Alguien está soñando con tener tu vida

De experiencia personal puedo afirmar que muchas veces he soñado con tener la vida de alguien más. Algunas veces he soñado con tener la vida de un famoso deportista y otras veces con tener la vida de algún exitoso emprendedor.

Invertimos tanto tiempo queriendo que nuestra vida sea “mejor” —justo como la de alguien más. Como la vida de alguien “que lo tiene todo”.

Este es un ejercicio mental muy nocivo. Es una práctica desgastante que únicamente nos llena de envidia, avaricia e inconformidad. Estar deseando tener la vida de alguien más es un acto de violencia en contra de lo más sagrado que cada uno de nosotros tiene: nuestro tiempo en este mundo.

Hay una variación de esta compulsión de transportarnos a querer vivir la vida de alguien más que resulta ser mucho más gratificante y productiva. Es una reflexión que los estoicos vienen practicando desde ya hace más de 2,000 años. Es muy simple y puede inundar la vida de cualquiera con agradecimiento y felicidad en cuestión de solo unos minutos.

La práctica consiste en visualizar que en este preciso instante, sin importar que dificultades estes atravesando, seguro hay muchísimas personas que están soñando con tener tu vida. Cuando digo muchísimas me refiero a millones, quizás billones de personas.

Tal vez estás solo en tu casa y acabas de perder un millón de dólares. Seguro que alguien sin casa, sentado bajo la lluvia y llorando la muerte de su hijo está soñando con tener tu vida. Estás vomitando y con altas fiebres por que te enfermaste y llevas así una semana. Sin duda alguna alguien en su tercer año de quimioterapia está soñando con tener tu vida. Te acaba de dejar tu pareja y estás llorando con tus amigos después de unos cuantos tragos de más. Te puedo asegurar que alguien que vive con dos dólares al día y está solo en una finca en la mitad de la nada sin haber visto a su familia en un año está soñando con tener tu vida.

Es cierto que todos experimentaremos momentos difíciles en nuestras vidas. Muy difíciles. Pero cambiar nuestros sueños de querer tener una mejor vida, la vida de alguien más no nos ayuda en nada. Por eso los invito a recordar diariamente que en este preciso momento alguien está soñando con estar en la situación en que estamos ahora. Hacer esto durante 5 minutos todos los días hace toda la diferencia en como afrontaremos esos momentos difíciles.

Con los ojos de alguien mas

Dar consejos a otras personas es fácil. Los problemas que nos angustiarían si fueran propios se pueden ver con claridad cuándo le ocurren a alguien mas. Es fácil resolver cuando no se está emocionalmente involucrado.

¿Cuántas veces me he encontrado pensando en por qué no puedo seguir los consejos que tantas veces le he dado a amigos, familiares o clientes? Obvio. Porque cuando los problemas son míos estoy involucrado. No me puedo distanciar y el problema pasa a ser parte de mi identidad. YO soy el que tiene el problema. Peor aún, YO soy el problema.

Pero la receta ya está dada. Ya acordamos que dar consejos es fácil. ¿Qué tal si de alguna manera pudiera ver mis propios problemas a través de los ojos de alguien mas? Sería genial, ¿no? Pues resulta ser que sí es posible. Tan solo se requiere un poco de imaginación y esfuerzo mental.

Los ejercicios de visualización pueden ayudar a ver una situación desde una perspectiva totalmente diferente. En este caso, piensa en una persona que pudiera estar experimentando el problema que tienes. Idealmente debe ser una persona que consideres que tiene la capacidad de resolver el problema. Luego hazte la pregunta, ¿cómo resolvería esta persona el problema? Metete en la historia y deja ir toda tu aprensión. Déjate llevar tal y como si estuvieras en un cine inmerso 100% viendo una película. Juega el papel y resuelve el problema desde el punto de vista del personaje seleccionado.

Experimenta tu problema a través de los ojos de alguien mas. La respuesta llegará.