No seas burro, hay tiempo

Y cuenta una antigua fábula la historia de un burro que pasa varios días perdido. Muy asustado finalmente llega muriendo de hambre y sed a una granja ubicada en en una preciosa pradera, al lado de una colina.

Por alguna extraña razón o, una gran casualidad del universo, no había nadie en la granja. Estaba atardeciendo y probablemente la familia que vivía en la granja aún estaba terminando de trabajar el campo. Había un profundo silencio y una tranquilidad que calmo a nuestro amigo el burro. Justo al lado del granero, gracias a los últimos rayos del sol, el burro logró ver una montaña de heno justo al lado de una pileta de agua. “No moriré”, se dijo el burro lleno de felicidad. “Hay agua y comida para poderme reponer”.

Con mucha cautela, el burro camino por toda la orilla del granero hasta llegar a donde estaba la comida y la bebida. Se posicionó justo en medio del heno y de la pileta de agua fresca. Su emoción era incontenible. Había ansiedad en cada parte de su cuerpo y no podía dejar de temblar. Miraba el heno a su izquierda y el agua a su derecha. “No los puedo alcanzar, están muy lejos”, se decía el burro repetidamente mientras su mirada no podía dejar de brincar entre el heno y el agua.

El sol terminó de caer y el burro seguía sin poder alcanzar ni el agua ni la comida. Su cabeza seguía girando de un lado al otro. Pasó así toda la noche y justo antes de amanecer, después de varios días de estar perdido y una larga noche de indecisión, el burro murió entre el heno y la pileta de agua.

Si nuestro amigo el burro hubiera entendido que tenía tiempo hubiera podido comer primero y tomar agua después.

Es hora de dormir

Estoy cansado y ya la obscuridad me invita una vez más a volar a la tierra del más allá. El silencio, que en otra etapa de mi vida pudiera haber sido un terrible castigo, hoy es tan bienvenido como la visita de un buen amigo que te viene a consolar.

Muchas veces se dice que ya es hora de dormir cuando el reloj tiene sus manecillas en una determinada posición. Casi que son palabras que se invocan por costumbre o por cumplir con una rutina que Dios sabe quién inventó.

Pero este no es el caso de hoy. Ya es hora de dormir. No por la hora que es o por qué alguien más lo esté diciendo. Es hora de dormir por qué los ojos se cierran y los pensamientos son pesados. Hay muy pocos momentos en la vida cuando el cuerpo, alma y mente se ponen de acuerdo en querer la misma cosa. Justo ahora es un momento de esos, los tres quieren descansar.

Lo último que escucho es el viento sonar afuera de mi ventana. La tensión desaparece de cada una de las fibras de mi cuerpo y con un ligero suspiro entro a otro mundo en donde el tiempo no existe y el cuerpo y alma se empiezan a regenerar. Es hora de dormir.

Profundo versus amplio

En los últimos meses he leído bastante más de lo normal. He subido mi promedio de un libro al mes a cuatro. Un nuevo hábito muy poderoso ha nacido. Ahora, ¿qué hacer con él?

Cada 7 u 8 días me estoy encontrando con la decisión de “¿que leer ahora?”. ¿Busco un autor nuevo? ¿Leo algo nuevo de un autor que ya conozco? ¿Exploro un tema totalmente nuevo? ¿Vuelvo a leer un libro que ya leí anteriormente? Debo confesar, siento algo de ansiedad ante este proceso.

Creo que la especialización y el dominio profundo de un tema son muy valiosos. Entender algo a fondo abre un sin fin de posibilidades. También reconozco que la diversidad de conocimiento y la aplicación de múltiples disciplinas a un problema dan muy buenos resultados y son una de las puertas más directas a la innovación.

Por el otro lado, consistentemente ver el mundo a través de el mismo lente y desde el mismo punto de vista puede resultar muy limitante. Crea sesgos cognitivos muy fuertes y fortalece las creencias limitantes sobre los paradigmas que se tienen arraigados.

También, estar disperso tiene sus propias desventajas. No permite conocer los conceptos de raíz y poder entender cuál es la mejor manera de aplicarlos en una situación determinada. Como se hace evidente, nada en este mundo es perfecto. ¿Qué hacer?

No creo que haya una respuesta directa. Tampoco quiero caer en la tradicional respuesta ambigua de “depende”. Lo que si sé es que lo mejor que se puede hacer es escuchar. ¿A quién? A nosotros mismos.

Este dilema de profundo versus amplio no solo existe cuando se quiere adquirir nuevo conocimiento o seleccionar el siguiente libro que se quiere leer. Realmente está presente en todos los aspectos de la vida humana. No lo podemos escapar. Está en nuestras relaciones (paso todo el tiempo con un solo amigo versus tengo miles de amigos que apenas conozco), en el trabajo (paso 100% de mi tiempo haciendo una sola cosa o ando brincando de oportunidad en oportunidad), en la familia (un caso muy similar al de los amigos), hobbies (descuido áreas importantes de mi vida por estar solo enfocado en mi hobby o no le dedico nada de tiempo a ninguna actividad que me permita crecer), etc.

La vida constantemente nos presenta dificultades y oportunidades. Decisiones a tomar. La decisión de profundizar o ampliar siempre es muy importante. Hay que tenerla siempre presente.

Para actuar bien, antes hay que saber escuchar. Para saber si profundizar o ampliar no hay más formula que entender cada situación y estar presente con lo que está ocurriendo y hacia dónde se quiere ir. No se puede evitar esta decisión. Acéptala y escoge sabiamente, cada vez.

Esta vez sin publicidad

A principios de marzo empecé a leer libros sobre cómo escribir mejor. Algunos de ellos sobre estructura y estilo y otros acerca de claridad de pensamiento y el poder de las palabras.

Después de eso, hace 65 días, me propuse volver a escribir y publicar un post al día en este blog. Al día de hoy he cumplido el cometido todos los días.

Cuando empecé a escribir otra vez no me imaginé lo mucho que cambiaría la dinámica acá en el blog. En estos dos meses han pasado dos cosas que no pude prever.

Primero, el tráfico que recibe el blog ha estado creciendo bastante —cerca de un 400% mensual. Gracias a esto, tuve que crecer los servidores donde corro WordPress. La base de datos empezó a tener problemas manejando la cantidad e posts y los picos de tráfico.

Segundo, la cantidad de personas que están leyendo mis posts me ha puesto a pensar que debo encontrar como monetizar el contenido. Si el crecimiento sigue su rumbo actual los costos mensuales de mantener el sitio va a empezar a pesar.

Así que hace un mes decidí correr un experimento y después de mucho tiempo de no hacerlo, volví a agregar publicidad a los posts. A pesar de que el experimento indica que probablemente la publicidad podría llegar a pagar los costos mensuales de operación, ayer decidí quitarlos.

Siento que la publicidad en el tipo de contenido que genero le resta valor a la audiencia. Interrumpe y distrae, es muy intrusivo. Satura el contenido y lo hace difícil de leer.

Al final lo que estoy buscando es que su atención se centre en lo que estoy tratando de decir, en transmitirles un mensaje que considero importante. Quiero enriquecer, no distraer. No más publicidad.

¿Qué voy a hacer a largo plazo? Realmente no lo sé. Si alguien tiene sugerencias, son bienvenidas. Lo que sí tengo claro es que quiero estrechar la relación con mi audiencia y cada vez generar contenido de mayor calidad.

Es por esto que esta semana estoy abriendo la posibilidad de que se puedan suscribir, de manera totalmente gratuita, a recibir artículos nuevos por correo. Todo lo que tienen que hacer es ingresar su correo abajo y listo. Espero que se suscriban y qué inviten a sus conocidos también para ayudarme a seguir generando contenido libre de publicidad.

Procesando…
Éxito! Ya estás en la lista.

El regalo de la vida

La vida es felicidad; también es dolor. Es amar con todo el corazón y forjar batallas donde el único desenlace es la desilusión. Es levantarse una y otra vez para tan solo volver a caer. Es experimentar todo el universo en un instante y sentir que cada segundo es una eternidad.

La vida es experimentar emociones que nunca se podrán describir con palabras y escribir palabras que despiertan emociones que jamas se pueden olvidar. Es volver a nacer en los momentos en que la muerte acecha y encontrar un poco de vida en las situaciones más adversas.

La vida es la oportunidad de conocernos cada día mejor y de descubrir la esencia sepultada muy adentro de nuestro interior. Es el privilegio de descubrir quienes somos en la adversidad y así poder encontrar nuestro camino hacia la divinidad.

Pero sobre todo, la vida es un regalo que nunca se debe despreciar. Es un espectáculo maravilloso lleno de angustias, tristezas y felicidad. No vale menos en los momentos difíciles y tampoco vale más cuando todo camina sin dificultad.

Vive el regalo de la vida sin reservas y con plenitud. Aprende a disfrutarla en invierno y en los momentos que estés lleno de gratitud.

Al final de todo, que tanto se disfruta de la vida depende más de con cuantas ganas se abre el regalo que con lo que haya adentro de la caja.

El tiempo llegará

Ahora no. Todo a su debido tiempo. Puede ser difícil de entender pero el universo es más sabio que tú y yo. ¿Crees que por qué tienes una idea de cómo debieran ser las cosas le puedes pedir al mundo que se alinee a tu voluntad?

El universo existió sin ti antes de que nacieras y va a seguir existiendo después de que mueras. Son millones de colisiones de fuerzas inexplicables las que causan cada momento de tu vida. Ya, déjalo ir. Entiende que aferrarte a que las cosas sucedan como tu quieres, cuando tú quieres, no tiene sentido alguno. Al universo no le importa. Cuando aceptes esto vivirás más feliz.

Y si, sigue aplicando tu voluntad para darle forma al mundo exterior. Tan solo te sugiero que empieces a participar más y forzar menos. Es increíble todo lo que puedes lograr cuando dejas ir tus apegos y aprendes soltar un poco. Forja tu camino siguiendo El camino.

No hacer esto es una trampa peligrosa. Mientras sigas creyendo que el mundo está para servirte y sientas el derecho de que las cosas deben ocurrir cuando quieres vivirás tratando de ganarle a aquello que nunca puede perder pues es perfecto. Experimentarás ansiedad intensa cada segundo de tu vida. ¿Realmente quieres pasar el resto de tu vida tratando de controlar lo incontrolable?

Déjalo ir, todo estará bien. Mantente atento y desarrolla cada vez más conciencia. Cultiva el silencio interior y escucha el susurro del universo que de manera perfecta te guiará de momento a momento. El tiempo llegará.

Solo porque puedes

A travez de la historia de la humanidad se han escrito miles de relatos —tanto reales como ficticios— cuyo tema principal es el poder. Uno de los ejemplos mas prevalentes es el Anillo de Giges.

Aquellos de ustedes que hayan leído La República de Platón recordarán que se menciona este anillo como un artefacto mítico que le otorga el poder de desaparecer cuando quiera a su dueño. (¿Alguien más pensando en El Señor de los Anillos?).

En el contexto de La República, el anillo se utiliza para cuestionar si una persona inteligente sería justa incluso cuando no tuviera miedo alguno a las consecuencias de desarrollar una mala reputación por cometer injusticias (ser invisible). Es decir, cuenta con poder absoluto.

Es difícil de poder relacionarse de manera directa con tener esta magnitud de poder. Pero se puede tratar. Se puede empezar preguntándose ¿Cómo me comportaría yo si mis acciones no tuvieran consecuencias? ¿Qué límites me pondría yo mismo si nadie más me pudiera limitar? Suena tentador, ¿no?

La realidad es que en nuestras vidas todos nos encontramos en situaciones que, aunque a primera vista no parecieran tener similitud, sí resultan ser muy similares. Por ejemplo, si le grito y le falto el respeto a un empleado por que soy su jefe y sé que el no va a decir nada por qué necesita el trabajo, ya estoy jugando con fuego.

A lo que quiero llegar es que debemos estar muy atentos a la dinámica de poder que se esté manejando en cualquier momento. Las dinámicas de interacción humana son muy complejas y todos estamos sujetos a sentirnos muy poderosos o indefensos en cualquier instante.

Ignorar esta realidad del poder lleva a consecuencias que, aunque muchas veces no se cree que existan, son reales y pueden ser llegar fatales —ver caso George Floyd.

En caso de cualquier duda, la mejor regla a seguir es bastante simple… Solo porque puedes hacer algo, no significa que debas hacerlo.

Por donde empezar

A veces lo más difícil es definir cuál es el primer paso que hay que dar. Se sabe que se requiere de un cambio. Es claro que las cosas o no están bien o podrían estar mejor. Y a la vez resulta imposible identificar lo que hay que cambiar. No se sabe hacia a dónde ir. Se entra en un estado de parálisis.

Querer hacer sin antes tener definida la dirección de hacia dónde se quiere llegar es un desperdicio de tiempo y energía. Se han perdido millones de horas hombre persiguiendo las cosas que no son. Se han extraviado millones de personas siguiendo caminos que años después los tendrían diciendo, “por ahí no era”.

Desde muy pequeños se nos enseña a hacer sin entender por qué estamos haciendo. Se nos pide cumplir sin cuestionar si lo que estamos cumpliendo está alineado con lo que queremos para nuestras vidas. En resumen, no se nos dan muchas oportunidades para pensar en lo que nosotros queremos.

Y esta es la raíz del problema. Lanzar un nuevo proyecto, hacer un cambio profundo de vida o simplemente perseguir un objetivo significativo requieren saber qué se quiere a un nivel muy personal —un área en la cual no se tiene mucha experiencia.

¿Qué es lo que realmente es importante para mí? ¿Qué área de mi vida me interesa cambiar? Si pudiera resolver un solo problema en mi vida, ¿cuál quisiera resolver? Si pudiera tener una sola cosa que hiciera toda la diferencia en mi vida, ¿qué sería? Estas tan solo son algunas de las preguntas con las que hay que pasar mucho tiempo para conocerse mejor y empezar a romper la parálisis.

Es acá por donde hay que empezar. Por pasar tiempo a solas con nosotros mismos y conocernos mejor. Cuestionarnos que queremos y por qué. Ser específicos y llegar a visualizar con tal claridad como es el futuro que estamos buscando que lo podemos saborear hoy.

Una vez se tiene claro hacia dónde se quiere ir y por qué, empezar es fácil. Tan solo hay que dar el primer paso en la dirección correcta.

Claridad

La claridad puede llegar a parecer algo ilusorio para un emprendedor. Llegar a tener claridad es algo muy difícil, especialmente si se está buscando dentro de el entorno empresarial. El emprendimiento naturalmente es confuso, desordenado y muy impredecible.

Incluso, muchas de las cosas que se asume que se entienden con claridad, rara vez se entienden a profundidad. ¿Por qué los clientes compran nuestros productos? ¿Quienes son los clientes que realmente queremos atender? ¿Por qué existe esta empresa? ¿Cómo están usando los clientes el producto? ¿Qué problema estamos resolviendo realmente?

La claridad duele, pero es la llave que abre todo lo demás. Duele por qué ver con claridad requiere un desprendimiento de cómo queremos que sean las cosas. Es la llave que abre todo lo demás por qué al ver con claridad nos acercamos a la realidad; al estar cerca de la realidad, podemos descifrar los principios básicos del juego y empezar a ganar.

Tener claridad permite cristalizar estrategias y ejecutar las tácticas con precisión. Entender de raíz los principios básicos de por qué algo funciona cómo funciona permite interactuar con ello de manera provechosa y tomar mejores decisiones.

La cantidad de tiempo y energía que se requieren para entender algo con total claridad y poderlo destilar hasta su esencia son significativos. Pero la recompensa es grande. Con claridad se sabe por qué. Con claridad desaparece la incertidumbre y se pueden predecir los efectos de las acciones que se van a tomar. Con claridad se pueden tomar mejores decisiones y lograr mejores resultados.

Buscar claridad en lo que se está haciendo es una de las mejores inversiones que un emprendedor puede hacer. Las recompensas son muy grandes y sin duda alguna no están limitadas solo al emprendimiento. Todo en la vida es mejor cuando hay claridad.

Música vs Podcasts

Desde los ya hace mas de 84 días que estamos en cuarentena, he corrido escuchando Podcasts. Como escribí en este artículo, he tenido que buscar tiempo para escuchar podcasts por qué ya no paso tiempo en el tráfico.

Hoy, después de 7 días de no salir a correr debido a mal clima, me sentí sumamente motivado al ver que la tormenta finalmente terminó. Sobre un cielo azúl, un par de nubes blancas reemplazaban ese manto gris que ya se había vuelto inquilino permanente de la vecindad. Era hora de salir!

Unos momentos antes de empezar a correr, dudé. “¿Pongo podcasts o pongo música?”, me decía por dentro. Me estaba sintiendo muy energizado y sentía que los podcasts no harían justicia al estado de ánimo en el que estaba. No estaba equivocado.

Abrí mi teléfono, e inicié la aplicación de música. Busqué el play list que me ha acompañado ya por más de que 3,000 kilómetros y que no había escuchado desde hace 3 meses atrás. La anticipación creció en mí. Me gusta correr com la música en orden aleatorio y no sabía que canción iba a empezar. Empecé a correr y la música llenó todo mi ser.

Puedo decir que para hacer ejercicio, la música definitivamente le gana a los podcasts. Por lo menos para mí.Por lo menos el día de hoy.

La música fácilmente puede pasar a un segundo plano y permite que la mente pueda enfocarse y pensar en problemas que resolver. También nos invita a soñar. Al escuchar un podcast, la mente naturalmente se centra en tratar de hacer sentido de lo que se está diciendo en el programa que se esté escuchando. Se enfoca en entender.

El nivel de energía que se puede obtener gracias a un set de canciones bien seleccionadas que sirvan como detonador emocional es muy alto. Esto definitivamente hace una gran diferencia en el rendimiento que se obtiene. La experiencia de la rutina también se verá beneficiada.

Puede ser que esto solo sea una impresión que tengo gracias a la muy buena experiencia que tuve por la mañana. Pero no lo creo. Objetivamente mis resultados de hoy fueron bastante mejores. A pesar de que tenia mas de una semana de no hacer ejercicio, mi paso promedio por kilometro fue 22 segundos más rápido de lo que había estado promediando este último mes.

Definitivamente esto es un tema subjetivo y las experiencias de cada quién van a ser diferentes. Así que lo único que puedo afirmar es que dadas las condiciones de hoy, para mí, la música le pateo el trasero a los podcasts.