Las situaciones que me molestan

Mientras he ido avanzando en el camino de conocerme más he aprendido a manejar de mejor manera aquellas situaciones que me molestan. Debo ser sincero, muchas de estas situaciones se pueden considerar como triviales y algunas de ellas hasta como ridículas. Hay tanto que me molesta.

Sin embargo, conforme he pasado más y más tiempo analizando y haciendo mucha introspección sobre aquello que me molesta me he dado cuenta de que las situaciones que me afectan dicen más acerca de mí que de lo que está pasando.

Poco a poco estoy aprendiendo a experimentar mi reacción como algo personal e independiente a lo que está sucediendo. Si algo me molesta no es por qué lo que está sucediendo sea intrínsecamente molesto, es por qué yo he decidido, por alguna razón, que eso es algo que me debiera molestar. Considero este reconocimiento como una gran avance.

Esta nueva descubierta habilidad de poder detenerme al momento de enfrentar una situación que considero como incómoda o molesta y poder preguntarme “¿Por qué esto me está molestando?” es la puerta a un nuevo mundo lleno de posibilidades.

Aunque aún no pueda responder la pregunta de por qué algo me molesta con total claridad, el poder detenerme y hacer la pregunta me ha dado una perspectiva del mundo radicalmente diferente. Me resulta muy difícil poner en palabras exactamente qué es lo que cambia con la pausa y la pregunta. Lo que sí sé es que aunque hay muchas situaciones que me siguen molestando, de cierta manera me siento un poco más ajeno y distante a ellas. Creo que voy por el camino correcto.