Hay tantas cosas que con los ojos no podemos ver. Las buenas intenciones de los demás es un buen ejemplo para empezar.
¿Y qué hay de las horas y horas que alguien pasa pensando en cómo ayudar a alguien más que nunca se lo pidió? Es maravilloso de verdad.
El alma y mundo interior de cada uno de nosotros, aunque invisible a los demás, es en donde la infinidad de la belleza se puede encontrar.
Por hoy no tengo mucho más que decir. Creo que el punto está claro y no hay más que discutir.
Si queremos encontrar belleza en cada momento de nuestra vida debemos dejar de pensar y empezar a usar un poco más el corazón.