Un mensaje claro es mejor

Par mi escribir es un hobby. Es un ejercicio diario que hago para aprender a comunicarme mejor. Escribir me ayuda a clarificar mis pensamientos, me ayuda a ordenar mis ideas y simplificar lo que quiero decir. ¿Qué obtengo de regreso por escribir todos los días? Pues aún no cobro por lo que escribo pero sí estoy empezando a construir mensajes más claros y concisos.

No importa si estamos teniendo una conversación personal, redactando un copy de marketing, preparando un pitch de ventas o pidiendo ayuda a un compañero, un mensaje claro siempre es mejor. Los beneficios de clarificar nuestros pensamientos son infinitos.

Es importante recordar que la única razón por la que un ser humano se comunica con otro es para tratar de poner una idea que tiene adentro de su cabeza adentro de la cabeza de la otra persona. He aquí la importancia de una comunicación clara y concisa. Es lo que nos permite que las otras personas puedan ver el mundo de una manera similar a la nuestra.

Para que otra persona pueda ver algo que está adentro de nuestra cabeza con unos lentes parecidos a los nuestros, lo primero que tiene que suceder es que nosotros debemos tener claros nuestros propios pensamientos. Si nosotros mismos no podemos clarificar nuestros propios pensamientos estamos perdidos. Luego nosotros debemos articular esos pensamientos de la manera más clara y concisa que nos sea posible. Solo al llegar acá estaremos en un punto en el cual tendremos la oportunidad de que la otra persona reciba nuestro mensaje y lo pueda reconstruir de una manera similar a lo que queríamos decir. De lo contrario, la comunicación fracasará.

Definitivamente que un mensaje claro es mejor.

Maximizar el tiempo durante las reuniones de equipo

La especialización en las empresas es algo muy importante. La combinación de habilidades especializadas es la razón por la cual las empresas y los equipos existen. Si hacemos una analogía con los deportes lo podemos entender mejor. Un portero se especializa en prevenir goles, un delantero se especializa en hacer goles. Un equipo de futbol conformado por solo delanteros nunca ganará un campeonato.

El manejo de la especialización dentro de una empresa es algo complejo. La especialización requiere de objetivos específicos y muy bien definidos. Esto hace que la colaboración con otras áreas de la empresa cuyas especialidades y objetivos son diferentes sea difícil.

Cuando hay un director en una empresa que tiene líderes de equipo a su cargo debe asegurarse de maximizar el uso del tiempo de sus reuniones de equipo. Uno de los principales errores que se cometen en relación a esta administración de tiempo es la estructuración de dichas reuniones. Estas reuniones de equipo usualmente reúnen a todos los líderes de equipo que le reportan al director para tratar temas específicos de cada uno de ellos. Esto es una pérdida de tiempo.

Como hablamos al inicio, la especialización es extremadamente importante. También lo es la coordinación. Es por esto que recomiendo sostener dos tipos de reuniones de equipo, una general con todo el equipo (reunión de coordinación) y otra especializada con cada uno de los equipos asignados a un objetivo en particular (reunión de seguimiento especializado).

Los beneficios de tener estos dos tipos de reuniones son muchos, siendo el principal el aprovechamiento del tiempo. Si hay algo que todos deben saber se ve en la reunión de coordinación. El seguimiento de avances y cumplimiento de objetivos particulares se ve específicamente con los líderes a cargo de los mismos y nadie más. Este esquema permite un balance muy bueno entre la especialización y la coordinación.

Todo va a pasar

A veces es dolor y sufrimiento. Otras veces es placer y felicidad. No importa. Todo va a pasar. Nada es para siempre. El tiempo fluye y no se puede detener. No tiene sentido aferrarnos a que las cosas sigan siendo como son. Tampoco tiene sentido ahogarnos en ansiedad deseando que las cosas cambien antes de que llegue su hora de cambiar.

Todo va a pasar. Mañana nada será igual. El universo está en constante cambio y, nos guste o no, esta es una ley universal que ninguno de nosotros puede cambiar. Lo que sí podemos cambiar es nuestro entendimiento de la impermanencia de las cosas. Tenemos que tener muy claro que si estamos a gusto en este momento, esa grata sensación pasará. También tenemos que tener claro que si estamos experimentando dolor, eso también pasará.

Cuando lo tenemos presente, esto es lo más obvio del mundo. Pero la gran parte del tiempo lo olvidamos y creemos que el sufrimiento que hoy no nos deja dormir estará ahí para siempre. También creemos que la felicidad que ahora alegra nuestra corazón nunca se extinguirá. Ambas son falsas expectativas que nacen en nuestro ser por la falta de conciencia con que vivimos.

Todo va a pasar y eso es algo bueno. El universo está en constante expansión. Nuestro planeta gira y se mueve por el espacio. La sangre en nuestros cuerpos fluye. La vida es movimiento, es cambio. Y si la vida es movimiento y cambio, entonces estar vivos significa que todo esto, bueno y malo, eventualmente pasará.

Sobre el valor de la persistencia

No es de la noche para la mañana que un poco de agua se abre paso montaña abajo para convertirse en un majestuoso rio. Todas las grandes maravillas de la naturaleza llevan tiempo. Pero el paso del tiempo no es suficiente, cualquier resultado grandioso también necesita de persistencia y constancia.

La ciencia de la biomimesis, que estudia la naturaleza como fuente de inspiración para el desarrollo de tecnología humana, nos dice que podemos adaptar esta lección de persistencia de la naturaleza a nuestras propias vidas.

Esta idea me lleva a preguntarme, ¿habrá algo que no podamos lograr si trabajamos en ello diligentemente todos los días? Después de todo, si reconocemos que nosotros mismos como especie somos el producto de millones de años de constancia (proceso evolutivo), es difícil pensar en algún proyecto que no podamos lograr si todos los días le dedicamos el tiempo y esfuerzo que requiere.

La persistencia es tan poderosa porque:

  • Si decidimos hacer algo todos los días sin importar que pase a nuestro alrededor entendemos que somos nosotros los que estamos a cargo de si algo sucede o no. No son las circunstancias las que mandan.
  • La práctica hace al maestro. Hacer algo todos los días exponencialmente mejora nuestra habilidad de hacerlo permitiendo así un crecimiento de productividad exponencial en el tiempo.
  • La carga cognitiva de empezar a hacer algo se reduce considerablemente. Cuando ya se decidió hacer algo todos los días la pregunta, ¿voy a hacer esto hoy?, se vuelve obsoleta. Ya sabemos que la respuesta es siempre SÍ.
  • Construimos nuestra palabra interna. Muchos de nosotros nos mentimos todos los días. Decimos que vamos a hacer algo y luego no lo hacemos. Si esto sucede con suficiente frecuencia destruimos la creencia en nuestra propia palabra y esto afecta nuestro autoestima y por ende nuestra capacidad de hacer lo que queremos hacer. Hacer algo todos los días reconstruye nuestra palabra interna y nuestro autoestima.

Creo que lo que estoy diciendo es que todos tenemos la capacidad de ser consistentes. La perseverancia es parte de nuestra naturaleza. En la persistencia está el secreto del éxito.

No hay razón alguna por la que constantemente tenemos que dañar nuestra credibilidad en nosotros mismos. Todos podemos empezar a hacer algo que nos ayude todos los días empezando hoy.

El siguiente nivel

Todos quieren llegar al siguiente nivel. Al mismo tiempo, muy pocos quieren afrontar la incrementada dificultad que viene con subir de nivel. Cada vez que se sube de nivel se deja lo familiar atrás para enfrentar los desconocidos retos del siguiente nivel. Ojo, no es un video juego de lo que estoy hablando. Estoy hablando de liderar el crecimiento de una empresa.

Es cierto que hay muchas similitudes entre jugar un video juego y crecer una empresa. Cuando finalmente llegamos a dominar el nivel en el que estamos jugando inevitablemente lo terminamos y subimos al siguiente nivel. Cuando empezamos a jugar en este siguiente nivel muchas veces no tenemos ni idea de lo que está pasando y lo único con que contamos son las habilidades que desarrollamos en el nivel anterior, estas usualmente no son de mucho valor en el nuevo nivel.

En este momento nos enfrentamos con una decisión crucial: O nos aburrimos repitiendo el nivel que acabamos de terminar para siempre o afrontamos la frustración de fracasar una y otra vez para ser exitosos en el siguiente nivel. ¿Qué tipo de persona eres tú? ¿Te gusta subir de nivel o te gusta mantenerte en tu zona de confort?

El siguiente nivel es incómodo y desconocido. También es el único lugar en donde se puede seguir creciendo. El siguiente nivel da miedo pero también motiva a lograr cosas que antes no se creían posibles. El siguiente nivel puede ser el que ya no podamos pasar pero también puede ser el último nivel que nos falta para terminar el juego que tanteo anhelamos completar. Vale la pena volverlo intentar.

Participar no es fácil pero es necesario

El dialogo que se da en redes sociales es interminable. La cantidad de temas que se tratan es infinito. El perfil de las personas que argumentan para un lado o para el otro es tan diverso como los anuncios con que nos bombardean la mismas redes. Hay mucho ruido y poca señal.

Participar en este mar de confusión y ataques personales no es fácil. Aunque la cantidad de contenido que se genera es enorme, debemos reconocer que solo la minoría de personas deciden participar en el dialogo que se da en línea. Recordemos, es este dialogo el que le está dando forma a nuestra cultura y sociedad. Este silencio priva al mundo de tantos puntos de vista que urgentemente necesitamos escuchar. Los mensajes y posturas que dominan las redes son las de los mismos actores de siempre. Urgentemente necesitamos de algo nuevo, algo fresco.

Participar no es fácil pero es necesario. Sé de tantas personas que tienen pensamientos muy valiosos pero deciden callar. Sé de tantas personas que piensan diferente pero deciden no compartir lo que piensan. Sé de tantas personas que saben debatir con integridad y sin atacar a nadie, personas cuyo objetivo es buscar la verdad. Ellas tambien, en muchos de los casos, deciden ver desde fuera sin hacer el esfuerzo de guiar a los demás. Y también sé que yo muchas veces callo cosas que sé que se debieran decir. Participar no es fácil pero es necesario.

Reflexiones de cumpleaños 2022

Hoy de nuevo estoy cumpliendo años. No sé claramente que pensar al respecto. Tengo presente una frase con la que bromea mi hijo cada vez que cumple años, “No sé porque me felicitan si lo único que hice para cumplir años es no morirme en un año.” Obviamente no ha estado muy cerca de la muerte. Muchas personas sí mueren en entre cumpleaños. Aún así, hay cierta sabiduría escondida en esa broma.

Así que acá vamos. Mi primer reflexión es una de agradecimiento, estoy agradecido por estar vivo. Creo que este es el lugar en donde todos debemos iniciar. Una persona que reconoce el privilegio de estar vivo es más propensa a aprovechar mejor su vida. Así que empiezo reconociendo que estoy agradecido por estos 46 años de vida.

Mi siguiente reflexión tiene que ver con la falta de intencionalidad en el diseño de mi vida. Tengo una vida muy buena. Me fascina. Tengo una familia excepcional, una empresa que me provee de todo lo que necesito y me llena profesionalmente, un pequeño circulo de amigos que aprecio mucho y una constante motivación por seguir siendo mejor. Aún así, reconozco que es momento de diseñar los siguiente 10 años d mi vida. Hay cosas que me hacen falta y que quiero incorporar. Es hora de hacerlo. Este es un proceso que aún no he iniciado y es algo que quiero empezar hoy.

También hoy quiero pensar un poco sobre lo mucho que he logrado durante el tiempo que he estado vivo. Mi tendencia natural es ver siempre que es lo que hace falta y que toca hacer para llegar. Rara vez me doy el tiempo para disfrutar y maravillarme de lo mucho que he logrado. Esto es algo en lo que quiero me quiero enfocar bastante este año. Sin duda alguna cambiara mi experiencia de vida.

Finalmente estoy pensando en los grandes cambios y saltos tecnológicos que se avecinan. Vienen olas de cambio como las que nunca antes hemos visto. La manera en que interactuamos, hacemos negocios y subsistimos están por cambiar dramáticamente. Estoy convencido de que el mundo de hoy será prácticamente irreconocible para cuando llegue mi siguiente cumpleaños. Quiero tratar de entenderlo a lo mejor de mis capacidades para poder navegarlo bien y así intencionalmente diseñar mi vida acorde a lo que viene.

En resumen este siguiente año quiero ser más agradecido, lograr más de lo que me proponga y ser una mejor persona para todos lo s que me rodean.

Así que esas son mis reflexiones de cumpleaños hoy 11 de enero 2022. Me interesa mucho dejarlas por acá registradas para que si llego a tener la oportunidad de leerlas dentro de un año pueda decir algo más que “¿Por qué me felicitan si lo único que hice en este último año fue no morirme?

pd. Feliz cumple Naisi! Te quiero miles.

Los riesgos que nunca se deben tomar

Regularmente soy alguien que opera con bastante cautela. Al mismo tiempo, soy una persona que de vez en cuando se empuja para tomar riesgos calculados. El camino ideal usualmente es un camino balanceado (Tao). Saber cuándo arriesgarse y cuándo no es más arte que ciencia.

Pero no todo el tiempo. Hay un tipo de riesgo que nunca se debe tomar, el riesgo existencial. Un riesgo existencial es aquel en el cual el resultado del fracaso es catastrófico y no existe una segunda oportunidad. En el caso de las personas es la muerte. En el caso de las empresas es la quiebra.

Un riesgo existencial nunca se debe tomar. No importa que tan bien nos haga sentir o cuánto dinero o éxito podamos llegar a ganar, el hecho de existe una probabilidad considerable de que si fallamos nunca más lo podremos volver a intentar es suficiente contra peso para decir que “no”. En este caso, la idea de que lo más importante que hay es siempre vivir para pelear otro día, vale oro.

La buena noticia es que los riesgos existenciales son escasos. Las situaciones en las que el resultado es un “game over” definitivo son pocas. Usualmente también son extremadamente obvias. La parte fácil es aprender a identificarlas. La parte difícil es tener la disciplina para resistirse a la tentación. Las personas que no logran identificar los riesgos se pueden perdonar. Los que no pueden resistirse a la tentación no.

Mi estúpida necesidad de perfección

Las cosas se descomponen, las personas envejecen. Las imperfecciones son parte de la perfección del errático mundo en que vivimos. Aunque no lo parezca así, vivir en un mundo en el que todo fuera perfecto y en donde nada fallara sería muy aburrido.

Comprendo todo esto. Sé que así es y no hay fuerza en el universo que lo pueda cambiar. Y aún así estoy limpiando el monitor de mi computadora cada 30 minutos. No me gusta que la pantalla tenga ni la más mínima mancha. Lo mismo con mi teclado. Cualquier “anomalía” me incómoda. Lo mismo ocurre con el vidrio y la pintura de mi carro. Y mi teléfono. Y la televisión. Y así, sucesivamente hay unas cuantas cosas más que desearía que siempre estuvieran en un estado de “perfección” y que durarán para siempre. Cuando el curso natural de la realidad las altera, me descompongo.

Hasta hace muy, muy poco ni siquiera me había dado cuenta de lo pesado que es cargar con esta estupidez de un lado para el otro. El desgaste emocional y mental que experimento tratando de controlar todo esto es demasiado. ¡Ya tuve suficiente! Tanto de mi bienestar emocional depende de que todos estos objetos que se encuentran a mi alrededor, objetos que yo de ninguna manera puedo controlar, estén siempre en perfecto estado y que nunca se deterioren o fallen. Esta no es una receta recomendada para poder estar en paz.

Sé que tengo mucho trabajo por hacer. Los impulsos que siento cuanto algo se “daña”, raya o “arruina” son muy fuertes. Definitivamente cuidar las cosas tiene muchos beneficios pero saltar de eso a que el más mínimo rayón arruine todo mi día no tiene mucho sentido que digamos. Es hora de dejar esta pesadilla atrás.

Hace falta que los colegios le enseñen a los niños a construir y vender

El material que se enseña en los colegios es muy amplio. Se enseñan habilidades básicas como la lectura y la escritura. También se enseñan ciencias fundamentales como la matemática y la física. Todo esto es muy importante. Son los cimientos que los niños necesitan para poder operar como seres independientes en nuestra sociedad.

Adicionalmente a estos fundamentos, hay una cascada de conocimientos adicionales a los que los niños son expuestos. Qué tan útiles sean para ayudar a que los niños se preparen para tener un buen futuro, no lo sé. Lo que si sé es que hay dos habilidades que, al menos desde mi punto de vista, están notoriamente ausentes del material que generalmente se está impartiendo.

Creo que toda persona, independientemente de su género, profesión o intereses, debe aprender a construir y vender si es que quiere lograr acumular cierto nivel de éxito profesional. En mi experiencia estas dos habilidades fundamentales no se enseñan de manera consciente y sistemática en los colegios.

Por construir me refiero a la habilidad de poder tomar una idea que se tiene y materializarla en el mundo físico. Podemos pensar en la capacidad de idear un proyecto, planearlo, alocar recursos, ejecutarlo y llevarlo a cabalidad. También podemos pensar en la capacidad de identificar un problema y construir una solución viable al mismo. Construir.

Por vender me refiero a la habilidad de poder influenciar a otras personas para que vean algo desde un punto de vista similar al nuestro. No solo me refiero a vender un producto (intercambiar algo por dinero). Me refiero a poder vender una visión que tenemos para lograr que otras personas nos ayuden a hacerla realidad. Me refiero a poder transferir la urgencia de que algo que es importante y que debe ser resuelto. Me refiero a la capacidad de crear comunidad.

Me resulta muy difícil pensar en una situación en la cual una persona que cuenta con estas dos habilidades no pueda salir adelante y me preocupa lo poco que veo que se desarrollan a nivel general en los colegios. Sí, la literatura es importante. Me fascina leerla. Sí, la música y la cultura son partes elementales del desarrollo espiritual del ser humano. Los deportes nos completan. No quisiera ver qué los niños dejarán de estar expuestos a todas estas maravillas.

Tan solo quisiera ver que los niños aprendan a resolver problemas interesantes de una manera sistemática. A manejar proyectos. A crear soluciones. A liderar a otras personas y a contagiar a otros con el entusiasmo de de sus sueños. Solo así podrán maximizar sus oportunidades de ser exitosos y de construir un mundo futuro mucho mejor.