Solo asó podemos regalarle al mundo un poco de ese arte que todos llevamos dentro.

El arte de empezar de nuevo

No importa cual sea la situación. Puede ser un corte de electricidad que cause que pierdas todos los avances que no habías guardado por horas en tu videojuego favorito, puede ser ese disco duro que muere completamente justo en el momento que estabas terminando la tesis de la universidad o puede ser la salida inesperada de un trabajo. Lo que sea.

Cuando algo así te suceda básicamente tendrás 2 opciones frente a ti: detenerte ante el obstáculo (pared de ladrillo) que tienes enfrente o utilizar ese obstáculo (pared de ladrillo) para catapultarte a un mejor lugar.

Opción 1, ser detenido por el obstáculo.

Esto prácticamente quiere decir ver el obstáculo cómo un problema sin solución. Y una vez que ves una situación cómo un problema sin solución, prácticamente le has dado el poder a tu problema de ser invencible. Fin del juego. Nunca volverás a empezar de nuevo.

Opción 2, utilizar el obstáculo como catapulta.

¿Pero que pasa si ves el problema cómo una oportunidad? Y no solo lo ves cómo una oportunidad sino que como un regalo sin el cual nunca podrías hacer tu mejor trabajo, un regalo sin el cual nunca te podrías convertir en tu mejor versión.

Debes recordar que sin importar cual sea el problema, claro, exceptuando la muerte, siempre tienes la oportunidad de aprender algo de él. De ver algo que no habías visto antes. De entender cómo funciona algo que antes no entendías. De empezar de nuevo con mente fresca y un corazón lleno de ilusión. Tan solo debes buscar.

Empezar de nuevo siempre es una opción. Siempre. Y es una opción que te garantiza el éxito. Por qué lo peor que puedes pasar al empezar de nuevo es que vuelvas a fallar. Y si vuelves a fallar recuerda que también puedes volver a empezar de nuevo sabiendo un poco más, siendo un poco más fuerte y con más experiencia que la vez anterior.

Cuando tengas una pared de ladrillos enfrente que no te deje pasar, recuerda para que están esas paredes ahí (los obstáculos): Tan solo están ahí para separar a las personas que medio quieren alcanzar sus objetivos de aquellas que realmente los quieren alcanzar y están dispuestos a derrumbar esas paredes para lograrlos.

Este es el arte de empezar de nuevo.

Imaginemos juntos….

Sé que estamos viviendo tiempos difíciles. Pero en ningún lugar está escrito que no poder salir y estar afrontando una pandemia global prohíbe imaginar la mejor versión del mundo que quisiéramos tener cuando todo esto termine.

Nada nos prohíbe imaginarnos un mundo mucho más verde y limpio por qué hemos optimizado nuestra forma de transportarnos, hacemos más actividades en línea y adecuamos nuestros horarios laborales y escolares. Todo esto gracias a lo que estamos aprendiendo en estas recientes semanas sobre el teletrabajo.

Por qué no imaginar un mundo donde la prosperidad, el avance tecnológico y la productividad van todavía 10 veces más rápido que hoy gracias a que ahora todos nos estamos viendo “motivados” a colaborar a distancia, no guste o no.

Que bonito imaginar un mundo donde todos somos mucho más solidarios y empáticos con el prójimo por qué gracias a esta pandemia estamos aprendiendo que hay cosas (la gran mayoría de ellas) que no podemos controlar y que todos estamos en el mismo barco. Hay situaciones que nos afectan a todos y necesitamos de algo más grande que nosotros para poderlas superar. Estamos aprendiendo el valor de la interdependencia.

No puedo dejar de imaginarme viviendo en un mundo agradecido por el simple hecho de existir. Un mundo en donde todos volvemos a estar maravillados por la vida, por los problemas, por sus soluciones, por la naturaleza y por la humanidad. Un mundo en donde vemos la majestuosidad de toda la eternidad en cada persona con que nos topamos cada día.

Hoy imagino ese mundo de sueños en donde todos comprendemos que nuestro tiempo acá es tan limitando que la única verdadera opción que tenemos es día a día construir la mejor vida que nos podamos imaginar a partir de hoy.

¿Que te estás imaginando tú?

Todo requiere tiempo

Ya sea que nos sentemos a contemplar maravillados la formación del universo o que estemos evaluando cualquier cosa relevante que hallamos logrado en nuestras vidas, se vuelve evidente que estas cosas llevan tiempo.

Lo mismo sucede con eventos de menor magnitud: la llegada del fin de semana, ver una serie, completar un reporte, escribir este post, etc. Si tenemos la claridad de verlo así, TODO lleva tiempo. Nada en este universo ocurre sin el paso del tiempo.

Y sin embargo morimos de ansiedad queriendo que todo pase ahora. Nos desvivimos por aquel problema al que no le vemos solución o fin y lo único en que podemos pensar es en que queremos que termine AHORA! Estamos en el trabajo y queremos estar en la casa. Estamos en la casa y queremos estar en el trabajo. Y así en todo momento.

Pareciese que tenemos la infinita capacidad de olvidar nuestras experiencias que nos dicen una y otra vez que todo va a pasar (tanto lo bueno cómo lo malo). Esta manera de ver el mundo tiene 2 efectos muy grandes en nuestras vidas:

  1. No nos permitimos disfrutar y vivir el momento al máximo. Esto nos lleva a vivir vidas superficiales y llenas de ansiedad.
  2. No nos damos el tiempo necesario de meditar y reflexionar sobre lo que realmente está sucediendo, previniéndonos así de encontrar las mejores opciones que realmente puedan tener un impacto positivo en nuestra calidad de vida.

Así que hoy recordemos que tenemos tiempo. Si tan solo aprendemos a disfrutar del momento y contemplar de cerca lo que estamos viviendo ahora podremos vivir un ahora mucho más rico y tener un mañana mucho más próspero. No corras.

3 preguntas mágicas para mejorar cualquier situación

El mundo en el que vivimos es my complejo. No resulta difícil pensar en qué todas las personas del mundo en algún momento u otro afrontan situaciones difíciles. Es muy probable que la mayoría de estas situaciones difíciles involucren otras personas, así que poder tener conversaciones profundas puede resultar muy útil.

Jerry Collona (@jerrycolonna) es un coach ejecutivo y de liderazgo quien fundó reboot.io, la empresa con que ofrece estos servicios al mundo. Jerry propone hacerse las siguientes 3 preguntas al momento de estar en una situación difícil con otra persona.

  1. ¿Qué no estoy diciendo que debe ser dicho? Esta pregunta inicial nos lleva a reflexionar sobre cuál es el miedo que está evitando solucionar la situación. Al poder identificar aquello que sabemos que debemos decir pero no lo estamos haciendo, inmediatamente ya estamos en una mucho mejor posición de poder resolver el problema.
  2. ¿Qué se está diciendo que no estoy escuchando? Para mí, esta pregunta no se debe tomar literal. Creo que se refiere a que está pasando en el mundo o que me están tratando de comunicar que no estoy pudiendo ver. Es cuestionarnos que no estamos viendo / escuchando. Nos invita a prestar más atención y “leer entre líneas” para realmente comprender que es lo que está sucediendo y cual es la causa de raíz del problema que aún no hemos podido identificar.
  3. ¿Qué estoy diciendo que no está siendo escuchado? Similar pero muy diferente a la pregunta anterior. El propósito de esta pregunta es cuestionarnos como estamos transmitiendo información importante y llamarnos a evaluar si la otra personas está recibiendo el mensaje correcto. Nos lleva a evaluar cómo estamos diciendo las cosas y evaluar si las podemos ordenar un poco mejor con el fin de que se entienda todo tal y como pretendemos que se entiendan. Tan complejo que se vuelve el mundo cuando no nos damos a entender o se entiende algo diferente a lo que queríamos!

Jerry hizo una gran entrevista con Tim Ferriss en su podcast. Si les interesa el coaching y aprender más tips similares a estas preguntas pueden escuchar la entrevista completa siguiendo este link: Jerry Colonna — The Coach With the Spider Tattoo (#373)

Decisiones difíciles, vida fácil. Decisiones fáciles, vida difícil


Este quote de Jerzy Gregorek (@TheHappyBody) ha cambiado mi vida para siempre.  Nunca me imagine que 8 palabras pudieran llegar tan profundo. Esta pequeña pero poderosa frase me ha  impactado de las siguientes maneras:

Primero

He reflexionado bastante sobre lo poderosas que son todas mis decisiones y como cada una de ellas ha determinado como es mi vida al día de hoy. Es impresionante poder ver de una manera tan calara como la vida y las circunstancias que hoy tengo se deben a las decisiones que he tomado en el pasado. Para mi esta realización ha sido a la vez muy poderosa y tremendamente intimidante. Solo yo soy el que está a cargo aquí. Solo yo manejo mi vida.

Es importante agregar que en los momentos de mi vida que ya sea por miedo, comodidad o simplemente dejadez, he dejado de hacer algo que en el fondo sabía que debía de hacer también decidí no hacer nada. No decidir también es una elección. Creo que muchas veces que “mejor no hacemos nada” lo que en realidad estamos haciendo es tomando una decisión fácil. En mi experiencia, estás decisiones muchas veces han sido seguidas momentos muy díficiles.

Segundo

Las cosas que realmente valen la pena en la vida requieren de mucho esfuerzo y valentía. Viendo a mi alrededor veo que tener una buena calidad de vida es importante para casi todas las personas con que me topo. No recuerdo haber hablado con un persona que me diga “realmente no quiero una vida mejor, me gustaría ir para atrás”. Lo que si he visto, y lo he visto muchas veces en mi mismo, es una actitud de complacencia la cual se caracteriza por preferir no hacer la “cosa difícil”  y decidir por ende NO  obtener la recompensa. Muchas veces esto es lo que le sucede a los sueños mas grandes que tenemos para nuestra vidas. Simplemente elegimos no seguirlos.

Es muy importante que podamos dejar ir esta falsa idea de que las grandes cosas, las vidas grandiosas, un país como aquel con el que todos soñamos se pueden obtener sin tomar las decisiones difíciles. No podemos llegar a tener todas estas cosas sin esfuerzo y trabajo. Para bien o para mal el mundo no funciona así.

Conclusión y algunos ejemplos

Que obtenemos de la vida, el grado de las adversidades que podemos llegar a nosotros mismos crear y que tan lejos vamos a llegar depende mucho de que tan valientes seamos en perseguir las cosas que nos importan. Con que tanta voracidad afrontemos los problemas que surgen y que tan directos y determinados seamos para resolver. Si hacemos estas cosas difíciles, sin duda alguna tendremos una vidas mas fácil.

Lo opuesto también es cierto. Mientras mas evitemos los problemas e incomodidades que sin duda aparecerán en nuestras vidas, estas mas se acumularán. Será una bola de nieve que terminará en  una vida extremadamente difícil.

Algunos ejemplos:

  1. Suena el despertador para ir a hacer ejercicio. Decisión fácil: quedarte durmiendo –> Vida difícil: enfermedad, mala salud, baja energía.
  2. Te llama un cliente molesto por un error que cometiste. Decisión difícil: aceptar tu error y hacer un compromiso real para mejorar –> Vida fácil: se reconstruye la relación y cada vez haces un mejor trabajo.
  3. Sabes que es importante corregir a tu pareja para ayudarle a corregir un error que está cometiendo. Decisión difícil: tener una plática sincera que en el momento puede doler –> Vida fácil: la relación se estrecha, ayudas a una persona que quieres a crecer y la comunicación abierta fundamenta mayor confianza. Le ayudas a corregir su error.

Realmente me gustaría mucho llenar este post con cientos de miles de ejemplos que ilustren este concepto. Si tienen algunas ideas les agradeceré mucho dejar sus ejemplos en los comentarios para poder it agregándolos al post. Creo que sin duda recopilarlos puede ser de gran uso para toda persona que lea hasta acá.

Finalmente le comparto el link al Podcast de Tim Ferriss en donde pueden escuchar una excelente entrevista con Jerzy.