Sin entrar en discusiones metafísicas acerca de como el destino pudiera estar escrito, lo que usualmente termina en algo como “todo pasa por algo”, hoy me siento a reflexionar por qué no obtener lo que queremos a veces es lo mejor que nos puede pasar.
Quisiera empezar diciendo que realmente SIEMPRE que no obtenemos lo que queremos es lo mejor que nos puede pasar —pero no puedo. Cuando no vemos el aprendizaje y no nos detenemos a entender por qué fracasamos, no obtener lo que queríamos es una pérdida de tiempo, y nos duele mucho.
Y acá es dónde llega la reflexión para meditar hoy. El fracaso ya sucedió. No obtuvimos lo que queríamos. Entonces, ¿Por qué tantas veces insistimos en empeorar la situación no queriendo ver en dónde fallamos y qué es lo que tenemos que cambiar para mejorar la próxima vez?
Así que para constantemente hacer que no obtener lo que quieres sea lo mejor que te puede pasar:
- Recuerda que no obtener lo que quieres no dice nada acerca de tu persona.
- Evita cualquier reacción emocional que no te permita reflexionar claramente acerca de lo que pasó.
- Bajo ninguna circunstancia culpes a alguien o algo más. Siempre encuentra tu responsabilidad en lo que sucedió.
- Desvincula tu identidad del resultado que acabas de obtener. Recuerda, “yo no soy mis resultados”.
- Aprende con una mente abierta y entiende qué fue lo que realmente pasó.
- Aplica lo aprendido la próxima vez que tengas una situación similar.