Para ser el mejor, pasa tiempo con los mejores. Estar rodeado de personas que están al más alto nivel de lo que sea que hacen es el pasadizo secreto a la grandeza.
Cuando se tiene el privilegio de ver a una persona dominar con maestría lo que está haciendo la inspiración llega. Naturalmente las ganas de poder operar a ese nivel se hacen presentes y el aprendizaje por imitación pronto llegará.
Ver a alguien hacer cosas que uno no sabía que eran posibles abre un mundo de posibilidades. Simplemente ver que alguien más las puede hacer las hace posibles para nosotros y al creer que son posibles ya se puede empezar el trabajo de crecimiento personal necesario para algún día poder alcanzarlas.